[Maraton 6/10]
"Quizá solo tengamos una oportunidad en la vida, peor para ti si no sabes aprovecharla."
-¿Qué te gustaría comer? -Pregunto tomando el teléfono.
Oriana niega repetidas veces con la cabeza y baja la mirada. Me pregunto por un momento que es lo que está pasando por su mente, pero no quiero meterme demasiado en su vida, tengo que dejarla que confíe en mí, no acosarla todo el tiempo.
-¿Pizza? ¿O quieres que pidamos otra cosa?
Vuelve a negar con la cabeza, pero esta vez alza la mirada y se topa con mis ojos miel a su espera. Alzo la barbilla indicándole que hable. Ella solo vuelve a negar con la cabeza y se apoya contra el respaldo del sillón.
-No tengo hambre.
Ladeo la cabeza y le hago burla en un susurro.
-Sabes que voy a obligarte a comer, así que es mejor que elijas tú la comida.
En sus labios se asoma una pequeña sonrisa. Le sonrío también y muevo el pie con impaciencia.
-¿Pizza?
Asiente levemente.
La pizza tarda cuarenta y cinco minutos en llegar a casa. Justo cuando la moto del hombre cubierto de negro aparca en la entrada, mi mamá va bajando del auto. Oriana se choca contra mi espalda cuando me detengo en la puerta abierta, se ríe y luego asoma la cabeza por sobre mi hombro. También me río y echo el brazo hacia atrás para moverla, su risa sigue haciéndose presente en la puerta.
-Estás loca.
-Ten cuidado, la locura se contagia.
Me río y saludo al hombre que me entrega la pizza. Intercambiamos, yo le doy el dinero y él me da la pizza humeante. Oriana se agarra de mi hombro para observar al hombre, que le devuelve una mirada divertida.
Ella es unos cuantos centímetros más baja que yo y cuando viste con esas zapatillas planas, se ve aún más pequeña, por lo tanto, me llega al hombro y tiene que ponerse en puntillas de pie para poder ver fuera.-Gracias.
-A ustedes, chicos.
El hombre se da media vuelta y asiente en modo de saludo cuando ve a mi mamá acercarse. Siento las zapatillas de Oriana chocando contra el suelo mientras intenta observar por encima de mí. Me río y volteo. Alza la barbilla y achica sus ojos.
-Malo. Quería ver si era atractivo.
Largo una risotada mientras la empujo dentro para que mi mamá pueda entrar a la casa.
-Yo soy más lindo. -Le guiño un ojo.
Se muerde el labio inferior y aparta la vista a mi mamá que cierra la puerta y se da la vuelta para sonreírle a Oriana. Me muevo dentro de la cocina y busco tres pequeños platos para almorzar, solo espero que mamá no se de cuenta de que no hemos ido al colegio, solo eso. No suelo estar en casa cuando ella llega.
-¿Cómo has estado?
Cuando vuelvo, mi mamá y Oriana están sentadas a la mesa hablando. Ella le dedica una sonrisa simple y tierna que la hace parecer más una nena que una mujer y mi mamá le devuelve una sonrisa de admiración mientras la escucha con paciencia.
-Valía esperarme.
-Si no hemos comenzado a comer, no seas enojón -dice mi mamá. Me golpea el brazo y se ríe.
Oriana suelta una pequeña risita y a continuación se muerde el labio.
Pongo la caja con la pizza sobre la mesa y reparto los tres platitos. Me doy media vuelta para salir del comedor e ir en busca de los vasos y las servilletas.
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Desapercibida (Adaptada) / SIN TERMINAR
RomanceNO ESTÁ TERMINADA. POR AHORA SE CANCELA LA HISTORIA; NO LA VOY A SEGUIR. POR FAVOR, NO SE QUEJEN SI IGUAL DECIDEN LEERLA. GRACIAS. Ella se ve fría, pero no lo es, en realidad es muy dulce y tierna. Solo tiene miedo que la lastimen. ADAPTADA