❀ Jeon Jungkook y Park Jimin desconfiaron el uno del otro y terminaron con su matrimonio de manera inesperada y dolorosa. Un año después de la separación, Jimin se encuentra comprometido con otro hombre y Jungkook lejos de Corea. ¿Qué pasará cuando...
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Unos pasos desesperados se escucharon en la habitación oscura, mientras sus ojos iban adaptándose a la luz que atravesaba la pequeña rejilla. Jungkook tomó una bocanada de aire para llenar sus pulmones, los cuales habían trabajado de manera lenta. Su cuerpo estaba asimilando los hematomas, cortes y demás heridas ocasionadas los días anteriores; tomando el dolor y extendiéndolo en sus movimientos y respiración. Su voluntad era lo único que tenía para asimilar tal dolencia, pero no sabía cuánto tiempo iba a seguir soportando aquello.
—He mandado a mis hombres por ella —escuchó la voz de Ten frente a él. Este caminaba de un lado a otro, hablando por teléfono y cerrando su mano izquierda en un puño—. He tenido que esperar un día para no levantar sospechas, señor Lee. Si ella habló, es probable que sepan sobre su participación en esto. Ellos esperarán algún movimiento suyo para confirmar lo que ha hecho.
Un silencio se extendió en la habitación antes de volviera a responder:
—Ellos estarán allí en menos de una hora —dijo con cierto temblor desapercibido en su voz— de acuerdo, lo haré.
Sin decir una sola palabra, el contrario tiró su móvil hacia la pared más cercana. Este impactó con fuerza, resquebrajando el vidrio de la pantalla en pedazos. Si prendía o no, era de poca importancia para Ten.
—No puede ser, no puede ser —repitió con nerviosismo—, si ellos llegan hasta Nayeon, seguramente....
—¿Q-Qué sucede? —preguntó Jungkook con dificultad. Sus ojos se mantenían fijos en el rostro del contrario—. Mencionaste a Nayeon.... ¿qué sucede con ella?
—No te incumbe —mencionó con molestia.
—Ella es mi amiga.... quiero saber si está bien o no.
Ten se lo pensó bien. El hombre frente a él había sido el blanco de su jefe por meses, pues este le había quitado lo más preciado que tenía (o eso había dicho él) y, además, había sido novio de Nayeon tiempo atrás. Si estaba preocupado de verdad o solo fingía, él no pudo cerciorarlo por completo, pues su desesperación era más grande que su falta de confianza en ese momento.
—Alguien estuvo investigando sobre lo ocurrido detrás de tu accidente —dijo con total seriedad, tomando asiento frente a Jeon—. Ellos vieron algunas grabaciones sobre algo y dieron con Nayeon. Fueron a buscarla y conversaron con ella sobre su situación. No sé muy bien que pasó, pero Lee quiere ver muerta a Nayeon hoy mismo.
Las palabras del contrario llegaron a darle cierta esperanza. Si estaban investigando sobre su accidente, quería decir que no aceptaban del todo lo que había pasado. Ellos debían pensar que seguía vivo y trataban de encontrarlo sin importar el peligro. Estaba seguro de que Nayeon había revelado algo en contra de Sehun para que este buscara su muerte.
—¿Y a pesar de que la quieres, mandaste a personas para que la asesinen?
—Es mi trabajo —respondió después de un suspiro—. No importa lo que desee, no puedo tener a Lee Sehun como mi enemigo. Es demasiado retorcido para mi gusto.
