Capitulo 21.

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—¿Te sientes mejor?— me preguntó Namjoon.

—Si... es sólo que aún sigo en shock ¿Sabes?

—Me imagino que es normal linda, está bien, aquí estoy para ti.

—Gracias Namjoonie— dije con una sonrisa acercándome a él —, pero... ¿Sabes qué me haría sentir muchísimo mejor?

—No— dijo con una sonrisa de lado, claro que lo sabía —, a ver, dime.

—Un besito.

—¿Un besito?— preguntó riendo —¿Quieres un besito?

Y como niña pequeña asentí como si de un dulce se tratase, él simplemente sonrió y colocó sus manos en mi cintura acercándome completamente a su cuerpo delicadamente y me besó. Era un beso tierno y delicado, mis brazos se enrollaron en su cuello y ambos sonreímos sobre nuestros labios al separarnos.

—¿Quieres comer algo?

—¿Vamos por unos pansitos de chocolate y un café donde siempre?— pregunté emocionada.

—Lo que quieras princesa.

—¡Gracias!

Subí las escaleras a la habitación de Megan y toqué su puerta, no entraría ni loca porque sabía muy bien que Jin estaba ahí, no quería ver cosas que luego me hicieran tener pesadillas de por vida. Después de unos cinco toques mi amiga abrió la puerta dejándome verla con una camisa extremadamente grande que podía identificar como la de su novio.

—¿Qué pasa?— preguntó aún dormida.

—Voy a salir con Nam, ¿Quieres algo?

—¿A dónde van?

—A la cafetería de siempre...

—Entonces si quiero— dijo con sus ojos iluminados —. ¿Podrías traerme unos pansitos de guayaba de ésos que tanto me gustan? Por favor...

—Claro, claro, ¿Y para Jinnie?

—Lo que sea que tenga que ver con la crema pastelera, sabes que la ama.

—Entendido— dije con una sonrisa dándome media vuelta para empezar a bajar las escaleras, una vez con un pie en un escalón me giré y la miré —, por cierto, no quiero sobrinos aún.

—¡Deja la estupidez Brina!— me dijo girando sus ojos y cerrando la puerta.

Una vez en el piso de abajo pude ver que el chico guapo estaba riendo frente a la puerta principal ya listo para salir, me entregó mi saco y mi bolso, era muy caballeroso y amaba que lo fuera.

—¿Vamos?

—Vamos.

Despedimos al portero que amablemente nos abrió la puerta y subimos al auto de Namjoon, en todo el camino hablamos de cosas de nuestras vidas, escuchamos música y hasta me dí cuenta que éste chico tan "tranquilo" sabía rapear, y muy bien, quedé impresionada, era como si fuera otra persona. Muy atrevido me salió el hombre, eh.

—Nam... ¿Por qué renunciaste a la cafetería?

—Por mis padres, necesitaban ayuda en la empresa así que tuve qué— dijo encogiendo sus hombros —, no es mucho mi estilo pero me adaptaré.

—¿Tus padres te apoyaban cuando eras mesero?

—Si, digo... al principio no querían que fuera así porque lo tenía todo pero yo quería también hacer otras cosas, ganar mi dinero, no vivir del de ellos, pero tampoco quería ser parte de la empresa, ésas cosas no me gustan— me explicó.

Hunter | JJK [+18] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora