Limonada millonaria

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N/A: ¿Quién sigue viva? YO SIGO VIVA!!!

Y antes de que empiecen la lectura, quiero disculparme por mi ausencia. Tuve algunos problemas familiares, imprevistos y bajones emocionales que me absorbieron las ganas de vivir, y con ellas también se fueron las ganas de escribir. Pero ya estoy mejor y he vuelto. 

Y, como lo prometido es deuda, le dedico este capítulo a @Otaku_error_013. Una disculpa por tardar tanto, espero lo disfrutes!!

Feliz lectura!!

- Déjame ver si entendí. - Takemichi estaba sentado frente al armario. - ¿Pensabas que el de los mensajes era Smiley y justo hoy te enteraste de que en realidad es Hanma?

- Si. - habló ella, lastimera, encerrada en el armario. - Puta madre, ¿Cómo no me di cuenta?

- No fue tu culpa. - La consoló el teñido. Ya había leído todos los mensajes de inicio a fin y lo único comprometedor sobre la ToMan que llegó a mencionar, fueron sus quejas sobre el entrenamiento, aunque ella no había dicho específicamente quien la entrenaba o dónde.

Lo que preocupaba al teñido era toda la información personal que la castaña le dio al "Dios de la Muerte". Cómo sus hobbies, habilidades, edad, cumpleaños, gustos en comida, amigos. Lo que más alarmaba a ambos era la parte de los amigos.

La mente hiperactiva de Yume empezó a jugarle en contra casi de inmediato... Ahora, Hanma Shuji, "Dios de la Muerte" y sub- comandante de Valhala, sabía los nombres de la Mizo y lo importantes que eran para ella y Michan. También tenían que avisarle a ellos.

Yume no podía dejar de pensar en sí puso en peligro a sus amigos o no. El sentimiento pesado de culpa e inquietud le atenazaban el pecho.

Eso sin contar que algo les llamó la atención de inmediato.

- ¿Esta vigilando a la ToMan? - Preguntó refiriéndose a la mención de los turnos que salieron por los dados sobre quién invitaría primero a su amiga. Y, también para ella saliera del pozo oscuro en el que se estaba perdiendo.

Yume se quejó, arrojando su vergüenza, pensamientos negativos y culpa lejos de ella para poner a su mente a trabajar. Abrió la puerta del armario para ver a su amigo a la cara.

Takemichi estaba sentado en el piso, apoyado en la cama. Ambos se quedaron viendo un rato antes de que ella se frotaba el rostro, cansada y sintiéndose como una grandísima tonta.

- O la información se está fugando. - Reflexionó, haciendo una mueca y limpiándose los finos rastros de lágrimas antes de que se volvieran ríos. Porque si ella empezaba a llorar, el también lo haría. Y si los dos lloraban, no iban a parar hasta que se les acabaran las lágrimas o se quedaran dormidos, lo que pasara primero.

- ¿Un traidor? - Takemichi regresó a aquella teoría que creían haber dejado atrás.

- No, no lo creo. - Dijo ella, acomodándose mejor en su refugio. - Creo que más bien, hay una fuga de información y alguien podría estar dándola sin darse cuenta. - Se tallo los ojos, ese día había sido agotador, física y emocionalmente. - Como conmigo.

- ¿Eso significa que es alguien cercano a alguno de los altos mandos? - Reflexionó y recibió un asentimiento de la castaña. - Pero, si decimos que hay una fuga de información, ¿Y ellos lo toman como un traidor? - Preguntó temeroso. - Eso los desestabilizaría más que antes. Ahora se están acercando mucho y en verdad lo resentirán.

Verdad.

Los planes de Mikey iban bien, ella lo notaba. La camaradería y nivel de apego entre los altos mandos iba en aumento, al parecer estaban construyendo algo que se podría llamar amistad, y no solo una relación de superior y subordinados o compañeros de pandilla. Algunos incluso parecían estar retomando una amistad que se quedó en pausa por el pasar del tiempo y el distanciamiento, como el caso de Mikey, Sanzu y Baji.

La sexta de la MizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora