❀ Jeon Jungkook y Park Jimin desconfiaron el uno del otro y terminaron con su matrimonio de manera inesperada y dolorosa. Un año después de la separación, Jimin se encuentra comprometido con otro hombre y Jungkook lejos de Corea. ¿Qué pasará cuando...
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La mirada de Jimin se paseó con tristeza por la habitación, ahogando un sollozo en sus labios mientras caía en cuenta de la ausencia de su pareja y el doloroso informe que la policía le había brindado el día anterior. Todavía parecía ser un sueño el hecho de que no podía ver a su prometido después de lo ocurrido, ni las fuertes palabras del teniente al brindarle una información que no logró más que destrozar su alma.
A pesar de estar en las últimas semanas de su embarazo y con dolores en las plantas de sus pies, Taehyung se mantenía al lado de su mejor amigo, tratando de consolar el letal dolor que iba consumiéndolo minuto tras minuto. Jimin había entrado en una etapa de negación que no hacía más que dañarlo y llenarle de ilusiones que, posiblemente, iban a ser dolorosamente rotas con las noticias que el cuerpo médico no había revelado hasta el momento.
Después de recibir la noticia, Jimin no despertó de su desmayo. Se mantuvo inmerso en el mundo de los sueños como propio mecanismo de defensa para lograr apaciguar el dolor de su corazón al conocer la noticia. Fueron horas después donde pudo levantarse y enfrentar la realidad que no hizo más que destruirlo nuevamente. Las noticias habían informado sobre el choque y no podía ver nada que no fuera la pérdida de su pareja en los canales de televisión. Los policías habían hallado el auto a un lado de la carretera, totalmente incendiado y sin oportunidad de salvar a la persona que encontraron en el interior. Porque eso fue lo único que encontraron entre los escombros destrozados y calcinados del auto: el cuerpo de una persona.
―Jiminnie, debemos volver a la mansión.
Jimin negó constantemente mientras se aferraba a una de las camisas de su pareja, capturando su aroma con melancolía y una sensación agria en el pecho.
—Déjame aquí, Taehyung —mencionó mientras sollozaba—. Esta es mi casa y la de mi Jungkook. Si me voy, yo....
—Estar aquí no te hará bien, Minnie. Es mejor ir con tu padre, él está demasiado preocupado por tu situación y teme que recaigas nuevamente. Por favor, vamos a la mansión.
—Quiero esperar a mi prometido aquí, en nuestra casa —sus mejillas volvieron a humedecerse por el llanto, mientras recaía nuevamente en la tristeza que lo acongojaba—. Si él regresa y no me encuentra....
Taehyung observó a su esposo con tristeza. Quería ayudar a su mejor amigo, pero no podía hacer mucho si este no parecía querer mejorar y salir de aquella depresión. Jimin estaba demasiado dolido por la situación, hasta el punto de no comer lo que las sirvientas preparaban para él, ni dormir por tratar de encontrar respuestas con los médicos. Si seguía así, no solo se debilitaría completamente, su bebé también recibiría aquel dolor y existiría un peligro de aborto que él había tratado de evitar durante su embarazo.
—Tenemos que irnos, Minnie. Por favor —imploró el pelirrojo—. Tienes que alimentarte y dormir. Sé que es doloroso estar en esta situación, pero tu bebé no estará bien si sigues descuidándote de esta manera.