La protegida del CEO [COMPLETA]

Capítulo 50

Una vez entró Félix en la compañía, le avisaron que necesitaban de su presencia en el salón de reuniones, algo que lo tomó completamente por sorpresa. Se dirigió hacia el lugar citado y una vez allí miró curioso a todos los allí presentes, en especial a Marta, ¿qué hacía ella allí y por qué no estaba al tanto? En el salón se encontraban los socios accionistas acompañados de Henry quien dirigía la supuesta reunión. Se quedó en pie observándolos a cada uno interrogativo.

―Siéntate, por favor ―le pidió Henry.
Félix tomó asiento en una de las sillas disponibles.

―Esto parece un juicio preparado, espero que no todo sean malas noticias.

―Ayer tuve la oportunidad de reunirme personalmente con cada uno de los socios aquí presente―fue al grano Henry. ―Hablamos sobre la sucursal de nuestra compañía en Alemania. Allí trabajan muy bien, se ha de reconocer, sin embargo, creo que necesitan un director que los guie en el proceso, así que he pensado en ti, llevas más tiempo que muchos en esta compañía y sabes todo lo necesario para dirigir parte de la compañía. Les he propuesto la idea a los socios y hoy quedamos en que votaríamos por la decisión.

―Espera...¿quieres que me mude a Alemania? ―preguntó incrédulo.

―Si no me equivoco siempre quisiste la dirección de la compañía, sería una gran oportunidad para ti, ¿o no?

¿Se trataba de una trampa o qué? Estaba claro, quería deshacerse de él y esta era su estrategia. Miró a los presentes preguntándose si estarían de acuerdo con una idea como aquella, hasta su padre estaba allí, por su mirada tampoco se había enterado de la noticia hasta ahora como él.

―Bien, ya que estamos, comencemos a la votación. ―prosiguió.

―Esperen. ―los detuvo―¿Qué pasa si no quiero viajar?

―¿Estarías dispuesto a oponerte a la decisión de los socios? No creo que dé una buena idea sobre ti, entenderíamos que no estás dispuesto a someterte a la voluntad de todos los que estamos trabajando por el avance de esta empresa. Y si no tienes otra pregunta proseguiremos a la votación si te parece bien. ―dirigió la atención hacia todos los presentes. ―¿Cuántos están a favor de que Félix sea el nuevo director de la sucursal de la compañía en Alemania? ―preguntó mientras elevaba primero la mano.

A continuación le siguieron otros cuantos, Marta fue la última en elevar la mano evitando mirarles a su nuevo esposo y a su ahijado. Esperaba no equivocarse, pero si era por su hija estaba dispuesta a todo.

Félix no daba crédito a lo que estaba pasando, obvio, sería una gran oportunidad dirigir la compañía, aunque fuera en una sucursal fuera de su país, pero ¿qué mejor que dirigir la compañía entera? estaba tan cerca de lograrlo y ahora Henry se las había ingeniado para mandarlo lejos, ¿cómo lograba dar siempre un paso adelante?

―¿En Alemania están informados de esto? ―preguntó.

―Así es―contestó Henry―. De hecho, están ansiosos por tener a uno de nosotros con ellos, así que, cuanto antes estés allí, mejor para las dos partes.

―¿Has dicho cuanto antes? ¿Eso qué quiere decir exactamente?

―Quiere decir que si te vas hoy mismo nos vendría bien a todos, pero como es evidente que la noticia te ha tomado desprevenido, puedes hacerlo mañana.

Félix volvió a mirar a los presentes preguntándose si estaban tan hipnotizados como para no ver que aquello no era para nada normal. Miró especialmente a Marta, lo había traicionado, sin su voto aquello no habría pasado, ¿es que todos estaban conspirando contra él o qué?

Cuando se concluyó la reunión, corrió al despecho de Henry para enfrentarlo personalmente y exigirle una explicación a la cual ya se conocía de ante mano la respuesta.