Un mes y medio era suficiente para armar una celebración de boda, había sido más que suficiente para los Kang planear una celebración inmensa con miembros de la corte, guardias, y personas de afuera.
Era una celebración inmensa y que duraría dos días.
Sus anillos viejos habían quedado guardados en un cajón, ahora llevarían anillos de plata escogidos por el mismo BeomGyu.
Era el día anterior a la celebración, y TaeHyun necesitaba terminar un trabajo.
—Vuelve antes del almuerzo, y más te vale no oler a sangre ni a otra persona —advirtió BeomGyu desde la habitación, TaeHyun dió una respuesta afirmativa antes de salir de la mansión, vistiendo un traje de color vino, con los botones de la camisa desabrochados hasta las clavículas, mostrando con orgullo la cicatriz de letra B que tenía en medio de ellas.
El territorio estaba recuperado, incluso mejorado, se mantenían en uno de los mejores territorios de vampiros, cómo siempre.
Ya todo sobre el escape de BeomGyu y demás había quedado en el pasado y el hecho de que algunos miembros de la corte no estuvieran de acuerdo con la vuelta de BeomGyu y tal celebración, era un hecho.
—Si no gusta ir a la celebración, no me importa, su presencia me es indiferente, Jung —habló TaeHyun en una de las reuniones previas a los preparativos de la celebración— Pero lo único que me gustaría que tenga presente es que cualquier tipo de atentado o incriminación, que simplemente esté en contra de mi esposo será pagado no con su vida, si no con la de sus hijos, sé que hace tres meses nació su tercer hijo y para mí no es problema dárselo de comer a los perros callejeros —amenazó antes de dejar la reunión ese día.
Cualquier persona que fuera en contra de BeomGyu, tendría una gran penalización.
Penalizaciones que se pagaban con sus vidas o algún miembro de su cuerpo, claro.
Algo que sólo se le podía ocurrir a Kang.
A pesar de que estaban vueltos a la "normalidad" y aún mejor, aún había un cabo suelto que no dejaría a TaeHyun disfrutar de su propia celebración si no lo arreglaba ese día.
Y ese cabo, se llama Kwan.
Jamás había dejado de buscarlo, de enviar guardias al extranjero, de movilizar sus alianzas en otros continentes para dar con el paradero del hombre que no fue atrapado hasta un mes después.
Y ese día había llegado a Corea, en contra de su voluntad, claro está.
BeomGyu estaba ignorante de eso, pero de todas maneras conocía lo suficiente a su esposo como para sospechar que estaba buscando a Kwan. Aún así, no intervendría, lo dejaría ser y hacer lo que quisiera, solamente deseando que no lo encontrara con tanta facilidad.
Aunque las capacidades de TaeHyun iban más allá de la esperanza de algunos.
—Bienvenido a Corea —saludó el líder entrando al almacén, con las manos en los bolsillos, el prisionero arrodillado en el suelo, mirándolo fijamente y con algo de odio.
Una mirada a la que estaba acostumbrado.
—¿Creyeron que porque estabas fuera no te iba a encontrar? —preguntó agachándose frente a Kwan— Me tomó tiempo, pero lo hice... —afirmó, mirando con odio al humano que solo suspiró, apretando sus manos esposadas tras su espalda.
TaeHyun analizó la ropa ajena, notando un collar plateado que conocía.
Lo tomó y lo arrancó del cuello ajeno.
—Que románico, ¿Te lo regaló? —preguntó guardando la prenda en el bolsillo de su saco, Kwan se acomodó en su lugar.
—Lo entregó para empeñarlo...
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Blood Deal || TaeGyu
FanfictionLos enemigos perfectos, los rivales de toda la vida, unidos en un santo matrimonio forjado con secretos, con muertes, con mentiras. Un matrimonio entre un cazador y un vampiro, ¿Qué podría pasar? La venda en sus ojos iba a ceder poco a poco su nudo...