Hunter | JJK [+18] ©

Capitulo 40.

—¿Almorzamos juntos?

—¿Ahora invitas a tu jefe a almorzar?— pregunté.

—Si, ¿Qué tiene de malo?

—Jin, por favor— dije dejando de hacer lo que hacía cuando entró a la oficina —, desde que entraste a trabajar aquí nunca me has invitado a almorzar, pocas veces aparecías en la oficina, eres un miedoso.

—¿Miedoso yo?— preguntó ofendido parándose delante de mi escritorio —. Lo dice el que no le ha pedido matrimonio a su mujer.

—Éso es... es diferente.

—¿Diferente?— asentí —¿Qué tan diferente?

—Muchisímo— exageré —. No le he pedido matrimonio porque no ha llegado el momento, es todo.

—¡Deja de mentirte Jungkook!

—Hyung...

—Tienes miedo, acéptalo.

—¡Está bien, si!— confesé poniéndome de pie y mirándolo fijamente —. Si, tengo miedo. ¿Qué pasa si no me acepta? ¿Qué pasa si no está lista? ¿Qué pasa si las cosas no salen como estaban planeadas?

—Las cosas salen mejor cuando no las planeas tanto, que te lo digo yo— dijo sirviendo dos vasos de whisky —, mírame, ya pronto me voy a casar con Megan y mi propuesta fue simple y casi improvisada porque no soy meteorólogo para saber que iba a llover pero ése no es el punto, sino que si lo planeas tanto ahí si te digo que pueden salir mal las cosas.

Suspiré después de beber un trago del líquido que ahora pasaba por mi garganta y la quemaba sin piedad. Jin tenía razón, planear tanto puede causar que todo se vuelva de al revés pero, ni siquiera sé en dónde o cómo pedírselo, él si lo sabía, lo único improvisado fue la lluvia que a mi parecer no fue tan mala porque a pesar de terminar empapados por ella y según lo que me contó, tuvieron una muy buena noche luego de llegar a su casa.

«¿Pero qué nos asegura que a nosotros nos salga así o mejor?»

Exacto.

Por primera vez en tanto tiempo no sabía qué hacer ni cómo resolver lo que tenía pendiente.

«Creo que hay alguien que nos puede ayudar con éso...»

Y como si un foco de luz se haya encendido justo sobre mi cabeza, bebí lo que quedaba de whisky de un sólo trago, me encaminé a tomar mi saco y colocarmelo pero antes de poder salir de mi oficina, Jin me detuvo.

—¿Tuviste una idea?

—No, bueno si... algo parecido.

—¿Me contarás?

—Luego.

—Está bien, no conduzcas como un loco— dijo sonriendo para luego dejarme ir.

Me dirigí al ascensor para subirme a el junto a otros empleados, dentro de éste todos estaban alejados de mí como si tuviera algún tipo de enfermedad contagiosa, pero sabía que no lo hacían por mal sino que lo único que querían era mostrar respeto y aunque fuera así, no me gustaba.

—Que sea su jefe no significa que dejen de hablar sobre sus cosas cuando estemos en un momento así, tampoco que literalmente quieran traspasar las paredes metálicas sólo para darme espacio o demostrar respeto— dije riendo —, despeguense de ahí.

Mientras lo decía sujetaba sus brazos para arrimarlos hacía mí con una sonrisa, aunque ellos seguían aún muy erguidos.

—Se los digo en serio. Hay muchas maneras de mostrar respeto y aunque estoy claro que es lo que quieren hacer, me incomoda, así que sólo relajense— dije mirándolos.