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One shot.

Los gritos de ambos eran cada vez mayores. Llegando incluso hasta la casa de los vecinos, era una suerte que ellos no estuvieran alli. Suerte para ellos. No para ti.

Los escalofríos de tu cuerpo no se detenían pero de algo estabas segura: no cambiarias de opinion.

~Y pensar que todo habia comenzado por tan solo cuatro palabras~

Todo comenzó cuando tú y Kili terminaron de comer la merienda de la tarde, el sol apenas se habia puesto pero todavia quedaban rastros de luz.
Fué cuando todavía sentada miraste hacia abajo viendo una extraña y grande figura junto a la pata de la mesa.

-Eso... ¿Eso es una araña? -la sangre de tu cuerpo se enfrió bajando hasta tus pies.

Sí, era una araña.

Kili vino a tu encuentro cuando soltaste un gritito, la arala dió un salto y podías jurar que escuchaste sus patitas chocar contra el suelo. Viste que se detuvo bajo la silla y aún con miedo te volteaste hacia Kili.

-¡Una araña! ¡Trae algo! ¡Rápido! -gritaste sin perder de vista a la gran bestia.
Al instante Kili volvió ofreciéndote una escoba.

-Toma. Mátala. -dijo, lo miraste incrédula y agarraste la escoba.

-¡No quiero matarla! ¡Solo quiero sacarla de la casa!

-¡¿Entonces qué quieres que traiga?!

-Pues no sé, un recipiente. Un basurero, una cubeta. Algo para que ella no pueda... -dejaste de hablar observando el suelo.

No habia nada. Kili seguía hablando pero tú mantenías la boca abierta sintiendo esos horribles escalofríos por tu cuerpo.

-Kili... No está. -la voz te salió demasiado aguda.

-¿Cómo que no está?

-¡Ya no está! ¡Yo la dejé ahí!

Un gran grito tuyo llenó el lugar seguido por un grito de Kili. No por la araña, sino que la fuerza con la que agarraste su brazo lo tomó desprevenido.

Y asi fué como la siguientes horas, ambos -kili a regañadientes por ordenes tuyas- colocaron las cosas con sumo cuidado sobre la mesa, revisando cada detalle de estas.

-Estaba de frente hacia esa pared -apuntaste hacia el armario con vasos y platos- así que debió correr hacia ese lado óbvio.

-¡No vamos a mover todo eso! -se quejó Kili mirando al techo.

-Bueno... Si quieres que mañana aparezca el cuerpo de la araña en la sopa. -te encogiste de hombros como si no te importara. Kili frunció los labiod y sin decir nada más siguió tus ordenes por la próxima hora.

***

La puerta principal se abrió horas después cuando te disponías a dar una vuelta mas por las paredes de alrededor con una lampara. Unos segundos después llegaron hasta la cocina Thorin seguido por Fili.

-Hola amor. -saludaste desde la otra esquina sin poder llegar hacia él por las cosas desordenadas.

-¿Acaso pasó un huracán y no nos enteramos? -bromeó Fili.

-Já. Huracán llamada "la esposa de mi tio"

-¡Te escuché! -gritaste poniéndote de pie y lanzando un trapo hacia la cabeza de Kili.

𝑰𝑵𝑴𝑨𝑹𝑪𝑬𝑺𝑰𝑩𝑳𝑬 || Thorin OakenshieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora