"Even when the night changes, it will never change me and you. —One Direction."
Parpadeo varias veces antes de ponerme de pie en busca de una lapicera y papel para escribirle una respuesta a Julian. Lo único fiable es mi lapicera rosa y arranco dos hojas de mi diario íntimo.
"Julian:
Voy a comenzar por hacerte una pequeña pregunta y concédeme un momento para echarme a reír, ¿en serio crees que voy a dejar que te alejes? Ay, pero por favor que iluso resultó ser mi novio, la verdad.
Tú mismo lo dijiste, ¿cuántas veces quise alejarme de ti? Muchas. ¿Cuántas veces me dejaste que me alejara de ti? Ninguna. Entonces no pretendas que lea tu carta, la doble nuevamente y automáticamente mi cabeza te borre por completo. No voy a alejarme de ti, primero porque no se me da la gana y segundo menos lo haré sabiendo que no te sientes bien.
Yo estoy perfectamente, quizá no me creas, y está bien si no me crees, realmente es mentira y no puedo mentirte a ti porque me conoces demasiado como para darte cuenta de que estoy intentando remar este párrafo porque no tengo ni puta idea de qué decirte para que vuelvas y te sientes a mi lado riendo y haciéndome sentir la mujer más feliz del planeta. Oye, yo no necesito que me salves, sólo necesito que te quedes a mi lado mientras yo intento salvarme por mi cuenta.
No he vuelto a las cuchillas, no tienes de qué preocuparte, no quiero volver a eso tampoco y espero que me creas, es lo único en lo que no te mentiría. ¿Puedo recuperarte? Está bien que me hayas hecho daño con las estupideces que dijiste ese día, pero amor no importa, yo sé que no lo sientes y confío en que nunca jamás volverás a hacerlo. Me has hecho más bien que daño, te necesito conmigo y tú me necesitas, no lo niegues porque ambos sabemos que somos el escape de la realidad del otro.
Si no quieres verme, lo entiendo. Mentira, no lo entiendo. Pero quiero decirte que pase lo que pase aquí estaré para ti, y no pretendas que me olvide de absolutamente todo, ¿vale? No lo haré, porque no quiero y porque no es la forma de resolver las cosas. Y si quieres hablar por aquí, hablemos por aquí. Puedes dejarme la respuesta en mi casillero y con gusto te responderé, no hace falta que nos veamos (admito que si me hace falta, pero si no quieres tenerme frente a ti lo entenderé). Espero que tus ojos miel vuelvan a cruzarse con los míos porque la mejor decisión que he tomado en mi vida ha sido confiar plenamente en ti.
Julian, recuerda que no puede llover para siempre y que para obtener el arco iris debemos soportar la tormenta. Te amo muchísimo más de lo que podría expresar en una carta.
Siempre tuya, Ori."
Doblo la carta y la dejo sobre el escritorio mientras emprendo una búsqueda dentro de mis cajones para obtener un sobre que sé que he visto pero no sé dónde está.
—¿Ori?
Salto de la silla al ver a Matu parado frente la puerta.
—Oh, nene me asustaste.
Ríe.
—¿Quieres jugar conmigo a los video juegos de Luca?
Alzo ambas cejas.
—No quiero meterme en su habitación.
—No va a volver, tranquila —dice agitando las manos—. Peleó con mamá y armó un bolso, quizá tarde días en regresar.
Mi boca se abre un poco formando una pequeña O.
—Qué.
—Que peleó con...
—Ya entendí, Matu. —Saco el sobre y lo coloco sobre el escritorio cuando me pongo de pie—. Ve poniendo el juego y organizando todo, ya iré.
Alza sus brazos indicando que ha ganado y corre fuera de mi habitación. Me golpeo la frente un par de veces antes de meter la carta dentro del sobre y relamo los extremos para cerrarla por completo, la escondo dentro de mi diario íntimo y apago las luces para irme detrás de Matheo.
No me pregunten para qué es el círculo o la cruz en los controles cuando se trata de un juego de carreras, en lo único que puedo concentrarme es en que Julian me crea plenamente cuando le digo que no he vuelto a cortarme. No me siento bien mintiéndole a él, lo detesto. Pero sólo existe una forma de recuperarlo y es haciendo que se sienta a gusto conmigo, y con "sentirse a gusto" me refiero a que no piense que me lastima, que fue la razón para que volviera a las cuchillas y que menos crea que deberíamos estar alejados.
—Vas en contramano, Ori —dice Matu riendo.
Alcanzo a esbozar una pequeña sonrisa cuando doy vuelta el coche y me encamino hacia la meta, lo cierto es que voy dos vueltas más atrás que Matu y bueno, nunca fui la mejor en estas cosas y tampoco puedo serlo ahora mismo.
—Eres pésima. —Deja el control sobre el suelo y se echa hacia atrás.
Lo observo con ambas cejas en alto.
—Qué.
—Gané.
Relajo los hombros y suelto el control para que caiga sobre mis piernas.
—No es justo.
Sus cejas se juntan por un momento.
—Lo es, sólo que tú eres malísima.
Largo una risotada.
—Vete al diablo.
—¿Quieres la revancha, nena? —Alza las cejas varias veces.
—Eres de lo peor, vamos ponme en otra carrera y te daré una paliza.
Mi estómago ruge con fuerza haciendo que Matheo voltee a verme.
—¿Qué fue eso?
Me encojo de hombros haciéndome la desentendida, sus ojos se dirigen a mi vientre y luego frunce su ceño.
—Entonces mamá no miente cuando dice que tú no comes.
Alzo ambas cejas y aparto la vista hacia mi control como si de repente fuera lo más interesante de la habitación.
—Si como, Matu. Mamá siempre exagera las cosas.
—No comes, tu estómago hace grrr —gruñe durante unos segundos—, siempre hace esa cosa y tú pones cara de "muero de hambre, pero soy obesa". Y no eres obesa.
Me sorprende su forma de hablar así que río.
—¿De qué hablas, idiota? —Pregunto bromeando.
Comienza a configurar el juego para volver a correr otra carrera de cinco vueltas en París.
—De que crees que eres gorda y no lo eres, Ori. Puedo ser un nene, pero no soy tonto como todos piensan aquí.
¿Ven que en menos de un día llegaron a más de 95 votos? Por eso, ahora vamos a los 100 votos :3
ESTÁS LEYENDO
Desapercibida (Adaptada) / SIN TERMINAR
RomanceNO ESTÁ TERMINADA. POR AHORA SE CANCELA LA HISTORIA; NO LA VOY A SEGUIR. POR FAVOR, NO SE QUEJEN SI IGUAL DECIDEN LEERLA. GRACIAS. Ella se ve fría, pero no lo es, en realidad es muy dulce y tierna. Solo tiene miedo que la lastimen. ADAPTADA