Enamorada de un extraterrestre

Capítulo 50 -El pasado siempre estará presente-💫

Luego de subir aquel camino en punta, finalmente llegué hacia la montaña. Me acerqué cuidadosamente hasta la puerta que había pero no se abría a pesar de que la empujaba con el peso de mi cuerpo. No sabía si estaba bien el haberme separado del grupo de trekking, pero luego de que el guía nos  contara la historia de lo misterioso que era aquel lugar,causó mayor curiosidad en mí.

Estaba a punto de irme cuando vi un pequeño orificio en la puerta, me acerqué y cerré uno de mis ojos para mirar hacia adentro, por desgracia se veía muy poco y opté por intentar abrir nuevamente la puerta, no sé qué hice pero finalmente se abrió. Antes que nada eché un rápido vistazo y como no había nadie más entré.

Tras dar unos pasos me decepcioné totalmente, creí que podría encontrar algo pero no había nada. A medida que iba avanzando la cueva se iba tornando más oscura, al final tuve que encender la linterna del celular y así poder alumbrar de mejor manera. Al focalizar hacia un sector de la pared se veían extraños símbolos y al intentar tomar una fotografía,de manera inesperada alguien toca mi hombro...

Volteo a ver y me encuentro cara a cara con un extraño sujeto, era un anciano que vestía una túnica blanca, usaba barba larga, tes blanca y cabello gris. Con un extraño tono de voz me pregunta.

-Tú,  ¿quién eres? ¿y qué haces aquí?.

-Yo.... disculpe señor, no sabía que usted vivía en esta cueva.

-Yo no vivo aquí, pero el final de los tiempos ha llegado, ellos ya están entre nosotros.

-¿De qué habla?...¿a qué se refiere?
-Extraterrestres. Ellos estuvieron aquí, ¿ves esos símbolos?, son hechos por ellos.-Dice indicando con su dedo índice sobre los sectores que estaban intervenidos.

-Comprendo...

-Tu debes salir de aquí ahora, suelen volver al atardecer.

-¿Qué?, usted dice.... ammm no estoy comprendiendo. -Le digo algo asustada,  parecía un viejo loco pero si eran ciertas las cosas que decía pues, tendría que estar yéndome en estos momentos.

-Son dos seres Extraterrestres que vinieron a investigarnos, yo se que algo quieren. Cada noche llegan hasta este lugar ,una vez dentro toman su forma real,pero al amanecer cambian su anatomía para camuflarse y parecer  humanos. Son los encargados de raptar gente y así venderlos a otras razas y de ese modo obtener beneficios propios, gracias a eso reciben armas y tecnología avanzada.

-¿Eso es real?

-Lo es.

-No sé qué decir...

Estábamos conversando cuando de repente la puerta se abrió. Ambos quedamos asombrados y antes de ser descubiertos, nos dirigimos hacia el fondo de la cueva. Buscamos un pequeño refugio y nos quedamos ahí observando a las sombras que se aproximaban. Quedé asombrada cuando me percaté de lo que eran realmente,  aquel hombre tenía razón. Lo peor de todo es que... uno de ellos era el que me perseguía a todos lados.

-No te muevas,ni tampoco hagas ningún tipo de sonido, ellos perciben todo.

Sólo asentí con la cabeza y seguí viendo lo que hacían, uno de ellos sacó una especie de antena y alzó su brazo derecho para levantarla, esta comenzó a emitir un sonidito que cada vez se hacía más fuerte, luego de eso sacó una pequeña pantalla como del tamaño de una tablet, por lo que vi esta marcaba círculos verdes y rojos,pero predominaban estos últimos. No se que significaría eso, pero en cuánto lo vieron ambos salieron rápidamente hacia el exterior, pero esta vez en forma de humanos.

Cuando por fin nos vimos más seguros ,comenzamos a caminar de manera cautelosa hasta alcanzar la entrada, salimos ambos pero al correr noté que el sujeto no venía conmigo.

-¿No vendrá?,-le grito a un par de metros de distancia, pero el solo quedaba mirándome. Le insistí una y otra vez, pero el tomó su propio rumbo, mi corazón cada vez comenzaba a latir más fuerte y al caer la noche, no sabía a dónde ir ni qué hacer. Corrí rumbo abajo intentando seguir el camino de vuelta, mi celular seguía sin cobertura de señal y no veía a nadie más.

A pesar de que recordaba el camino, de noche se hacía muy difícil. Al momento de escoger el sendero izquierdo o derecho terminé decidiendo el derecho, solo porque es con "d" de diosito. ¡Y si!, estaba tan desesperada que me arrepentía totalmente de haber ido a aquel lugar. El bosque en el que estaba era sombrío, frío, pero al mismo tiempo tranquilo. Estaba claro que no podría llegar a casa,ni encontrar a nadie por lo oscuro que estaba. Sin más, busco algún refugio en medio de los matorrales, extendí el suéter que llevaba enlazado en mi cintura y lo extendí sobre el suelo. Me senté sobre este y luego flexioné mis rodillas quedando estás levantadas para luego rodearlas con mis brazos. Por otro lado, sabía que si me perdía vendrían por mi... o eso esperaba.

A la mañana siguiente desperté, me puse de pie, sacudí mi ropa, peiné mi cabello con mis manos y luego intenté ubicarme en donde estaba, miré mi celular pero seguía sin tener señal, hice una mueca de desagrado y caminé hacia un sector lleno de flores. Eran de color lavanda, quedé asombrada ante tanta belleza. El sol alumbraba mi rostro, provocando en mi un calor sofocante, últimamente andaba muy pensativa y cuestionándome todas las decisiones que había tomado hasta el momento. Minutos más tarde, corté una de las flores y la acomodé en medio de la trenza que llevaba, inhalé profundamente y continué intercalando el césped con mis pies, el cual estaba rodeado de flores y sin dejar de mirar el horizonte.

Extrañamente el sol empezó a alumbrar menos que antes y había viento muy fuerte. Subí la mirada y vi que un objeto que al principio era pequeño, ahora que estaba más cerca se veía más grande. ¿Qué será?, dije entre mí.

De pronto el objeto ya se podía percibir mejor, se trataba de una gran nave espacial, estaba en un estado de stock, en donde no sabía ni que estaba observando en aquel momento, mi piel se erizó hasta que finalmente se estacionó frente a mis ojos. No lo podía creer...