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Cuando el cielo ya estaba oscuro, se veían unas cuantas estrellas, con una brisa fresca. Solo cuando estuvo así, fue que BeomGyu llegó a la mansión Kang con dos botellas de vino vacías en el suelo del auto, pero lo suficientemente sobrio para reconocer que su esposo estaba alistándose para salir de la mansión.

—¿A dónde vas? —preguntó bajando del auto, dejando sus llaves en manos de un guardia que se encargaría de dejarlo en su lugar. TaeHyun relamió sus labios, frunciendo un poco el ceño al captar el  aroma a vino.

—A la corte —contestó tomando las llaves de su auto de manos de HaeChan, el guardia desde el enfrentamiento con BeomGyu se había vuelto calmado y reservado.

—Más te vale estar en la corte —señaló tomándolo de la solapas del traje para atraerlo a sus labios, besándolo con pasión, usando su lengua y apegándose más a él.

HaeChan desvió la mirada al igual que los demás guardias, escuchando el chasquido al separarse.

—Que te vaya bien, cariño —fue lo único que dijo, pasando su mano por el pecho de su esposo antes de caminar hacia la entrada, pasando entre HaeChan y TaeHyun.

El vampiro relamió sus labios, pasó sus dedos por sus comisuras antes de voltear hacia HaeChan.

—Ven conmigo —ordenó antes de entrar en su auto, el guardia reaccionó de inmediato, subiendo al auto con el líder vampiro.

El auto del líder salió de la mansión, y BeomGyu no se percató el hecho de que se fue con HaeChan.

—Señora Che —saludó al entrar a la mansión, la mujer le sonrió acercándose a él, peinando su cabello cariñosamente.

—Creo que bebiste mucho —opinó la mujer dejándose guiar por su sobrino, BeomGyu entrelazó sus brazos para caminar con ella, llevándola a la sala de bebidas.

—¿Quiere tomar algo? —preguntó tomando de la despensa una botella de vino, la señora Che negó con la cabeza, apenada— No piense lo que dirá TaeHyun, él no tiene problemas... Menos si soy yo quien le ofrece —habló igualmente recibiendo una negación de la mujer que se mantuvo en el sillón individual de cuero, mirando a su sobrino.

BeomGyu suspiró abriendo la botella para beber un trago, arrojándose despreocupado en el sillón frente a la mujer.

—Usted... ¿No está aburrida de estar aquí adentro? —preguntó recibiendo una negación.

—Al contrario... Me siento segura y agradecida por la ayuda del señor Kang... —contestó con las manos en el regazo. BeomGyu soltó una carcajada antes de negar con la cabeza.

—Habla como si mi marido fuese el ser más bondadoso de aquí —señaló. La señora Che frunció el ceño— Ha pasado tantos años aquí... Trabajando para él, solo... Solo por mí.

—No han sido tan malos estos años... —murmuró. La mujer nunca había tenido conflicto con Kang antes de la llegaba de BeomGyu, y ahora que las cosas estaban "tranquilas" no había estado tan presente en las cosas privadas de ambos, estaba feliz y tranquila de tener a su sobrino en su entorno a pesar de todo el transfondo doloroso.

BeomGyu miró un punto fijo en la pared.

La señora Che había aguantado todo eso por amor, por amor a un bebé que apenas y pudo cuidar, pero que era el único recuerdo en vida de su hermana.

Había estado sirviendo a vampiros, obedeciendo órdenes de una raza ajena con el anhelo de poder ver a su sobrino.

Aunque, los vampiros fueron quienes la protegieron en la mansión Kang, por conveniencia claro está. Pero al final, lo habían hecho.

Blood Deal || TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora