Emma estaba sentada sobre su cama revisando su computadora.
Después de abandonar la mansión de sus padres, Henry la había llevado a un restaurante a comer. Ese hombre era muy atento, siempre procuraba que se sintiera a gusto y cómoda. Habían pasado por una tienda de electrodoméstico y había pedido que le configuraran el nuevo móvil con su correo electrónico. Ahora podía volver a acceder a toda su información.
Después de darse una ducha y cambiarse con algo más cómodo como un vestido holgado, se sentó sobre su cama y abrió su computadora.
Tenía algunos correos en su buzón y en su Facebook, tenía muchas notificaciones, las cuales no eran importante seguramente, por no mencionar las solicitudes. Tenía algunos mensajes sin leer. Accedió a la opción y vio unos cuantos, algunos eran de sus antiguos compañeros, en realidad esperaba ver alguno de Féodal, pero lo único que pudo ser eran mensajes de él ya leídos. Espera, ¿mensajes leídos de él? Nunca le había escrito por Facebook, solo se seguían y de vez en cuando se daban algún que otro like según la publicación. ¿Por qué aparecía que había leído sus mensajes?
Su corazón empezó a latir con fuerza, ¿qué le habrá escrito? Él era hombre de pocas palabras, o al menos cuando se trataba de hablar con ella. Las únicas veces que habían hablado por chat fue el día que se separaron, él la había escrito para saber si había llegado bien, ella se había emocionado de que tuviera la iniciativa de escribirla primero. Aquella semana siguieron escribiéndose y ella le había confesado que él era el primero hombre que la hacía sentirse bien y que, si no volvían a tener la oportunidad de volver a verse y estar juntos, desearía encontrar a alguien igual que él, pensando dentro de sí que eso nunca sucedería. Sin embargo, él no le dio esperanzas sino todo lo contrario, cada vez que le escribía tenía que esperar días enteros e incluso semanas para recibir su respuesta la cual comenzaba siempre con una disculpa por la demora, pensar en aquello la hizo enojarse, ¿por qué había seguido enamorada de alguien que dejó de mostrar interés en ella una vez que se separaron? ¿Debía molestarse en leer lo que tenía que decirle?
Escuchó ruido abajo, debía de tratarse de Henry, él había salido un rato. Se puso de pie dejando lo que estaba haciendo, quería verle. Cuando abrió la puerta para salir, se detuvo un rato, ¿por qué quería verle? Solo se habían separado por una hora o un poco más.
―Quieres verle porque no quieres que piense que te escondes de él, o que te pasa algo, ya sabes cómo se preocupaba. ―se convenció a sí misma.Suspiró profundo y caminó por el pasillo hacia las escaleras. Bajó éstas lentamente al verle allí abajo, se había quitado la chaqueta y se había dejado caer sobre el sofá con los ojos cerrados, parecía realmente agotado, ¿ella tenía algo que ver en su agotamiento? Se preguntó sintiéndose culpable.
Una vez abajo se quedó mirándolo, preguntándose qué era lo que podía hacer por él. Sin poder evitarlo, empezó a estudiarlo con la mirada. Aquel hombre era bello, admiraba su belleza, era realmente atractivo, por no mencionar lo atento y buena persona que era, se merecía todo lo bueno del mundo. Afortunada sería la mujer que lograra conquistar su corazón. Con tan solo recordar sus besos, hacía que sintiera escalofríos, ni siquiera Féodal la había hecho sentir todo esto.
Obviamente Henry sintió una presencia así que abrió los ojos, para su sorpresa, tenía a su protegida observándolo. Ella se asustó cuando él la vio. Él se incorporó de inmediato.
―¿Sucede algo? ―preguntó preocupado.
―No, nada. ―procuró guardar la compostura y se acercó un poco a él. ―Pareces algo cansado. ¿Hay algo que quieres que haga por ti?
Por un segundo él se sorprendió por su ofrecimiento, pero después dibujó una sonrisa, le parecía tierno que ella se preocupara por él, era un comienzo. Pero ¿qué podía hacer ella por él? Él se puso en pie, tomó su chaqueta llevándola a su espalda y se acercó a ella.

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La protegida del CEO [COMPLETA]
Romance¿Suerte o destino? Emma Hale tan solo necesitaba de alguien que la librara de sus perseguidores, sin embargo, encontró algo más. Encontró a alguien que no solo estaba dispuesto a librarla de ellos, sino que también estaba dispuesto a protegerla de t...