—Buenos días señor Jeon.
—Buenos días— respondió una vez que el ascensor se detuvo en el piso de su oficina—. ¿Alguna reunión o algo que deba saber que tenga que hacer recientemente? Porque la verdad no estoy de humor en estos momentos.
—De hecho sí señor, hay una reunión con las personas de Calvin Klein para una nueva campaña— respondió una de sus tantas secretarias.
—¿Hora?
—11:30am señor.
Jungkook solo asintió con un leve movimiento de cabeza para dirigirse a su oficina, despojarse de su saco y comenzar con los múltiples trabajos que tenía para el día de hoy. Reuniones, papeles que firmar, sesiones fotográficas, supervisar que todo esté en orden, más reuniones, más papeles que firmar, más de todo. Ése era su día a día.
Pasaron una, dos, tres horas hasta que tocaron la puerta.
—Adelante.
—Señor, quería recordarle de la reunión- dijo la chica que se encontraba frente a su escritorio. —Además...
—¿Quieres algún permiso?
La chica levantó su cabeza mirándolo sorprendida por haber adivinado lo que tenía miedo a pedirle porque sí, Jungkook era un jefe muy estricto y debías de darle una razón, la cuál él considerara, que fuera aceptable para poder ortogarte algún permiso o pase.
—Señorita Lee, no tengo todo el tiempo del mundo—. Habló dejando de mirar los papeles que hasta hace poco se encontraba detallando para mirarla fijamente con su barbilla apoyada sobre el dorso de sus manos entrelazadas, cuya pose lo hacía ver muy autoritario e intimidante.
—Señor... es que...— era muy díficil hablar si lo tenías mirándote de ésa manera.
Jungkook sonrió con sonra al ver el efecto que éste ocasionaba en su secretaria, amaba hacerlas sentir así, hacerles entender que él tenía el poder si así quería. —Puede hablar, no muerdo, bueno... si que lo hago, pero éso sólo en una situación en específico, sabe de qué hablo ¿no?— preguntó sonriendo de manera coqueta y con una de sus cejas levemente levantadas.
Las mejillas de la chica se tornaron de un color rojizo gracias al comentario de su jefe, ella sabía perfectamente a lo que él se refería, pero también sabía que él era un hombre realmente seductor... «Quisiera saber cómo se siente éso señor Jeon» pensó.
—Si que se lo imaginó señorita Lee.
—¿Disculpe?— preguntó ella bajando la mirada y colocando un mechón de su cabello tras su oreja.
—Le doy el permiso si me dice lo que realmente pensó— le ofreció levantándose de su silla, mientras que a pasos lentos y cortos se acercaba al borde de su escritorio, cerca de donde se encontraba aquella chica penosa e inocente—. ¿Qué dice? Pienselo bien, le doy... cinco segundos, uno, dos...
—No pensé en nada señor.
«Mentira» afirmó él para sí mismo. — Tres, cuatro...— sonrió, ésa maldita sonrisa de cazador antes de cazar a su presa —, no tengo todo el tiempo, así que... cinco.
A paso rápido y en un abrir y cerrar de ojos Jungkook se encontraba a tan sólo centímetros de ella, era aún más intimidante por la diferencia de altura, ella sólo podía quedarse estática, moviendo sus ojos a cada centímetro de su cara, empezaba mirando ambos ojos, «Su mirada está aún más oscura» se dijo, continuó con su nariz y luego llegaba a sus labios, en los cuales su mirada permanecía más tiempo en éstos.
—Pruébalos si quieres— le dijo Jungkook con voz ronca—, sé que lo quieres hacer, sino, no estarías mirándolos tantos, además... también sé que quieres que te muerda, pero no soy vampiro, no lo hago así como así, lo hago en la intimidad, lo hago para probar a mi presa y si usted quiere ser una de ellas pues no tengo ningún tipo de problema—. Habló para luego atacar sus labios.
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Hunter | JJK [+18] ©
Fanfiction¿Es posible sentir atracción hacía una persona que odias? Tal vez ése odio puede ser sólo un disfraz para no demostrar lo que en verdad sientes, es como un chaleco antibalas, está para protegerte, para que no te lastimen. Sin embargo, siempre hay...