¿Cuatro no es mucho?

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N/A: Buenas, buenas!!!! 

Y FELIZ CUMPLEAÑOS A @JulietaLiendo!!!!! Si lo logré!!! 

Espero que hayas tenido un muy bien cumpleaños, estos dos capítulos son mi regalo para ti, ojala los disfrutes. 

Y para l@s demás, les tengo un aviso importante y una sorpresa. Por favor, lean la N/A que aparece al final del siguente capitulo. Sin más que decir, ojala los disfruten!!!


Un zumbido molesto, muy cerca de su oído fue lo que la despertó.

Su almohada vibraba con insistencia, el sueño de toda chica, si señor.

Poco tiempo le tomó para comprender que no era uno de sus deseos, sino que la estaban llamando y su celular estaba debajo de la almohada.

No se molestó en abrir los ojos, ni en moverse demasiado, pues estaba enredada entre dos pares de brazos y piernas.

Buscó a tientas el aparato para contestar y llevarlo a su oído.

- ¡Yume- chan! - El grito fue lo primero que la recibió. - ¿Cómo es que hiciste una pijamada con Mikey antes que conmigo? No es justo, Yume- chan, eres cruel.

- ¿Emma- chan? - Su voz salió rasposa, somnolienta. Abrió un poco el ojo derecho, para ver directamente a la cara dormida y con la boca abierta de Michan. Bonita primera imagen del día. - ¿Eres tu?

- Si soy yo, Yume-chan. - Le dijo en reclamo. - ¿Cómo pudiste tener una pijamada con los chicos antes que conmigo? ¡¿Con nosotras?!

Yume se aguantó las ganas de meterle el dedo en la boca al teñido, en su lugar se puso boca arriba. Con su movimiento, los dos chicos a su lado se removieron con ella.

- Lo siento, lo siento. - Se disculpó, la verdad no había tenido tiempo para estar con sus amigas, su contacto por mensaje también disminuyó considerablemente. - Juro que no lo planeamos. - Bostezo. Takuya, dormido, le echó la pierna y le pasó el bazo por el pecho. Ella se acomodó para que el brazo de Takuya no le agarrara una chichi. - Mikey le preguntó a sus huevos si podíamos hacer una pijamada y como le dijeron que si, nosotros no pudimos hacer nada.

- O sea, ¿Mikey se quedó en tu casa sin tu permiso? - El tono de la rubia de asombró y desconcierto.

- Bueno, no es mi casa, es la de Michan, pero a él tampoco le pidió permiso. - Yume se acomodó mejor, porque el teñido a su otro lado también le echo la pierna y estiró un brazo que casi le golpea el rostro.

- No puede ser. Esto lo sabrá Shin- nii y el abuelo. - Resopló del otro lado. - Bueno, aún así, ¿Cuándo haremos nosotras una pijamada? ¡Yo también quiero tener una pijamada contigo! - Yume rio entre labios por lo infantil que sonaba la chica, especialmente porque podía apostar a que estaba haciendo un puchero.

Ya empezaba a preguntarse si lo de ser caprichoso era parte de la sangre Sano.

- Una pijamada entre chicas estaría genial. - Afirmó ella, sacándose las piernas y brazos ajenos de encima, ya le pesaban.

- ¡Si, si, si! - La escuchó gritar de la emoción. - Hay que invitar a Hina- chan. ¿La hacemos hoy? ¿La hacemos en tu casa o en la mía? ¿Pedimos pizza? ¿Qué te gustaría comer? ¿Puedo invitar a una amiga?

Yume esperó a que Emma, emocionada, terminara de decirle todas sus preguntas. No quería interrumpirla.

En su lugar, salió de entre los cuerpos de Takemichi y Takuya, para, con cuidado de no pisar a sus amigos, levantarse del sofá cama.

La sexta de la MizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora