❀ Jeon Jungkook y Park Jimin desconfiaron el uno del otro y terminaron con su matrimonio de manera inesperada y dolorosa. Un año después de la separación, Jimin se encuentra comprometido con otro hombre y Jungkook lejos de Corea. ¿Qué pasará cuando...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando piensas que estás listo para mirar el pasado y sonreír por lo ocurrido, sea bueno o malo, el mundo coloca todo en contra tuya. Lo observas de cerca, a esa persona que hizo retumbar tu corazón en más de una ocasión, y te das cuenta de que aquella convicción de la que tanto te has jactado, va derrumbándose frente a tus ojos.
Solo basta verle sonreír para que recuerdes el tiempo en que sonreía a tu lado.
Solo basta verle llorar, para que recuerdes los momentos donde lo mantenías en tus brazos para acallar la tristeza que acongojaba su corazón.
Solo basta verlo una vez más, para que seas consciente de que no lo has olvidado. Porque sigue allí, en tu corazón, como un recuerdo viviente, preparado para ser alejado.
El inicio de la historia de Namjoon y Seokjin no fue tan diferente a las similares y repetitivas historias de amor. Tal vez, había sido el momento más feliz entre ellos, el momento donde siempre recordarían con una extraña nostalgia y una sonrisa temblorosa, porque, a pesar de haber sido una casualidad encontrarse, no fue en las mejores circunstancias.
Namjoon recordaba aquella noche como una de las más heladas, desde su estadía en Gwacheon. No existía momento donde no sintiera la helada brisa acariciando su rostro, mientras las calles apenas iban pintándose de nieve en aquel momento. Aquella noche, Namjoon deseaba llegar a su departamento y descansar del día ajetreado obtenido, por lo que se mantuvo caminando por las calles de la ciudad hasta dar con su edificio. El panorama que tenía de la ciudad, en medio de esa caminata, era hermosa. Namjoon admiró cada uno de los edificios, cada escaparate por allí colocado, cada sonido alegre que se escuchaba en las tiendas... admiró cada parte del camino y sonrió por lo tranquilo que le parecía la ciudad en comparación con la ajetreada y concurrida Seúl.
De manera inadvertida, y casi irreal, Namjoon detuvo sus pasos en medio de la acera, al percatarse de que frente a él se encontraba un hombre que lucía demasiado perdido para continuar su camino. Sus pasos eran descoordinados y su cuerpo temblaba por el frío. Casi no podía ponerse de pie y sus brazos abrazaban su cuerpo con tanto ahínco que casi se hacía daño. Sus ojos parecían desorbitados y sin brillo, como si hubiese sido testigo de algo tan lamentable que terminó perdiendo la esperanza por completo.
Namjoon lo observó detenidamente, con preocupación, hasta que ambas miradas se encontraron por un par de segundos. La situación en la que se encontraban no era para nada buena, pero Namjoon no pudo evitar pensar en lo hermoso que era aquel hombre.
—Disculpe, ¿se encuentra bien? ―cuestionó Park.
Aquel hombre solo lo observó unos segundos y, con una sonrisa triste, negó perezosamente. Namjoon quiso hacer algo por él, pero el contrario ya había reanudado su paso y había seguido de largo. Toda la preocupación que había sentido por aquel desconocido se desvaneció tras esa acción, pues consideraba que no podía ayudar a alguien que no deseaba ser ayudado. Sin embargo, con la rapidez con que fue esfumándose, empezó a regresar tras escuchar a su consciencia, la cual le gritaba que no lo dejara ir en tan malas condiciones. Namjoon, entonces, giró hacia él y caminó para intentar hablarle nuevamente. Sin embargo, antes de incluso de poder tocarlo, este se desplomó en la acera.