Capitulo 30.

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Al llegar a la empresa miles de personas de la prensa me esperaban en la entrada, de verdad iba a ser todo un reto pasar entre toda ésa multitud.

Los rumores se hicieron más fuertes con el paso del tiempo y las salidas más continúas con Haneul a tal punto de llegar a vigilar mi departamento, mi casa y ciertos sitios a los que frecuentaba mientras por supuesto obtenían fotos de ambos. Si, la había llevado a mi casa, había conocido a mi nana, había conocido a mis amigos y estábamos más juntos de lo que pesaban.

—Le avisé a los de seguridad para que vinieran aquí— habló Evans —, están locos por obtener respuestas.

—No tienen vida social ninguno de ellos— hablé fastidiado de tanta atención mirando por la ventana del auto.

—Ahí vienen, hay que avanzar rápido señor.

Asentí levemente con la cabeza y suspiré fuerte, Kang y Evans habían salido primero para ponerse de acuerdo con los de seguridad. Todos los hombres hicieron una especie de barrera desde la puerta de donde estaba hasta la entrada de la empresa para que yo pudiera pasar entre ellos sin ningún tipo de problema.

Salí del auto y todos los flashes dieron en mi rostro, bajé mi cabeza para que éstos no molestaran mis ojos mientras me molestaba cada estúpida pregunta que hacían y éso lo hacía notar por mi cuerpo que estaba en modo defensa. Mis manos estaban en forma de puños, mis hombros totalmente rígidos, mi lengua inconscientemente jugaba con mi mejilla, tronaba mi cuello muchas veces, lanzaba miradas de mala gana a algunas personas, todo éso con la esperanza de que me dejaran en paz por una maldita vez, pero sabía que era en vano.

¿Cuánto llevan de relación? ¿Ella es de familia rica? ¿Tienen la misma clase social? ¿Qué pasó con sus otras aventuras? ¿Es sólo de momento? ¿Se van a casar? ¿Tendrán hijos?

Repito, preguntas estúpidas.

Una vez dentro de la empresa y con las puertas de cristal cerradas a mi espalda giré la cabeza levemente para mirar a ésa gran multitud, no paraban, seguían gritando y pidiendo respuestas como si ése era su problema, no me importaba que fuera su trabajo, estaba al borde de mandar a la mierda todo pero al dar algunos cuántos pasos hacía la entrada una voz detuvo todo movimiento.

—Jungkook...

Mi vista se dirigió a aquella persona viendo que a su espalda habían otras que conocía muy bien.

¿En qué momento...?

—Hyung... ¿Qué haces aquí?— le pregunté al pelinegro.

—Vine a verte, todo es una locura en éste momento.

—¿Me lo dices o me lo preguntas?— bromeé.

—¿Todo bien?

—De maravilla.

—Jungkook— ésta vez no era Jin, sino la mujer rubia que me había roto el corazón en mil pedazos —, pensé que no vendrías hoy.

—Pues, aquí me ves— me señalé —. ¿Qué haces aquí? ¿No estabas de gira?

—Ya terminó...

—¿Ya pasaron los tres meses tan rápido?— preguntó sorprendido.

—¿Acaso estás tan sumergido en el trabajo que no te diste cuenta?— bromeó ésta vez ella.

—No sólo éso, sino que con las salidas con Haneul, todo éste alboroto, la empresa, reuniones pues... se me pasó volando el tiempo— dije sin importancia.

—Cla... claro— dijo agachando su cabeza —. ¿Cómo es éso?

—¿Éso qué?— pregunté confundido.

Hunter | JJK [+18] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora