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Maratón 1/?




































































La muerte es la bendición de muchos, el dolor de otros y el miedo de algunos.

La muerte llega en cualquier momento, acecha a toda hora y llega en el momento justo para cada persona.

Y estar rodeado en un ambiente de muerte, desde hace años atrás, había hecho a Kang TaeHyun alguien despreocupado con el tema.

Desde niño había visto personas morir, y al estar un poco más grande vió a alguien perder la vida por su propia decisión. Siempre había visto la muerte, había deseado y provocado la muerte, ese era su entorno.

Y la muerte había sido tan constante en su vida, que no tenía alguna sensación al tenerla en frente, simplemente era un cuerpo que perdía su alma, la fuente de poder que lo hacía moverse, reír, hablar, caminar...

No era más como quitarle las baterías a un juguete.

Pero justo ahora, sentía la muerte respirar en su nuca, sentía la muerte abrazarlo y susurrarle al oído que esa era la sensación que nunca había sentido, ese era el sentimiento que producía la muerte.

-BeomGyu... BeomGyu, respira, ¡RESPIRA, CARAJO! -gritó presionando su oreja contra el pecho ajeno, no percibía nada de latidos, y el ruido de afuera, más el de la motosierra no ayudaba.

Un sentimiento angustiante, un sentimiento de ausencia, de dolor que oprimía su pecho hasta hacerle difícil respirar.

Dejó su mano en el estómago ajeno, tratando de percibir si subía y bajaba con la respiración.

Pero su mano temblaba tanto que era imposible saberlo.

Tocó las mejillas de su esposo, sintiendo la temperatura fría, miró sus ojos cerrados, la cara ensangrentada.

Soltó un sollozo, apoyando la frente en su pecho.

-Despierta... Despierta, despierta... Te lo suplico... -susurró, llevando su mano izquierda a una de las muñecas de su esposo, apretó para medir el pulso, tratando de sentir algo.

En ese momento, percibió algo acercándose a su cara con lentitud.

Una mano se posó en su cabeza.

-Ya llegaste... -fue un leve susurro, con mucho esfuerzo y con un tono de alivio que le dejaba en claro al líder vampiro que la muerte no había sido la ganadora de esa batalla.

El vampiro sintió su cuerpo menos pesado, un alivio que quitó la opresión de su pecho, pero que aún así, le dió más lágrimas que derramar en contra de su voluntad.

-Ya llegué, bizcochito... -contestó pasando una mano por debajo de la nuca ajena, lo acercó a su cuerpo, abrazando al humano a su pecho, eran sensaciones que lo molestaban, eran lágrimas que lo irritaban, eran sus sentimientos a flor de piel y eso era algo que no aceptaba aún- Ya llegué... -repitió sintiendo la lenta respiración del otro en su cuello, BeomGyu observó al vampiro fijamente, sin moverse mucho, solamente cuando la otra mano de TaeHyun pasó por sus rodillas, BeomGyu soltó un quejido mientras abrazaba a su esposo por los hombros, su boca aún sangrando.

-Señor, el camino está libre arriba, podemos salir por la principal, estaremos más cerca de los autos -avisó uno cuando hubo un agujero exacto y sin peligros para que el líder saliera, todos los guardias de la élite mirando las mejillas del líder húmedas, los ojos enrojecidos.

-Anuncia retirada de la mansión, salven solamente a los heridos -ordenó caminando en la delantera, los demás lo siguieron con cautela a los alrededores, BeomGyu se quejó adolorido por el movimiento, aún así, mirando a su alrededor como podía, uno de sus ojos estaba hinchado y colocándose morado con el pasar del tiempo.

Miró algunos cuerpos de cazadores muertos, de vampiros heridos, paredes manchadas de sangre con marcas de disparos, era un total desastre allí adentro, lleno de cadáveres, heridos, sangre, y una pulcra mansión hecha trizas por los vampiros.

-¿Qué es eso? -preguntó en voz baja, mirando una de las paredes antes de pasarla, TaeHyun solamente volteó a ver a qué se refería, bajando las escaleras.

-Un explosivo -contestó mientras bajaba, BeomGyu miró el salón principal, aún más desastroso de lo que estaban los pasillos.

Antes de llegar a la salida, identificó un cuerpo pequeño, sin armamento, con un vestido, el cabello desordenado, partes del cabello húmedos de sangre, la tela del vestido igualmente ensangrentada. Los ojos cerrados y la piel pálida que demostraba que Choi Haneul, la niña que él consideró su hermana por muchos años, estaba muerta, tirada en el suelo, en el medio de una guerra entre cazadores y vampiros.

BeomGyu se sintió mareado, no pudo hablar, aún había droga en su sistema y el dolor seguía presente.

-Quemen este lugar -ordenó el líder subiendo al auto con su esposo, dejándolo sentado en su regazo, acostado sobre él, BeomGyu se quejó adolorido cuando su pié fracturado chocó contra el asiento. TaeHyun bajó la mirada, observándolo- Pedí un médico para ti, precioso... -avisó en voz baja, BeomGyu lo observó unos segundos, alzó una mano para tomar la mejilla ajena, sintiendo la humedad.

Se irguió un poco sin importar el dolor en su cuerpo e hizo sus labios ensangrentados un pico, dejando un beso en la mejilla del vampiro, dejando la marca de sus labios en la piel del vampiro que sólo lo observó fijamente, percibiendo que había algo más recorriendo por el sistema de su esposo cuando lo notaba mareado, además de que cabeceaba una y otra vez.

JaeSang tuvo que haberle inyectado algo.

Aún así, no importaba ya qué había hecho quien, no importaba cómo había sido ni cuánto había durado.

Ya lo tenía con él luego de tanto, ya irían a casa, y no habría más que eso.

Desde la visión política, los cazadores estaban en decadencia nuevamente, sin líder y sin una heredera, estaban a la deriva y sin saber qué hacer, mientras que los vampiros tenían nuevamente la oportunidad de recuperarse a lo que eran antes, con guardias más capacitados, más cantidad de protección, mucha más extensión del territorio y una victoria que los mantenía cómo uno de los mejores territorios vampiro, nuevamente estaban volviendo a la calidad de antes y ansiaban ir más allá de eso, y todo eso, sucedería cuando empezaran otros líderes vampiros a reconocerlos, fuera y dentro del país.

Eso era simple política, simples pensamientos que cualquier miembro de la corte tenía, viendo ventajas monetarias, ventajas para el pueblo que permanecía molesto e inconforme, ventajas para un territorio entero.

Pero desde la visión del líder vampiro, no era más que una sola razón.

Su territorio volvería a ser el de antes, mucho mejor que antes, importaría lo que fuera, mantendría su territorio con lujos y comodidades, ampliaría el territorio para muchas más comodidades y entretenimiento, retomaría la fuerza que había perdido.

Sólo por una razón.

Por Kang BeomGyu, el dueño de su territorio y de sí mismo.

Antes no tenía una razón para mantener ese territorio, los había dejado morir y a su suerte, no le interesaba nada más que búsquedas, investigaciones que fueran referente a su esposo.

Pero ahora, que él volvía a la mansión, el territorio Kang se repotenciaría de la mejor manera posible, para que BeomGyu no tuviera que poner un pie fuera de el territorio humano más nunca.

Él le daría todas las comodidades y todas sus exigencias.

Porque ese humano estaba por encima de su padre, por encima de la corte, de su pueblo.

Y por encima de él mismo.






















































The_Dark_Diamond04

Blood Deal || TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora