Desapercibida (Adaptada) / SIN TERMINAR

Capítulo 32 (Segunda Temporada)

"Look how happy you make me."

Retrocedo alejándome de él sabiendo que muchos estudiantes nos tienen como el centro de atención. Julian camina hacia mí, por lo que aprovecho a correr de él. Volteo la cabeza para verlo y su cuerpo a lo lejos me indica que estoy haciendo las cosas completamente mal, lo sé y no puedo evitarlo. Mi paso se detiene cuando me llevo a Maxi por delante y salgo despedida resbalando en el suelo. El amigo de Julian frunce el ceño y me tiende una mano para ayudarme a ponerme de pie.

-Disculpa.

Observo hacia atrás y diviso a Julian corriendo hacia nosotros.

-Fue mi culpa, está bien -dice amablemente.

-Tengo que irme, luego te veo.

Hago amague de seguir corriendo para escapar de Julian, pero su mejor amigo me sostiene del interior del codo. Cierro los ojos suavemente.

-Gracias -dice Julian agitado llegando a mi lado.

Abro los ojos para ver como Maxi le sonríe levemente y luego me observa apenado.

-Dale una oportunidad -me dice en un susurro y luego me suelta.

-No quiero hablar, Julian.

Me resigno a escucharlo, aunque sepa que es lo mejor y lo que debería hacer en este momento.

-Entonces, ¿qué es lo que quieres?

Maxi se retira casi sin ser pasado desprevenido. Yo me limito a negar con la cabeza.

-Quiero que ya dejemos esto, no podría funcionar.

-Puede funcionar, Oriana, pero tú no quieres hacerlo funcionar.

Vuelvo a negar con la cabeza.

-¿Tengo la culpa?

-No, claramente no la tienes -dice revolviéndose el cabello-. Ya me sé el libreto, nena. Yo sé lo que va a ocurrir luego y ya estoy cansado.

-Ya me lo has dicho, ya lo tengo claro. Si estás tan cansado, ¿por qué no te alejas?

Cierra los ojos un minuto haciéndome contemplar la idea de volver a escapar.

-No sé cuantas veces tengo que decirte que te amo, Oriana.

Abre los ojos justo cuando yo retrocedo para irme. Estira su brazo y me tiende una mano, cruzo los míos para resistirme a tomarle la mano.

-Estoy sufriendo.

-Sufres porque quieres. Yo te he dado todo de mí, no te lo estoy reclamando. A mí me hace feliz darte todo, estar contigo, te necesito. Detente a pensar cómo me siento yo cada vez que me pides distancia.

-¿Mal?

Asiente lentamente y se acerca unos pasos hacia mí, mueve la mano pidiéndome que la tome.

-Quiero terminar con esto, vamos.

Me señalo y luego lo señalo a él preguntando si quiere que terminemos nuestra relación. Niega con la cabeza.

-Con el drama.

Suspiro. Me he asustado, ¿de qué? Y por un momento me detengo a pensar que es así como él se siente cuando yo le pido que nos alejemos, que nos separemos.

-Aquí el problema no eres tú -murmuro cuando toca la campaña-. Tienes que alejarte de mí porque te hago daño, no quiero que te vayas, pero quiero que seas feliz. Estás a tiempo, vete. Luego de unos años vas a olvidarte de mí, seguirás con tu vida y cuando te detengas a recordarme verás que tenía razón.