Jimin se removió entre las sábanas, mientras trataba de buscar la mejor posición para dormir. La falta de calor a su lado lo alertó de la ausencia de su acompañante, por lo que, algo aturdido, abrió poco a poco sus ojos y trató de captar lo que ocurría a su alrededor. Reconoció aquella habitación ajena en cuestión de minutos, después de recordar los acontecimientos ocurridos la noche anterior. Jimin, entonces, sonrió como adolescente enamorado al saber que aquello no había sido un sueño, sino la simple realidad que lo embargaba, en la cual su amor por Jungkook había ganado y se había entregado la noche anterior a él.
Unos pasos se escucharon por el pasillo, lo que terminó orillándolo a fingir estar dormido para sorprender a su pareja. Jungkook ingresó con una bandeja en las manos, siendo este el desayuno que había preparado para el rubio esa mañana. El mayor sonrió cuando observó a su dulce Jimin con los ojos cerrados, fingiendo dormir para sorprenderlo. Lo conocía muy bien, sus años de matrimonio le habían ayudado a conocer profundamente al rubio y el lado juguetón que tanto le encantaba.
Jungkook dejó la bandeja sobre la mesita de noche, subió a la cama matrimonial para llegar hasta su compañero y besó su rostro reiteradas veces, logrando que Jimin riera encantado por las acciones de su amante y correspondiera a la mayoría de ellos. Sus ojos color miel lo observaron segundos después, sonriendo una vez más por tener al hombre que adoraba a su lado.
—Buenos días, amor —saludó Jungkook mientras se mantenía sobre el cuerpo del rubio, sujetando su peso con ambos brazos para no aplastarlo.
—Buenos días, Kookie.
Sus labios volvieron a unirse en un beso mucho más apasionado que los anteriores, el rubio enredó sus brazos en el cuello del contrario, quien, en una maniobra rápida, despojó a Jimin de la sábana que lo cubría y lo sentó sobre su regazo, acariciando su piel desnuda con la yema de los dedos. El beso fue intensificándose conforme Jimin usaba sus caderas para estimular el miembro del mayor, el cual se hallaba bajo la prenda que llevaba puesta en aquel momento. Jungkook gruñó de placer al sentir los labios de Park descendiendo por su cuello.
—N-no creo que sea el momento, Minnie —trató de hablar—. Tenemos que ir a visitar a tu padre, ¿recuerdas?
—¿Quieres que me detenga? ―preguntó con coquetería.
Jimin guio las manos contrarias hacia su trasero, el cual se movía con lentitud sobre el miembro del mayor, causándole una dolorosa erección. Jimin era un hombre sensual y coqueto por naturaleza, no existía manera en la que pudiera negarse a sus provocaciones, pues siempre estaría latente el deseo que sentía por él, sin importar cuanto tiempo habían durado separados.
Jungkook era un amante dulce y apasionado y Jimin lo sabía, adoraba lo posesivo que podía resultar algunas veces, la seriedad en su rostro y su mirada llena de lujuria cuando llegaban a casa después de una reunión y lo desvestía apenas ingresaban a la habitación, haciéndole pagar por provocarlo con roces sutiles en cada celebración. Jimin sabía las debilidades de su esposo y disfrutaba de tentarlo cada vez que podía, porque su matrimonio poseía diferentes facetas y la intimidad entre ellos era algo que ambos disfrutaban.
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Love is not over ; kookmin.
Fanfiction❀ Jeon Jungkook y Park Jimin desconfiaron el uno del otro y terminaron con su matrimonio de manera inesperada y dolorosa. Un año después de la separación, Jimin se encuentra comprometido con otro hombre y Jungkook lejos de Corea. ¿Qué pasará cuando...