𝑰𝑵𝑴𝑨𝑹𝑪𝑬𝑺𝑰𝑩𝑳𝑬 || Thorin Oakenshield

-028-🌷

One shot.

La calidez de las sabanas te rodean mientras abrazas una almohada contra tu mejilla.
A fuera el viento sopla y hace mover las ramas de los árboles con fiereza.

Son apenas las tres de la tarde pero te encuentras en la cama, un acojedor sueño te rodea pero aún asi eres incapaz de caer dormida. Estás asi desde hace semanas, en las cuales el lado vacío en tu cama te impide descansar con tranquilidad. Thorin habia viajado de nuevo. Llevaba dias en aquellos viajes solo para que al finalizar partiera de nuevo rumbo a Erebor.

Una vez mas, respiras profundo y te remueves en la cama abrazando con mayor fuerza aquella almohada. Vuelves a cerrar los ojos solo escuchando el sonido del viento contra todo a su paso.

No sabes cuanto tiempo pasa, pero finalmente pareces haber dormido unos cuantos minutos u horas. Sientes unas pequeñas caricias por tu pelo, pero te niegas a abrirlos. Si esto se trata de un sueño quieres disfrutarlo al máximo.

Te sientes tranquila, sosegada. Es como si una cálida protección estuviera rodeandote. Ya nisiquiera sientes el mal tiempo que hace horas amenazaba fuera.

-Thorin... ¿Estás aqui? -preguntas adormilada.

Él se acerca a ti despacio y besa tu mejilla. El toque de su barba contra tu piel te causa una conocida y agradable sensación.

-Estoy aqui mi Reina -susurra, a lo cual sonries.

Te giras levemente hacia él, abres los ojos y efectivamente. No es sueño. Se encuentra junto a ti.

Acaricias su mejilla despacio y pronto su mano atrapa la tuya para finalmente depositar un beso sobre ella.

-¿Qué hora es? -preguntas.

-Casi media noche.

Abres los ojos con sorpresa ¿el tiempo pasó tan rápido?

-Oh... Vaya. No pude dormir en toda la semana -confiesas- nunca logro dormir cuando no estás. -te acercas a él abrazándolo y pronto sus brazos te te envuelven, refugiandote en ellos- ¿Qué se supone que haré en los próximos meses sin ti?

Lo escuchas suspirar con pesadez y su abrazo alrededor tuyo se incrementa.

-Estarás bien -asegura- lo estarás.

Niegas y te separas un poco, lo suficiente para mirarlo a los ojos. Quieres decirle de una y mil formas que no quieres que te deje, que quieres estar con él, hasta podrias ofrecerte a acompañarlo. Pero sabes que un rotundo -no- es la respuesta a todas ellas.

Su mano se elava hasta tu mejilla acariciandola de nuevo.

-Vas a estar bien -repite- puedo asegurarte que cada noche estaré pensando en ti, cuando mire el cielo y las estrellas, iluminas mi vida. Dejemos que ellas brillen para nosotros hasta que volvamos a encontrarnos. Prometo que cada noche estarás en mis pensamientos. Asi como sabes que siempre estaré aqui -Señala tu corazón, no puedes evitar que tus ojos se cristalizen- siempre te acompañaré de una u otra forma, siempre mi amor.

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