"Te quiero solo para mí."
Llegamos a casa en menos de lo que canta un gallo. Dejo la mochila sobre el sofá y me divierto viendo como mamá corre a la cocina porque ha dejado el pollo dentro del horno y va a quemarse.
-¡Lo salvé! -Grita.
Me río divertido y me siento a la mesa. Enciendo el televisor y voy cambiando mientras espero que mamá venga con la comida. Mi móvil vibra dentro de mi bolsillo avisándome que tengo un texto por leer. Lo saco y una electricidad extraña recorre el vello de mis brazos cuando leo el nombre de ella en mi pantalla.
"Ya llegué, ¿más tranquilo?"
Frunzo el ceño mientras me quedo viendo fijamente el mensaje y lo releo lentamente. ¿Tan rápido? Es algo imposible que caminando ya haya llegado a su casa. O me está mintiendo o se ha ido en auto o algo parecido.
"¿Ya? ¿En serio?"
Presiono 'Responder' y aún con el ceño fruncido dejo el móvil al lado de mi plato. Mamá llega con una sonrisa y deja la bandeja en medio de la mesa.
-¿Puedes apagar? No me gusta el televisor prendido mientras comemos.
Le hago caso sin chistar, más por el hecho de que estoy pensando en algo más y no solo porque no quiero discutir. ¿Puede haber llegado tan rápido?
-¿Todo bien?
Asiento con la cabeza mientras le regalo una cálida sonrisa. Tomo la bandeja del pollo y me sirvo un trozo, luego me sirvo un poco de papas y vierto zumo de naranja en mi vaso.
-¿Cómo te ha ido hoy?
Parece que mi mamá se ha empeñado en tener una charla hoy mismo conmigo.
-Bien.
Y es cuando recuerdo la detención del sábado.
-Digamos que... -tuerzo el gesto-, tengo detención este sábado.
Mi mamá deja el tenedor mitad dentro del plato mitad fuera y junta sus manos entrelazando sus finos y largos dedos.
-¿Qué has hecho, Julian?
-Primero que nada, no es nada tan grave, solo que la profesora a veces puede ser un poco exagerada.
-Y tú puedes ser un tanto irritante, mi amor -me dice dulcemente fingiendo ternura-. ¿Qué hiciste, Julian?
-Estaba tonteando con Oriana, nada malo.
-Pero estabas en clase.
-Solo nos olvidamos que estábamos en clase o algo parecido, porque eso estaba muy aburrido y terminamos molestándonos.
Niega con la cabeza y toma su tenedor nuevamente. Sus ojos me examinan reprobatoriamente. Mi móvil vibra sobre la mesa y me sorprendo al darme cuenta lo rápida que ha sido mi mamá para alcanzarlo antes que yo.
-Cuando termines de comer puedes tontear todo lo que quieras con el móvil.
A veces tú también puedes ser un poco irritante, mamá. Reprimo las palabras y tomo mi cuchillo para cortar el pollo.
Cuando acabamos de comer en sumo silencio, mi mamá me devuelve el móvil y me pide que levante la mesa. Está enojada por lo de la detención el sábado, pero no puede castigarme porque sería lo más estúpido que podría hacer. Así que se limita a enojarse y quitarme el móvil durante el almuerzo.
"Me alcanzaron hasta mi casa"
Frunzo el ceño nuevamente y me muerdo el labio inferior para no decir una sarta de insultos impropios. Otro puede alcanzarla hasta su casa, pero yo no puedo hacerlo porque ella se pone en modo terca todo el tiempo que está conmigo. Dejo el móvil sobre la mesa y comienzo a juntar los platos y vasos para llevarlos a la cocina. Mi ceño aún está fruncido y por mi cabeza pasan un montón de gente posible que podría llevarla hasta su casa, pero nadie en concreto me cierra para ese papel. Oriana no tiene muchos amigos y menos alguien que sepa donde vive, a excepción de mí. No voy a responderle, ahora yo puedo ser bien terco si me lo propongo.
Subo las escaleras dando zancadas y abro la puerta de mi habitación de un golpe. Dejo la mochila que he traído desde el comedor, sobre la cama y me siento en el escritorio a la vez que enciendo mi notebook. Tengo que esperar unos minutos para que el cacharro ese se encienda. Pase mi mirada por los papeles y libros sobre el escritorio y me quedo observando un block de hojas con la fotocopia del trabajo práctico de historia. Tenemos que terminar eso antes de que la profesora lo pida y nosotros no lo tengamos.
-Vamos, enciéndete más rápido.
La pantalla me pide la contraseña y in perder un segundo la escribo para luego darle a entrar y que aparezca mi foto con mis dos hermanos tomando un helado hace un par de meses. Conecto a internet y me meto a las redes sociales que más utilizo para luego olvidarme del tiempo y terminar pasándome dos horas ahí metido como un estúpido embobado. Mi móvil vibra sobre la superficie de madera del escritorio sacándome de mi estado de concentración frente de la pantalla.
"¿Julian?"
Un texto de Oriana que indica que sabe que sabe que pasa algo porque no he respondido al mensaje anterior. Si, puedo afirmar que estoy celoso. Más le vale haya sido una mujer y no un hombre quien la haya llevado a casa.
Apago la notebook y la cierro mientras bufo sonoramente. Me pongo de pie tirando la silla hacia atrás haciendo un ruido innecesario. Mi mamá entra a la habitación con una pila de ropa mía y sin dirigirme la palabra la deja sobre mi escritorio y sale de allí. Tiro el móvil sobre la cama y me tiro de las puntas del cabello para descargar la energía frustrante acumulada en mí. El móvil vibra sobre el edredón y se mueve en la cama.
-¿Hola? -Pregunto sabiendo que es ella porque ya lo he leído en la pantalla.
-Julian -dice tranquilamente-, ¿estás bien? Te mandé un par de mensajes y no me has respondido.
-Si, todo bien. No me ha llegado nada tuyo -miento-. Quizá los has mandado a otro número.
-No lo creo, ¿me estás ignorando?
-Claro que no, ¿por qué lo haría?
Se queda callada unos segundos y me regala un suspiro largo. Su respiración se siente desde el otro lado de la línea indicándome que aún sigue allí y no ha colgado, pero si sigue así de callada voy a ser yo quién cuelgue la llamada.
-No lo sé, pero estoy segura de que los mensajes te los mandé a ti.
-Quizá simplemente no llegaron, Oriana. -Diciendo su nombre completo dejo en evidencia que si he estado ignorándola-. ¿Qué decían?
-Nada, olvídalo. Solo te había avisado que ya estaba en casa -dice y bufa-. ¿Desde cuando soy Oriana y no Ori?
-Es tu nombre -me excuso-. Tengo que irme, mamá me está llamando.-¡Oye, Julian! No soy estúpida, sé que me estás ignorando, ¿puedo saber la razón?
-No seas perseguida, no te estoy ignorando. En serio, mamá me está llamando.
-¿Es porque Agus me llevó a casa? ¿Es eso? ¿Te enoja que él haya sido amable?
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Desapercibida (Adaptada) / SIN TERMINAR
RomanceNO ESTÁ TERMINADA. POR AHORA SE CANCELA LA HISTORIA; NO LA VOY A SEGUIR. POR FAVOR, NO SE QUEJEN SI IGUAL DECIDEN LEERLA. GRACIAS. Ella se ve fría, pero no lo es, en realidad es muy dulce y tierna. Solo tiene miedo que la lastimen. ADAPTADA