Maratón 2/4
Henry se encontraba en la sala de las presentaciones, la verdad es que no podía prestar la suficiente atención que se requería, parecía estar alucinado. El hombre de quien se había enamorado su esposa en el pasado estaba realizando una presentación sobre la publicidad de los productos de su empresa, ¿cómo había pasado aquello? ¿de verdad era real? Observó a Félix, parecía un pez en el agua, todo tranquilo y entusiasmado, de vez en cuando se giraba a verle con una odiosa sonrisa en su rostro, ¿es que había sido plan suyo aquel montaje? Obvio que sí, ¿o de qué otra manera podría estar aquel tipo en su empresa entre tantas las que había en el mundo?
“¿Qué iba a hacer yo con tu móvil?” Se acordó de las palabras de Félix cuando Emma insinuó que él tenía su móvil. ¿Será desgraciado? De esa manera logró acceder a sus mensajes y ponerse en contacto con él, a eso venía su sonrisa desagradable y su actitud tranquila, lo tenía todo preparado y había logrado pillarlo desprevenido. La ira empezaba a consumirlo por dentro, tanto que no se dio cuenta de que se estaba haciendo daño con la mano apretada.Un segundo ¿qué pasaría si Emma volvía a encontrarse con aquel tipo? Enseguida dirigió toda su atención en él, el tipo no estaba nada mal en persona, ¿ese era el tipo de persona que le gustaba a Emma? Parecía un tipo seguro e inteligente aparte de la información que tenía sobre él en las redes. Se notaba que era un tipo muy educado y físicamente podría decir que no estaba nada mal.
Puesto que Emma no había ido a la compañía aquel día, no tendría por qué preocuparse por lo que hubiera sucedido si se hubieran reencontrado. Se sorprendió cuando notó que el tipo se detenía de repente y mantenía la mirada en un punto fijo de la sala. Siguió la dirección y no se pudo creer lo que estaba viendo, Emma sí había ido a la empresa e igual que Féodal se había quedado de piedra observándole, se estaban observando como si no existiera nadie más en la sala, ¡era realmente increíble! La furia que ahora parecía incontrolable en su interior era fruto de los celos.
―¿Eso es todo? ―llamó la atención del hombre consiguiendo que saliera de su trance, era obvio que estaba sorprendido de volver a encontrarse con la chica, lo que significaba que no estaba al tanto del plan de Félix.
―¿Disculpe?
―Ha dejado de hablar, y me pregunto si se ha acabado su exposición.
―Oh, no. Mis disculpas.
El tipo retomó la explicación donde lo había dejado y Henry volteó la cabeza para ver de nuevo a su esposa, ésta lo miró y pareció avergonzada. Caminó hacia él y se sentó a su lado. Henry se retractó de decirle nada al respecto y se concentró en la presentación que se estaba concluyendo. Se preguntaba si su esposa sospecharía que él sabía quién era Féodal, y si en el caso contrario estaría dispuesta a contárselo personalmente o se lo ocultaría. Ya tenía bastante como para ahora dudar de lo que era capaz la mujer con la que estaba.
No estaba del todo seguro, pero juraría que ella estaba nerviosa, era normal ¿verdad? Solo se trataba del primer hombre de quien se había enamorado, aunque nunca tuvieron una relación seria, según le había contado.
Se concluyó la presentación, cada uno dio su opinión y al parecer a todos les pareció buena. Genial, pensó con ironía.
Todos fueron abandonando la sala, sin embargo, Henry no parecía querer irse a ningún lado, tenía su mirada en Féodal quien estaba recogiendo las cosas junto al equipo de márquetin. Féodal miró a Emma y por su rostro se dibujó una sonrisa, parecía aliviado de confirmar que sí se trataba de ella y que al final había logrado encontrarla de nuevo. La chica se dio cuenta y decidió unir su mano a la de Henry aferrándose a ella, éste guio su mirada hacia sus manos y luego la miró.
―¿Va todo bien?
―Sí, bien. ―forzó una sonrisa.
―No sabía que vendrías al final.
