Capítulo 63 (Segunda Temporada)

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"When we're together is the time of my life."

Empujo a Julian para separarlo de mí y quedar lo más lejos posible haciendo que Dan largue una pequeña risa al apoyarse en el marco de la puerta de la cocina. Bajo de un salto de la mesada, Julian me toma por la muñeca y reprimiendo un grito, más la transformación de mi rostro al sentir el ardor de los cortes, tiro de mi brazo para liberarme.

-Voy por mis cosas.

-¿Qué? -Pregunta desconcertado-. Dan, vete a dormir.

El chico de tez oscura alza los brazos un poco sin comprender de qué va la cosa y luego camina dentro de la cocina.

-Pueden seguir, no me molesta estar aquí.

Ruedo los ojos cuando me muerdo el labio inferior. No soporto a este hombre y tampoco puedo hacer un pequeño esfuerzo para soportarlo.

-Ori, no tienes que irte.

Dan nos da la espalda para comenzar a prepararse su desayuno, de repente me dan ganas de arrojarle una maceta en la nuca, pero me contengo sabiendo que eso es peligroso. Cruzo los brazos sobre mi pecho y retrocedo dos pasos. Estoy avergonzada, que nos haya encontrado así no es algo que me ocurra todos los días, aunque él no parezca tener problema con eso.

-¿Puedes llevarme a casa? -Pregunto casi en un susurro.

Julian desiste de la idea de convencerme para pasar un rato con él.

-Vale, vístete.

Doy media vuelta para salir disparada a la segunda planta. No he tenido las agallas para discutir con Dan porque, a) no es mi casa y b) tengo las mejillas demasiado rosadas como para pasar por una mujer seria.

-Necesito mi móvil, necesito mi móvil -murmuro revolviendo la cama llena de ropa, sábanas y algunas otras cosas-. ¿Dónde estás BlackBerry?

Lo encuentro debajo de la almohada e intento encenderlo, pero es en vano porque no tiene ni una pizca de batería. Lo dejo sobre la "cama" una vez más y procedo a vestirme con mis cosas, lo cual es muy casual y desaliñado, pero a quién le importa si de aquí voy directo a mi casa.

-¿Puedo entrar?

Largo una risotada porque luego de habernos visto desnudos ya un par de veces Julian pregunta aquello. Abro la puerta haciendo una reverencia de la cual él se burla divertido.

-Anda, llévame a casa para que cuando llegue pueda ordenar, limpiar y me sea más fácil darle una explicación a mamá.

Me sonríe un poco sabiendo que mi cabecita comienza a maquinar cosas extrañas. Recojo mis cosas y me guardo el móvil en el bolsillo trasero de mi pantalón, sus brazos rodean mi cintura.

-Recuerda que dejamos algo pendiente.

Una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro.

-¿Crees que podría olvidarlo?

-Espero que no, ¿eh? -Alza una ceja.

Me planta un beso digno de ser recordado y de repente me doy cuenta de lo increíble que es esto. Ya pude asimilar la noche anterior, la cantidad de información que recibí de su parte y el hecho de que ahora estamos juntos una vez más, lo único que puedo esperar está vez es que no volvamos a separarnos de modo tan brusco.

-Bueno, ya vamos antes de que mamá llame a la policía.

Rueda los ojos cuando le tomo la mano y tiro de él.

-Ve abajo, voy a buscar las llaves.

-Vaaaaale -canto saliendo de la habitación.

Bajo las escaleras pegando pequeños saltos como si estuviera realmente muy emocionada, y quizá lo esté, pero si hay algo que he aprendido en mi vida es que no debo ponerme feliz por las cosas buenas que me suceden porque en un rato pueden desaparecer, pueden dejar de existir y de repente me encuentro desbastada una vez más cayendo en un pozo emocional.

Desapercibida (Adaptada) / SIN TERMINARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora