Bajé las escaleras porque un ruido proveniente de la cocina llamó mi atención, al despertar no encontré a mi futura esposa a mi lado así que supongo que debe ser ella quién está ahí.
—¿Amor?— llamé pisando el último escalón —¿Qué haces?
—Oh— dijo asomándose —, lo siento. ¿Te desperté?
—Un poco, sí— dije riendo.
—Salí a comprar unas cosas al supermercado.
—¿Manejaste hasta allá?
—Si, me levanté temprano y llevo rato desde que llegué.
—¿Por qué no me pediste que te acompañara?
—Porque te ví dormir tan plácido que obviamente supuse que estabas cansado— dijo mientras echaba más mezcla en el sartén para hacer otro panqueque.
—¿Cansado yo?— pregunté de brazos cruzados recibiendo un asentamiento de su parte con una sonrisa —. Por dios Brina, yo no me canso por éso.
—¿Ah no?
—No... y si quieres puedo demostrarlo— hablé colocándome detrás de ella.
—¡Estoy cocinando Jungkook!— dijo entre risas.
—Que yo sepa, cocinas con las manos, no con otra parte de tu maravilloso cuerpo.
—¿Y qué tienes en mente?
Sonreí pícaramente y me arrodillé teniendo su trasero frente mi rostro, llevé mis manos al borde de sus bragas porque únicamente tenía mi camisa cubriendo todo su cuerpo y cabe destacar que aún nos encontramos aún en la casa de la playa.
Bajé sus brazos abriendo un poco más sus piernas mientras ella aún cocinaba pero me miraba de reojo sin entender qué pretendía, pronto lo sabría. Acaricié sus muslos, los besé, los mordí y lamí, me senté en el suelo dando la espalda a la cocina mientras mi cabeza estaba entre sus piernas justo en frente de su feminidad.
—Jungkook...— me llamó en un suspiro.
—Shhh, sólo sigue cocinando.
—Estas ahí, no voy a poder...
—Es una orden— dije interrumpiéndola.
Si, amaba ser el autoritario de la relación, aunque tampoco me excedía y a veces le dejaba ése papel a ella.
Comencé a lamer lentamente sus labios mientras mis manos aún seguían acariciando sus muslos sintiendo su piel erizándose bajo mis palmas, sonreí por satisfacción para luego abrir paso con mi lengua hasta su botón lamiendo con velocidad y chupándolo de vez en cuando. Por un momento sus piernas comenzaron a flaquear pero tras una nalgada entendió que debía seguir con la orden que le había dado hace unos segundos, podía oírla suspirar, podía sentirla temblar e incluso podía saborear como poco a poco se mojaba cada vez más dándome el gusto de probarla completamente.
—Mejor controlate porque no quiero que acabes tan pronto.
—Pues... no me lo estás poniendo... fácil, Jungkook~
—Es la idea— dije con una sonrisa —, veamos cuánto aguanta la señora Jeon, además— otra nalgada más —, yo no me canso por tener sexo con mi mujer para que te quede claro, así que ve ésto como un castigo por haber dicho que lo estaba.
—Pero yo...
Tercera nalgada.
Seguí haciendo mi trabajo mientras a cada minuto que pasaba mi miembro se endurecía por oírla disfrutar, sin embargo yo era lo de menos porque ahorita mi prioridad era ella. Detuve todo mi movimiento oyendo una queja de su parte haciéndome sonreír y levantandome del suelo para volver a estar detrás de ella pero ésta vez con mi mano dando círculos en su clitoris, mi lengua ahora jugaba en su cuello dando lamidas lentas y tortuosas.
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Hunter | JJK [+18] ©
Fanfiction¿Es posible sentir atracción hacía una persona que odias? Tal vez ése odio puede ser sólo un disfraz para no demostrar lo que en verdad sientes, es como un chaleco antibalas, está para protegerte, para que no te lastimen. Sin embargo, siempre hay...