―Decidí hacerlo en el último momento, pensé que como era mi primera vez no debía perderme una presentación como esta, pero ahora creo que debí quedarme en casa.
―¿Por qué? ¿No te gustó?
―Pues, eh…―viajó su mirada hacia Féodal, pero se sorprendió al ver que éste se estaba acercando a ellos junto a Félix quien llevaba esa sonrisa molesta en el rostro.
―Féodal, te presento al CEO de nuestra compañía. ―dijo presentándole a Henry, éste los miró. ―Es gracias a su autorización que pudimos contratarte.
Henry se quedó quieto con eso último, entonces ese había sido su verdadero plan todo ese tiempo.
―Un placer servirles―dijo educadamente el tipo. Se concentró mejor en Emma, iba a decirle algo cuando de pronto notó que llevaba un anillo de boda en el dedo, parecía sorprendido aún más cuando se dio cuenta de que el tipo de quien seguía cogida de la mano llevaba igualmente un anillo de boda.
―Féodal ¿verdad? ―le habló Henry captando su atención.
―Cierto.
―Buen trabajo. Cariño ¿querías decirle algo? ―se volteó para mirar a la chica, quien no se atrevía a mirarle a la cara al tipo.
―Ahm… no creo.
―Entonces, nos vemos. ―les despidió a los dos.
―Por supuesto que sí. Féodal estará con nosotros una semana, pronto nos acostumbraremos todos a su presencia. Os dejamos.
Félix se alejó con Féodal y dejó sola a la pareja. Henry se fijó de nuevo en sus manos unidas, ella lo estaba apretando, apostaría lo que fuera a que no se daba cuenta, volvía a recordar a la chica indefensa necesitada de ayuda que conoció aquel día. ¿Debía sentirse molesto? ¿o preocuparse? ¿qué debía hacer?
―Emma―la llamó, ella lo miró enseguida.
―¿Sí? ―él solo mantuvo su mirada en el apretón de su mano, ella guio su mirada hacia allí y al darse cuenta separó sus manos enseguida. ―Oh, lo siento, no me había dado cuenta.
―¿Vas a decirme qué sucede, o prefieres que salgamos de aquí?
Preguntó mientras le mantenía la mirada esperando a escuchar su respuesta, seguramente pensaría que no sería buena idea comentarle sobre el tipo de su pasado a quien Félix había puesto en sus narices para fastidiarles, ¿la culparía por no querer contárselo después de todo lo que le había contado de él? La vio coger aire y exhalar profundo, parecía nerviosa y preocupada.
―Hay…algo que tengo que decirte…es sobre el publicista este…
―Es el tipo del que me hablaste, del que te enamoraste. ―ella lo miró con ojos sorprendidos.
―Pero ¿cómo…?
―Lo había mandado investigar, además, un nombre como este no lo escuchas por casualidad por allí.
―Espera…¿Que lo mandaste a investigar? ¿Cuándo? ¿por qué?
―Tenía que saber quién era. Al parecer Félix también se enteró de vuestra relación al quedarse con tu móvil y ha conseguido traerlo aquí, a nuestra compañía, y eso porque cree que entre vosotros existe algo que puede hacernos separar, y mi pregunta es si tiene razón en eso.
La chica estaba en estado de sock, le parecía demasiada información como para poder sopesarla de golpe, ¿qué era eso de que él había investigado a su ex? Y ¿Félix? ¿De verdad se le había ocurrido hurgar en su móvil para ponerse en contacto con Féodal? Ahora entendía lo de los mensajes en visto, él había tenido acceso a ellos. ¿Y ahora le estaban interrogando por si existía la posibilidad de que se separara con la persona de la que estaba segura estaba enamorada? ¿cómo podía saber eso? Ni siquiera sabía qué era lo que sentía por Féodal después de haberlo visto de nuevo.

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La protegida del CEO [COMPLETA]
Romance¿Suerte o destino? Emma Hale tan solo necesitaba de alguien que la librara de sus perseguidores, sin embargo, encontró algo más. Encontró a alguien que no solo estaba dispuesto a librarla de ellos, sino que también estaba dispuesto a protegerla de t...