Aparqué mi auto en frente del gran lugar esperando a que el valet parking se acercara a mí, una vez lo hizo le entregue las llaves.
—Bienvenido señor Jeon— dijo éste haciendo un reverencia.
—Muchas gracias— le respondí del mismo modo —. Ya sabes con cuidado, ¿No?
—Si señor, por supuesto— habló notablemente nervioso.
—Es una broma chico, no te preocupes— le dije sonriendo —. Es algo material, nada que no se puede arreglar.
—Está bien señor.
—Ya, tranquilo— dije entre risas —. Oye, ¿Hay muchas personas ya?
—Así es señor.
—Chico ya deja lo del señor, no estoy tan viejo.
—Discúlpeme señ... discúlpeme.
—Tranquilo, buenas noches.
—Igualmente señor.
Lo miré con una cara de obviedad pero sin quitarle lo divertido a la situación. Era gracioso que algunas personas se pusieran nerviosas por mi presencia, pero a veces era tonto, porque por favor, no soy una mala persona, no soy ni el mismísimo Rey de Inglaterra o lo que sea.
Una vez entré por las puertas de cristal (no sin antes colocarme mi antifaz), miles de flashes llegaron a mi rostro, como era de esperarse habían personas de la prensa, claro, era un evento muy importante. Dí mi mejor sonrisa tratando de fingir que casi no me quedaba ciego, unas cuantas poses por aquí, otras por allá, sonrisa, sonrisa y listo. Me hubiese marchado de ahí si no hubieran dicho aquel nombre...
—Señorita Fox por aquí— dijo uno.
—¡Sabrina por aquí!— dijo otro.
—A ver señores calmense, tendrán sus fotos– habló el que supongo yo era una de los organizadores del evento.
Mi mirada cayó en ella.
¡Dios!
Ése vestido dorado brillante con espalda descubierta le quedaba como un guante, estaba increíblemente increíble, su cabello recogido en una coleta y con ligeras ondas la hacían ver delicada, pero yo perfectamente sabía que no era así, ése escote en v me aniquilada y aquel antifaz dorado haciendo remarcar más sus ojos junto con el maquillaje oscuro. Maldita sea.
Me le hubiese quedado mirando más tiempo si no me seguían llamando, pero agradecía en cierta parte que haya sido así. ¿Cómo pudieron darse cuenta que era yo? No tengo la más mínima idea.
—¡Señor Jeon! ¡Señor Jeon!
—¡Por aquí por favor!
Sonreí a las cámaras una vez más pero mientras éso, podía sentir una mirada en mí. Sabía perfectamente quién era.
—————
¿Cómo podía verse tan bien?
Era imposible.
El rojo le quedaba muy bien y me lo deleitaba en cada pose que hacía para la prensa. Él tenía que ser un delito definitivamente.
—¿Vamos?
—¿Eh?— miré a Yoongi confusa.
—Que vamos, tenemos que entrar— me habló cerca del oído mientras me sujetaba la cintura y me guiaba con su mano.
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Hunter | JJK [+18] ©
Fanfiction¿Es posible sentir atracción hacía una persona que odias? Tal vez ése odio puede ser sólo un disfraz para no demostrar lo que en verdad sientes, es como un chaleco antibalas, está para protegerte, para que no te lastimen. Sin embargo, siempre hay...