Uniforme

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La Mizo estuvo en descanso obligatorio durante un día entero. Faltando a la escuela porque no fueron capaces de levantarse de la cama el día después de la pelea. Gracias a los cielos, Yamagishi y Takuya llamaron a la escuela, con una excusa diferente para cada uno, justificando su ausencia. Para su suerte, era un día de muchas faltas debido a que varios de los alumnos se resfriaron porque la lluvia los atrapo en el festival el día anterior.

La mala noticia es que ni siquiera tuvieron fuerzas para levantarse hasta después del medio día. Y solo porque tenían que comer.

Yume ni siquiera despertó hasta bien entrada la tarde. Los chicos, con una paranoia infantil, revisaban cada 10 minutos, con un espejito, si aún respiraba.

Takemichi despertó antes que ella y les preparó la comida a sus amigos con la promesa de que no volverían a mencionar lo cariñoso que se puso por el medicamento. Y, obviamente, como buenos amigos y hombres de honor que cumplen sus promesas, la Mizo se lo contó a Yume. Fue ella la encargada de molestar al teñido durante todo el día, y parte de la semana, porque de todas formas se iba a enterar, y porque ella no prometió nada a Takemichi a cambio de unos hotcakes.

Después de eso, la Mizo tuvo muy poco contacto con ToMan. Aunque a Yume y Takemichi les hubiera gustado visitar a Draken cuanto antes, los primeros días solo permitían a familiares. Y cuando permitían a los amigos cercanos, la Mizo tuvo que reanudar sus planes.

Al principio los únicos que salían eran Makoto y Akkun, quienes no estaban tan heridos como los demás. Luego les siguieron Yamagishi, después Takuya, y por último Takemichi y Yume. En ese orden. Pues, la Mizo no permitió que Takemichi saliera a otra cosa que no fuera la escuela hasta que lograra cerrar la mano apuñalada en un puño. E hicieron lo mismo con Yume, no la dejaron salir hasta que esta ya no chilló cuando le tocaban las costillas.

Entonces, cuando todos ya estaban de nuevo en las calles, se pusieron a trabajar. Reunieron información, aprovechando para buscar sobre Valhala, encontraron un lugar de reunión y, lo más importante, comenzaron el primer contacto, con los que Yume llamó, "borreguitos".

Aunque todos sabían y estaban conscientes que de "borreguitos" no tenían mucho. Yume los llamó de aquella manera como nombre clave y por un viejo cuento, muy espeluznante por cierto, que les contó. Habían decidido hablar de todo aquello en español, para asegurarse de que no los descubrieran, además de poner nombres clave a todo con base en cosas que solo ellos sabían, se contaron, vieron o inventaron. Esto para asegurarse de que, si alguien sabía español, no pudiera saber de lo que hablaban con facilidad.

Iban a jugar con fuego, así que debían de estar preparados.

Fueron cuidadosos toda la semana, especialmente porque no podían permitir que ningún "borreguito", se enterara de sus planes. Al menos no hasta que ellos encontraran a todos sus "lobos". Así que, solo por esa semana, cortaron comunicación con ToMan, excusándose por tareas atrasadas de la escuela, las heridas que recibieron en la pelea y la anemia.

Incluso Yume apenas y respondía a los mensajes de Emma y Hina, prometiéndoles que se los compensaría con alguna salida genial. Las chicas no se lo tomaron a mal y le mandaron sus buenos deseos para que se recuperara. Yume se sintió como una escoria, y se prometió en silencio que les compraría una torre de helado a ambas.

Y, finalmente, cuando terminaron todo después de cinco días de arduo trabajo entre las sombras y estaban dispuestos a visitar a Draken en el hospital, su niñero se apareció en la puerta.

Por casi nada les daba un ataque cardiaco a ambos.

Como la semana estaba a punto de terminar y no tuvieron señales de él, prensaron que se le olvidó su nuevo trato. Se equivocaron. Él apareció sin avisar en casa de Takemichi, que era la que tocaba, con una mochila e ingredientes para la cena.

La sexta de la MizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora