❀ Jeon Jungkook y Park Jimin desconfiaron el uno del otro y terminaron con su matrimonio de manera inesperada y dolorosa. Un año después de la separación, Jimin se encuentra comprometido con otro hombre y Jungkook lejos de Corea. ¿Qué pasará cuando...
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Namjoon ayudó a su padre a bajar las escaleras, teniendo mucho cuidado en el camino. Kwan apenas tenía poco menos de un día desde que fue dado de alta, por lo que el mayor de sus hijos estaba pendiente de él a toda hora, siendo ayudado por su esposa, quien se había encargado de entregarles a las cocineras la lista de alimentos que debían brindarle para su recuperación. El señor Park bajó el último escalón y estiró sus brazos una vez que pudo sentirse con mejor equilibrio.
Observó a su hijo y le dedicó una pequeña sonrisa.
—¿Has sabido algo de tu hermano? —preguntó con voz suave.
—Me dijo que iba a regresar ayer, pero no se ha comunicado conmigo hasta el momento. Supongo que ha decidido aplazar su viaje.
—¿Crees que sea por lo que dijo tu madre?
—Jimin es un hombre fuerte, algo como esto no va a derrotarlo y, mucho menos, lo hará dudar. Cuando menos te lo esperes, tendrás a mi hermano consentido de nuevo aquí.
El señor Park sonrió antes de permitir que su hijo lo guiara hacia el comedor, donde Ailee los esperaba con la mesa puesta y el desayuno servido. Namjoon se mantuvo al lado de su padre, ayudándole en lo que necesitaba, mientras Ailee platicaba sobre su viaje.
—¿Cuándo partirás?
—Tal vez lo haga la próxima semana ―respondió ella―; tengo que reunirme con mi clienta para saber los detalles de su caso. Me quedaré por allá un par de semanas, hasta que consiga reunir información.
—Me parece buena idea que tomes un caso como este. Espero que la víctima encuentre la justicia que requiere.
—Es una labor muy importante —mencionó Namjoon— le he dicho que me siento orgulloso de ella.
—Y yo me siento igual sabiendo que mi esposo ha logrado ayudar a su padre en este problema. Sé que se recuperará muy pronto, señor Park, es usted un hombre muy fuerte.
—Gracias, querida. Verás que estaré en perfecto estado cuando regreses.
Los tres rieron y siguieron charlando un poco hasta que terminaron el desayuno preparado. Por supuesto, decidieron quedarse en el comedor platicando sobre algunas otras trivialidades, tratando de hacer sentir mejor al dueño de la casa. De pronto, una de las sirvientas apareció frente a ellos, llamando la atención de los presentes.
—Señor Park —llamó con respeto—, el auto del señor Jeon acaba de ingresar en la mansión.
—¿Jungkook? —preguntó extrañado. Los tres se miraron confundidos un momento—. ¿Qué hace aquí?
—Tal vez sigue preocupado por Jimin y ha venido a preguntar por él —infirió Namjoon—. Será mejor ir a recibirlo.
Los tres se levantaron de sus asientos y caminaron hasta la entrada de la mansión, Namjoon ayudó a su padre a movilizarse en todo momento para que éste no tuviera algún tropiezo o caída. Cuando llegaron a la entrada, no supieron cómo reaccionar a lo que veían. Jungkook cargaba una maleta pequeña, mientras caminaba de la mano con Jimin, quien se hallaba con unos lentes oscuros y ropa diferente a la noche anterior. Ambos caminaban sonriendo y manteniéndose cerca el uno del otro.
