❀ Jeon Jungkook y Park Jimin desconfiaron el uno del otro y terminaron con su matrimonio de manera inesperada y dolorosa. Un año después de la separación, Jimin se encuentra comprometido con otro hombre y Jungkook lejos de Corea. ¿Qué pasará cuando...
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— ¡¿QUE TU QUÉÉÉÉ?!
Jimin tuvo que cubrirse los oídos para que el grito de su mejor amigo no lo dejara sordo. Ya habían pasado un par de días desde que se reencontró con Jungkook. Pensó que iba a tomarle algo de tiempo superar la idea de que su ex esposo se hallaba en Corea y, efectivamente, hasta el momento seguía sorprendido por la noticia. Y no ayudaba el hecho de que había visto de cerca al empresario, detallando sus facciones y concluyendo que lo único que había hecho en todo ese tiempo lejos había sido volverse más guapo.
—C-Caí encima de Jungkook —suspiró pesadamente mientras se recargaba en su asiento—, fue una completa vergüenza.
—No es como que él te haya reclamado algo, ¿o sí? —el rubio negó lentamente—. Entonces, ¿por qué estás tan desanimado?
—Porque no quería encontrármelo en este momento y menos de esa manera —porque sabía que sus sentimientos iban a despertar nuevamente y no quería admitirlo—. Hubiese preferido no verlo mientras estaba en Corea, así me ahorraba muchas cosas.
—Eres un completo mentiroso —lo miró con los ojos entrecerrados— dices que no querías verlo, pero en el fondo, eso era lo que más ansiabas. Soy tu mejor amigo, Jimin y te conozco muy bien. Así que, no finjas conmigo y dime qué sentiste exactamente cuándo lo viste.
A Jimin le resultaba difícil expresarse en ese momento, pero Taehyung tenía razón. Él era su mejor amigo y si no podía decirle a él lo que sentía, ¿a quién podría decírselo?
—Su llegada solo ha traído graves consecuencias en mi corazón —observó a su mejor amigo y éste no dudó en tomar sus manos para invitarlo a continuar—; desde el primer momento supe que no iba a poder verlo sin sentir mi corazón latir con desenfreno y no me equivoqué en absoluto, cuando lo vi a los ojos aquel día, me trasladé a los primeros años de nuestro matrimonio, cuando éramos felices y nos amábamos. Él ha cambiado tanto que no podría reconocerlo si lo comparara con el Jungkook de antes. Se ha vuelto más atractivo, maldita sea, y solo Dios sabe porque no lo besé en ese mismo instante.
—¿Y él sintió lo mismo?
—No sé si lo sintió, pero no podía dejar de observarme. Sentí su mirada sobre mí todo el tiempo, sabía que para él la situación era vergonzosa y tampoco se esperaba que yo llegara justo en ese momento.
Jimin suspiró nuevamente antes de recostar su cabeza sobre el escritorio.
—Es que tenía que venir justo en este momento.
—No puedes culparlo, Corea sigue siendo su país natal, seguramente deseaba regresar después de tanto tiempo —el rubio asintió casi desanimado—. Jimin... ¿y si existiese la posibilidad de que tenga pareja?
El corazón de Park se estrujó de solo pensarlo. No podía culparlo, él tenía todo el derecho de rehacer su vida con alguien más, enamorarse de otra persona, casarse con ella y tener una familia. Jimin lo había hecho, se había comprometido con otro hombre y no podía esperar que Jungkook no hiciese lo mismo.
