Misión: Deshacerse del gorila mala cara

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N/A: Este es un capitulo un poco largo. Lo hice de una sola sentada, si hay algún tipo de falta de ortografía o fallo en la continuación, me aseguraré de corregirla. Sin más que decir. Disfruten del capítulo :D

Era miércoles en la tarde. 

Ninguno ahí presente tendría que preguntar para saber qué, con solo dos días, tenían más que suficiente de los abusos y humillaciones de los matones de Kyomasa. 

Solo llevaban dos días. Dos malditos días. Y ya estaban hechos polvo. 

El primer día, el lunes en la mañana, los imbéciles les habían buscado a la entrada de su escuela para que les "invitaran" el desayuno. Golpearon a Yamagishi por no llevar dinero consigo. A la hora de la salida, dos de ellos los esperaban para llevarlos a las gradas de un parque lleno de chicos, dónde trataron de obligar a Yamagishi y a Akkun a pelear entre sí. Por supuesto, ambos se negaron a golpear al otro, Takuya, Takemichi, Yume y Makoto vitorearon su decisión. Kyomasa sacó provecho de eso y cobró 1000 yenes por cada persona que quisiera pasar al frente a golpear a los "patéticos cobardes", como los llamaba el. 

No hubo mucho que se atrevieron a golpearla, pero los que se atrevieron disfrutaron enormemente de golpearle el estómago y el vientre. En propias palabras de sus agresores; la sensación era distinta de golpear a un hombre, más suave, según ellos.

Cuando terminaron, los abandonaron a su suerte, con Kyomasa gritándoles que él era quién mandaba y que los mataría a golpes si no obedecían.

Esa misma tarde, después de dejar a un inconsciente Takuya en casa de Takemichi, ella y Yamagishi, adoloridos hasta los dientes, comenzaron a investigar y recolectar toda la información que podían sobre Kyomasa, sus hombres y la ToMan. 

El martes pudieron entrar a la escuela sin imprevistos, hasta que llegó la hora del descanso y dos matones se adentraron a su escuela para buscarlos. Los seis compartían el mismo salón, así que sus agresores no buscaron demasiado.

Los sacaron de la escuela y les mandaron por comida y bebidas. Obedecieron, llevaron todo lo pedido a las gradas. 

Era turno de Akkun para pelear. Luchó contra Masaru, el primo de Takemichi. No se negó.

Y como buen idiota, Kyomasa anunció que aquel que perdiera, recibiría una paliza de sus hombres.

Yume no pudo hacer nada más que observar como su amigo lanzaba y recibía los golpes, desde su lugar, sentada en las piernas de Kyomasa. Quién, por alguna razón, mostró interés en ella y posaba su mano en su muslo, acariciándolo de vez en cuando y acercando peligrosamente su cara al cuello de la chica. 

La pelea terminó con Akkun como el ganador. Kyomasa la levantó de sus piernas con agresividad y caminó al centro, dónde su amigo trataba de recuperar el aire. Ella quiso seguirle, pero el segundo al mando de Kyomasa la tomó por la cintura. Silbando al notar su figura debajo de la ropa. 

- Te dije que las extranjeras tenían bonitos cuerpos. - Habló en voz alta y burlona. - El uniforme de gimnasia te queda mejor que esto, linda. - Le susurró al oído y Yume lo entendió. Los desgraciados la habían visto a la hora de educación física, antes del descanso, con la ropa ceñida propia de las actividades. Apretó los dientes para no maldecir en todos los idiomas que sabía y se tragó las ganas de pellizcar las manos que le toqueteaban la cintura y las caderas. 

Kyomasa no dijo nada, solo le propino una patada en el estómago a Masaru y les ordenó a sus hombres divertirse con el. Cuando volvió con ella, les gritó a sus amigos que podían irse ya, como recompensa porque Akkun había ganado la pelea, pero antes de que Yume pudiese ir con sus amigos, Kyomasa la atrajo hacia él y le plantó un agresivo beso en los labios.- Recorta esa falda para mañana.- Le susurró al oído y Yume lagrimeo por el asco y el dolor de estampar sus labios contra los del imbécil frente a ella. 

La sexta de la MizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora