Hunter | JJK [+18] ©

Capitulo 44.

La noche era mágica, la música resonaba por todo el lugar, las personas bailaban y bebían sin preocupaciones, algunas coqueteaban, otras desaparecían por alguna de esas puertas en la segunda planta y nosotras no nos quedabamos atrás. Antes de quedarnos aquí habíamos ido al nuevo lugar que habían abierto estilo latino, la pasamos muy bien pero de pronto decidimos seguir probando otras cosas hasta que llegamos aquí, un club variado, había para todo el mundo y estaba hasta rebozar de personas, era el lugar ideal para una despedida de soltera y para unas chicas de gustos diferentes.

Me encontraba bailando junto a Megan ésa famosísima canción Despacito, para ser sincera me gustaba más el remix que la original, me provocaba algo que la otra no.

«Admítelo, es por Justin Bieber»

Bueno, si. ¿Hay algo que ése hombre no haga bien?

—DES-PA-CITO— canté mientras le bailaba a mi amiga —, PASITO A PASITO, SUAVE, SUAVECITO...— mi español no era muy bueno, pero hacía el intento.

—No puedo creer que estemos aquí despidiendo mi soltería— habló ella cerca de mi oído para oírla mejor.

—Disfruta amiga porque hoy es la última noche en donde dejarás de pensar en ser la tía soltera y millonaria— respondí de la misma manera.

—¡Tonta!

Le había agarrado un cariño enorme al género K-pop, por ser extranjera se me dificultaba un poco pero ahora que trabajaba en una empresa bailando y creando coreografías para algunos idols debo confesar que hay un buen futuro para todos ellos. Las letras y sobre todo los ritmos que se mezclaban en ellas me hacían bailar cada vez que las escuchaba en algún lugar, como ahora y aunque no me crean, mis amigas se encontraban bailándolas conmigo, ellas hacían algún que otro paso y me pedían que les enseñara, obviamente no me negué, amaba enseñar y más si era algo que me gustaba tanto como el baile, pero por supuesto no pasé desapercibida para algunas personas que me rodeaban.

—Disculpa, ¿Eres Sabrina Fox?— preguntó una chica sonriendo.

—Si, soy yo— afirmé de la misma manera.

—¡Ay, no puede ser!— dijo emocionada haciéndome reír —. Amo mucho tus coreografías, gracias a ti me dediqué a lo mismo y es una manera de liberarme, me siento muy bien.

—¡Me alegra mucho oír éso!— dije al igual de emocionada que ella.

—¿Podemos tomarnos una foto?— preguntó un chico que la acompañaba, asentí levemente con amabilidad y nos tomamos aquella apreciada foto —. Eres muy hermosa...

—Muchas gracias— respondí con una pequeña reverencia.

Rose se acercó a mí señalando a mi lado a un grupo de personas que también se miraban emocionadas por mi presencia en el club, me saqué unas cuantas fotos y al darme cuenta literalmente había una fila esperando por lo mismo, tanto así que la seguridad del lugar tuvo que acercarse para ayudarme llamando la atención del dueño que se encontraba en uno de los lugares vip, mismo que también nos ayudó a estar más en privacidad para seguir disfrutando dándonos uno de esos pases.

—No sabía que personas famosas frecuentaban mi club— dijo con una sonrisa enorme.

—No soy una persona famosa— negué.

—Yo creo que sí— dijo mirando a la multitud —, aunque no lo creas sé quién eres. Mi hijo es muy fan de ti también y siempre anda mostrándome vídeos de tus coreografías.

—¿En serio?— preguntó con un poco de vergüenza haciendo que él asintiera —. Debería de mandarle un autógrafo a ése chico, eh.

—Creéme que le encantaría— dijo con una sonrisa —, ahora las dejo seguir disfrutando de la noche y no se preocupen, la casa invita, felicitaciones por sus bodas— habló mirándonos.