Blood Deal || TaeGyu

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Ese día, nadie supo lo que había pasado, solamente ellos dos y así estaba bien. Nadie tenía porqué saber qué hacían o qué dejaban de hacer, mucho menos en su propio hogar.

Las luces de la habitación de ambos estaban encendidas, era lo único que podían ver los guardias desde afuera.

Desde el sótano se podía ver un pequeño camino de sangre, en gotas e incluso las marcas de las pisadas del líder, si seguían el camino, los llevan hasta el cuarto de baño de ambos.

-¿Ya no necesitas hacerme algo más? -preguntó TaeHyun de ojos cerrados, en voz baja, sintiendo a su esposo pasar su mano húmeda por su cuerpo, quitando la sangre que había, estaba completamente desnudo, en la tina llena, el agua estaba sucia por toda la sangre que se lavó, BeomGyu se inclinó, besando su mejilla mientras vaciaba la tina para volverla a llenar.

-No, ya estamos bien -afirmó mirando las heridas ajenas ir cerrándose poco a poco, dejando cicatriz.

Pasó su mano por el pecho ajeno, limpiando el sudor y sangre.

-No sé qué regalo me darás por aniversario, pero yo quiero pedirte algo -habló pasando sus dedos por el cuello del vampiro.

-Pide lo que sea -animó el vampiro, estaba débil aún, demasiado y aún más con sus heridas regenerándose con lo poco de energía que tenía.

-Quiero volver a casarme, cómo se debe...

-¿Casarte? Ya estamos casados -respondió el vampiro abriendo los ojos al sentir al otro entrar a la tina, solamente con la camisa cubriéndolo, tomó asiento en su regazo, aplastando las heridas en sus muslos intencionalmente, TaeHyun se removió con el ceño fruncido. BeomGyu tomó agua con sus manos y la dejó caer en medio de las clavículas del vampiro, en dónde estaba esa letra B.

-Solamente firmamos un papel y nos dimos unos anillos -habló mirando la letra en el medio de sus clavículas, justo en el centro- Quiero que nos casemos como se debe hacer... Que luego tengamos una luna de miel... -murmuró abrazando los hombros ajenos, besó su frente. TaeHyun lo abrazó de la cintura sin fuerza.

-¿Eso quieres de verdad?

-¿Me vas a decir que no?

-Nunca te lo diría, precioso -negó TaeHyun recibiendo un beso en su pómulo derecho, BeomGyu sonrió- Si nos vamos a casar otra vez... Tienes que ser mío para la eternidad...

-Ya lo soy, Tae -afirmó apoyando su mejilla sobre la del vampiro, sonriendo al sentir sus débiles dedos acariciar su espalda baja.

El líder rió sin ganas, dejando la cabeza apoyada en el borde de la tina, BeomGyu pasó su mano húmeda por su frente, dejándole el cabello hacia atrás.

-Te amo, TaeHyun -habló BeomGyu peinando más cabellos hacia atrás, TaeHyun sólo lo observó fijamente.

-¿A dónde quieres ir en la luna de miel? -preguntó recibiendo un beso en su mentón, luego en su manzana de Adán, BeomGyu sacó su lengua para pasarla sobre la letra en el centro de sus clavículas, sintiéndose satisfecho, sintiendo gusto de que todo había salido como lo había planeado.

Ya no tenía razones para planear escapes, tampoco ataques, no tenía esa necesidad, porque ya estaba en paz con TaeHyun.

Su propia paz.

-A dónde tú me quieras llevar está bien -contestó levantándose de su lugar, mojando el suelo al salir, tomó una toalla y la pasó por sus piernas mojadas- Me dormiré a las doce... Si quieres alimentarte, te estaré esperando -habló dejando la toalla en uno de sus hombros, TaeHyun lo observó.

Estaba débil, y las heridas en sus piernas aún estaban abiertas.

-Necesito ayuda para caminar -habló mirando las piernas desnudas de su esposo que se detuvo en la puerta, mirándolo por encima de su hombro.