Capítulo 34

587 39 0
                                    

Henry estaba de pie, en el pasillo, a una distancia del despacho de Emma. La estaba observando, estaba con Mario y estaban conversando, él parecía explicarle algo y ella lo estaba escuchando con atención. Mario y su esposa ¿por qué nunca había pensado que algo podía salir mal? ¿debía buscarla un asistente propio? Preferentemente que fuera una mujer.

Emma se volteó y lo vio, ella le sonrió y le saludó con la mano, era tan linda. Él levantó la mano y le devolvió el saludo.

Se dio la vuelta, el motivo principal por el que había salido de su despacho no había sido exactamente para espiar a su esposa y su asistente, aunque era bueno saber que ningún Peters la estaba merodeando. Su verdadero propósito era acercarse al bloque de márquetin y logística para ver cómo lo estaban llevando, especialmente qué medidas estaba tomando Félix con el equipo y averiguar en qué podría afectarle. En todo caso, debía asegurarse de que todo iba bien, Pocas veces visitaba aquella sección, Mario se encargaba de llevarle toda la información necesaria.

Tomó el ascensor y bajó unas dos plantas. Una vez allí caminó por el amplio pasillo, cuando lo vio la secretaria se puso de pie detrás del mostrador para saludarlo mostrándole sus respetos, no todos los días se tenía la oportunidad de recibir al CEO de la compañía.

Entró en la sala de márquetin, los empleados de dicho departamento estaban de un lugar a otro moviendo documentos y compartiendo ideas. Era una sala espaciosa, en el centro de la cual se encontraba una mesa redonda suficientemente amplia, la cual estaba llena de documentos y unas cuantas computadoras con las que estaban trabajando, al igual que unas muestras de los productos que estaban por lanzar. Tenían en frente un plasma con la imagen del gráfico de las ventas el mes anterior y a un lado tenían una pizarra blanca con unos datos.

Cuando le vio el analista los informó al resto, los cuales detuvieron lo que estaban haciendo para mostrar sus respetos al CEO, en verdad les sorprendía verlo por allí. Henry aceptó sus respetos y les dijo que continuaran con lo que estaban haciendo.

Se acercó a la mesa y tomó uno de los productos, se trataba de un USB con un nuevo diseño que tenía forma de una pelota pequeña, era flexible, lo cual sería bueno para camuflar el dispositivo. La depositó y tomó las gafas de sol igualmente con un diseño especial.

La compañía G-Hale se encargaba de la producción de accesorios, tanto recomendados por otras empresas, como personalizaciones propias.

―¿Me dejan ver el plan de estrategia en la que están trabajando? ―les dijo.

La asistente de márquetin le ofreció uno de los muchos documentos que había sobre la mesa al cual él le echó un vistazo. Revisó los demás documentos, el equipo estaba haciendo un buen trabajo, como siempre. Esta vez tenían que lanzar tres productos nuevos y un buen plan de márquetin ayudaría a cumplir el objetivo. Y entonces, si no había nada raro de lo normal ¿por qué Félix actuaba como sí había algo más? Tal vez solo intentaba desconcentrarlo, y si ese era el caso entonces lo estaba consiguiendo, debía dejar de prestarle atención.

Le felicitó al equipo entero por el gran trabajo que estaban haciendo y ellos se lo agradecieron sintiéndose satisfechos.

En cuanto a Emma, ella se había tomado tiempo para irse al baño, estaba abriendo la puerta para salir cuando de pronto se topó por sorpresa con Félix quien la había estado esperando junto a la puerta. Éste no la dejó salir, en cambio, entró en el baño con ella y aseguró la puerta. La chica estaba realmente asustada, aún más cuando la encerró con sus brazos contra la pared. ¿Era su fin?

―Si me haces daño…no te saldrás con la tuya. ―su intento de sonar valiente no estaba funcionando como esperaba.

―No pienso hacerte ningún daño, no soy tan tonto como para perder mi posición en esta compañía. ―ella lo miró confusa.

―Entonces apártate de mí.

Él la miró un rato, y lo que ella pensó que no sucedería sucedió, le hizo caso y se separó de ella. Emma suspiró algo aliviada. Pero se preguntó, ¿si no iba a hacerle daño, entonces qué pretendía? La estaba mirando con una sonrisa incrédula en la cara.

―Primero os casáis, luego os vais de luna de miel. De verdad creéis que habéis ganado ¿cierto? ―¿había dicho luna de miel? pensó la chica. ―Dime algo ¿es por mi cara? ¿hay algo en ella que os haga pensar que soy tan estúpido?

―No sé de qué estás hablando, ni por qué quieres que escuche todo esto, pero a Henry no le gustaría nada saber que me tienes aquí encerrada.

―Crees que lo conoces porque estáis casados ¿verdad? Pues déjame decirte lo equivocada que estás, no lo conoces en absoluto, yo en cambio lo conozco y sé que no se enamora a la primera― ¿aquello debía dolerle? ―Bueno, seamos sinceros, eres linda y todo lo que quieras, lo admito, pero él no se deja guiar por la apariencia, lo que me lleva a la conclusión de que solo se casó contigo para fastidiarme y quedarse con la empresa―soltó una risita camuflando la rabia.

―No sabes lo que estás diciendo.

―Tal vez creas que has hecho lo correcto al aceptarlo a él para deshacerte de mí, pero espero que no hayas cometido el error de enamorarte de él, aunque en realidad no entiendo qué le ven las mujeres que se enamoran a la primera con tan solo verle. ―puso cara de fastidio―Te lo digo porque cuando te trate como todas las otras mujeres considerarás que el dolor físico es preferible al emocional y sé cómo os ponéis las chicas con esos temas―Emma tragó con dificultad.

―Perdiste, y sé que todo lo que dices es solo para hacerme tener dudas de mi matrimonio para sacar una ventaja de ello, pero déjame decirte que no puedes intimidarme.

―En ese caso pondremos a prueba ese gran amor de aquí a unos pocos días, tal vez mañana, sin embargo, antes de terminar déjame primero contarte qué sucedió con la última relación que tuvo. La mujer era realmente hermosa, igual que tú, hay que reconocerlo, pero la ignoraba, ella lo hizo casi todo para al menos tener momentos con él, y todo resultaba inútil, ¿sabes que ni siquiera la llevó a su casa? Prefería tener un apartamento alquilado por allí, no tenía tiempo para ella, ¿y qué suele pasar cuando tu pareja no te da lo que necesitas? Pues que no le importa buscar a alguien que supla su necesitad, Henry los pilló en su propio apartamento y el resto es historia, ella acabó siendo el hazmerreír y él el héroe y víctima a quien habían engañado. Supongo que ya sabes a qué voy con esta historia, a ese tipo no le interesan las mujeres, cuando consiga de ti lo que necesita, simplemente te obligará a hacer algo que al final te haga ser la mala del cuento, porque como verás, él tiene la facilidad de deshacerse de las mujeres, espero que no cometas el error de creer que contigo será distinto. Piénsatelo.

Y dicho esto, abrió la puerta y salió del baño dejando a la chica completamente descolocada con la mano en el pecho, ¿por qué sentía los ojos humedecerle? Y le estaba doliendo el pecho ¿por qué de ese sentimiento? Henry le había dicho que quería estar con ella, que nunca la dejaría. “Abandonó a su novia de la infancia sin siquiera molestarse en cortar con ella o darle una explicación” recordó con horror, se parecía a la historia que le acababan de contar. Pero sentía que le importaba, era el mejor hombre que había conocido y hasta ahora no le había hecho pensar lo contrario, la quería, aunque no se lo había dicho con esas palabras. Si esto le salía mal, entonces entendería que no estaba hecha para ser amada como todo el mundo y eso era lo que realmente la aterraba. Se secó rápidamente la lágrima que acababa de escaparse por su mejilla y se recompuso, ese no podía ser su destino, tenía que hacer algo.

La protegida del CEO [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora