𝑰𝑵𝑴𝑨𝑹𝑪𝑬𝑺𝑰𝑩𝑳𝑬 || Thorin Oakenshield

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Estar lesionada de una pierna y tener a Thorin como tu mejor amigo, incluiría:

🌿—Yo puedo, yo puedo. —te decias aunque era obvio que no podías dar un paso sin sentir dolor— ... No puedo. Okay te vas a quedar parado alli Thorin ¿o me vas ayudar?

—Te dije que no podrías —murmuró para tomarte en sus brazos— pero la “señorita” queria hacerlo sola.

🌿Cuando va a visitarte te encuentra caminando y te regaña enseguida puesto que debes tener todo el descanso posible.
Pero eso no es opción para ti.

—Sino lo hago yo, nadie en está casa lo hará. —te quejabas pero él hacia oidos sordos y a continuación terminaba de hacer los quehaceres por ti.

🌿—Tu habitación queda en el piso de arriba, deberia quedarme aqui para ayudarte a subir. —no era una pregunta. Sino, un aviso que te daba.

🌿Estabas acostumbrada a moverte por todo el lugar, pero ahora no podias hacerlo asi que te la pasabas cerca de la ventana que daba al jardín, tarareando tu canción favorita mientras dibujabas algo, o cuando mas te aburrías abrías la ventana y alargabas la mano: enseguida la planta que deseabas se aproximaba hacia ti dejando flores que crecian al ritmo de la canción que salía por tus labios.
En solo minutos el marco de la ventana estaba rodeada de flores perfumadas, mientras dejabas que petalos caigan al són de la melodía.

Sentiste entonces la presencia de Thorin que estaba apoyado en el umbral de la puerta, escuchandote.

—Adelante, dí lo que ya ambos sabemos: «mataré dos veces a quien te hizo daño, solo dime que sí» —lo imitaste con voz gruesa y reíste.

—Te lastimaste por él, merece algo peor que eso.

Negaste.

—Nah, fué divertido. Pero no volveré a subir a un caballo en mi vida. Mantener los pies en la tierra es lo mío. —alargaste la mano moviendola con una gracia hermosa, mientras proseguiste con la letra de tu canción observaste como los tallos de flores crecían desde abajo, hacía ti.

—Solo digo que debería cuidarte mas. Es decir, ¿dónde esta ahora?

Reiste mirándolo divertida y con mayor fuerza levantaste los dedos guiando a los tallos que treparon por el techo hasta llegar  sobre thorin y bajando tan deprisa que la explosión de pétalos rojos lo tomó de sorpresa.

—Entonces solo deja que él tome el relevo y venga a cuidarme —respondiste sin molestarte lo mas mínimo— te ves gracioso cuando estas celoso.

Thorin no podía responder ya que aun seguía escupiendo pétalos de la boca, lo cual te causó otra carcajada.
Sin duda, él cobraría venganza cuando estuvieras sana y pudieras correr con tus patitas de garza.

🌿Amabas la repostería pero mantenerte de pie era una tortura, pues todavía el dolor te molestaba.
Asi que el fin de semana Thorin te acompañó haciéndo un intento en seguir tus intrucciones, mientras tú solo lo contemplabas y seguías sentada cerca.

El espectáculo fué magnífico para ti, viéndolo recorrer de un lado a otro por la cocina, preparando la masa en sus intentos de no perder la cabeza, pero a cada segundo se notaba mas el crímen cometido en la cocina para comenzar con su vestimenta cubriéndose mas y mas de manchas y las pequeñas gotitas de masa que surcaban su rostro y podias jurar que su pelo –amarrado hacia atras– tambien los tenía.

—No sé como los panaderos hacen esto todos los dias —se lamento sentándose a tu lado— benditos sean.

Te pareció que Thorin era demasiado tierno cuando intentaba complacerte en algo a lo que no estaba acostumbrado en lo mas mínimo.

—Lo siento, por ponerte en tantos aprietos —dijiste, apoyando tu cabeza en su hombro. Él suspiro e inclinó su cabeza hacia ti.

—Esta bien... Fue... divertido.

Sonreíste y te abrazaste a su brazo, cerraste los ojos y visualizaste la flor favorita de Thorin y cuando los abriste cerca de tus pies crecia aquella flor azul que él tanto admirada y queria. Te inclinaste para tomarla entre tus manos y entonces se la aproximaste a él.

—Gracias —murmuraste cuando él tomó con delicadeza la flor, entonces dejaste un sonoro beso en su mejilla— gracias por hacer lindos estos días. Por cierto... —sonreíste— la pierna dejó de dolerme hace un par de días atras.

Con aquella confesión dicha, saliste corriendo hacia el jardín trasero, dejando a un Thorin boquiabierto y seguramente a punto de comenzar su venganza hacia ti.

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