❀ Jeon Jungkook y Park Jimin desconfiaron el uno del otro y terminaron con su matrimonio de manera inesperada y dolorosa. Un año después de la separación, Jimin se encuentra comprometido con otro hombre y Jungkook lejos de Corea. ¿Qué pasará cuando...
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El ambiente era calmado y reconfortante, sin la incomodidad que imaginaba en su viaje de regreso. La mirada de su esposa era comprensiva y casi nostálgica, como si creyera que aquella sería la última vez que volverían a estar solos en una misma habitación, como si el presentimiento ahogado en su pecho se liberara y volviera realidad. Namjoon acarició el dorso de su mano mientras le sonreía débilmente. Su aspecto no era el mejor en ese momento y lo sabía perfectamente, tanto como sabía el sufrimiento que le otorgaría a uno de los involucrados con su regreso. Porque él era el único culpable de aquella situación desastrosa, él era el único que no había cerrado vínculos pasados, arruinando todo su presente y futuro. A pesar de sus errores, ¿ella terminaría aceptándolo nuevamente? Aun cuando uno de los tres terminara con el corazón roto, ¿podría volver a ser igual que antes?
Ailee mantuvo la calma por unos segundos antes de intentar romper el silencio. Su esposo había vuelto después de meses extraviado de su vida, con el cabello más largo y la mirada menos perdida que antes, pero con una conclusión en su interior.
—¿Fue un buen viaje? —mencionó para romper el tenso silencio que se instaló entre ambos—. Recuerdo que siempre pierdes tu pasaporte cuando viajas.
La risa de Namjoon sonó tan natural en el interior de su habitación que no se había dado de cuanto extrañó escucharlo. Ailee siempre fue una mujer fuerte y valiente, alguien que bien podría valerse por sí misma sin tener a nadie a su lado, pero cuando Namjoon arribó en su vida, su única debilidad se mostró frente a ella. Conocerlo fue, tal vez, uno de los mejores episodios de su vida. Tan frágil, débil y con el corazón roto por una decepción amorosa. Así lo vio aquella vez y de esa manera fue que terminó enamorándose de él. Y a pesar de tener un matrimonio feliz y estable, ella seguía esperando algo que no sabía si obtendría después de aquella conversación.
—Lamento haberme ido de esa manera y dejarte a la deriva —manifestó el contrario, dispuesto a terminar con aquella lucha entre dos bandos—. No quería recibirte de aquel viaje, teniendo dudas sobre nuestro matrimonio. No merecías obtener eso de mí.
Ambos se mantenían en la habitación que compartieron en su matrimonio, la misma que se había convertido en el único lugar seguro a donde Namjoon podría volver sin tener miedo alguno.
—Yo.... volví a ver a Seokjin después de años y volví a sentir esa confusión de sentimientos que siempre causaba cuando volvía. Quise no sentir lo mismo por él, pero terminé haciéndolo porque, como muchos dijeron en su momento, nunca había decidido terminar con ese círculo de dolor en el que nos mantuvimos. Por mi equivocación, fuiste afectada de igual manera y te mantuviste sufriendo estos meses cuando decidiste esperar por mí, en lugar de hacer tu propia vida.
Namjoon terminó arrodillándose frente a ella, quien se mantenía sentada en el filo de la cama, esperando el veredicto final entre ambos. Sus manos se unieron de manera natural, dejando en evidencia la confianza que sentían.
