❀ Jeon Jungkook y Park Jimin desconfiaron el uno del otro y terminaron con su matrimonio de manera inesperada y dolorosa. Un año después de la separación, Jimin se encuentra comprometido con otro hombre y Jungkook lejos de Corea. ¿Qué pasará cuando...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un pequeño grito de entusiasmo salió de sus labios cuando observó la hermosa paleta de colores que se exponía ante él. Taehyung observó cada uno con detenimiento antes de escoger un rosa pastel para los lazos que decorarían las mesas de los invitados. Lisa, Jisoo y Soo Hee se mantenían observando cada detalle y sonriendo ante la imagen de un Jimin feliz y entusiasmado con la idea de su boda.
Febrero se alzaba frente a sus ojos con un buen clima y el pronto comienzo de la primavera. Jimin acariciaba su vientre con delicadeza, mientras observaba todas las opciones planteadas por su mejor amigo y las mujeres encargadas de organizar su boda, una vez más.
—¿Qué hay del altar? —preguntó el rubio con cierta curiosidad, riendo al ver como su mejor amigo apenas si podía levantarse del asiento, debido a su formado vientre—. ¿Podríamos hacerlo parecido al que tuve en mi anterior boda?
—Pero, necesitaríamos mejorarlo un poco —Soo Hee caminó hasta sentarse junto a Jimin para observar los diseños que el catálogo exhibía—. Más cantidad de flores, tal vez.
—Podríamos incorporar más flores si así lo desean —Jisoo se mantenía atenta al pedido que su amigo concediera, totalmente emocionada por la noticia del casamiento del rubio con Jungkook—. También, mejoraríamos el diseño y podríamos hacerlo de un color un poco más llamativo.
—Para mí está bien, podríamos hacer eso.
Jisoo asintió mientras apuntaba en un cuadernillo todos los cambios solicitados. A su lado, Lisa se mantenía absorta en el diseño que Jimin había pedido para sus invitaciones, dibujando pequeños detalles que podrían embellecer la portada de los sobres. Taehyung sonrió al ver el pequeño progreso obtenido desde hacía una semana, cuando decidieron comenzar con los preparativos para la boda.
—Sigo sin poder creer que me perdí la pedida de mano —se quejó Lalisa—. Ni siquiera fueron capaces de grabarlo y mostrármelo. Tuve que enterarme días después cuando Taehyung vino a contárnoslo.
—En mi defensa, yo era el que estaba siendo víctima de la sorpresa, así que no pude grabar nada.
—Estaba llorando de la emoción, no podía pensar en grabar —se defendió Taehyung—. Ellos se veían tan lindos que apenas pude sacarles una foto. Jungkook había preparado aquella sorpresa con tanto esmero que le salió más que perfecto. Fue una pedida de mano memorable.
Jimin sonrió con un sonrojo en las mejillas, recordando aquella noche de Año Nuevo que se volvería memorable para él. Nunca imaginó que Jungkook pudiese llegar a tales extremos, pero siempre terminaba sorprendiéndose con lo detallista que era su pareja y el inmenso amor que prometía y demostraba tenerle. Jungkook, por su parte, estaba tan feliz con la noticia del bebé que no olvidaba acariciar su vientre con delicadeza cada noche y llenarlo de besos en agradecimiento por aquella nueva oportunidad de ser padres. La habitación que habían destinado a su anterior hijo fue limpiado y equipado días después de la noticia, dejando más ropa de bebé y juguetes listos para su llegada. La familia Park estaba demasiado entusiasmada con el matrimonio, el nacimiento del bebé de Taehyung y el nuevo miembro que se sumaría a la familia por parte de Jungkook y Jimin. La felicidad estaba llegando de manera pronta y no podían creer que todo fuera acomodándose para ellos.
