❀ Jeon Jungkook y Park Jimin desconfiaron el uno del otro y terminaron con su matrimonio de manera inesperada y dolorosa. Un año después de la separación, Jimin se encuentra comprometido con otro hombre y Jungkook lejos de Corea. ¿Qué pasará cuando...
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Jungkook suspiró encantado con los besos dulces que su pareja dejaba en su rostro. Sus manos tomaron con suavidad la cintura del más bajo mientras trataba de devolverle los besos con igual dulzura para robarle sonrisas. Ambos se hallaban aún en su habitación, esperando que el tiempo corriera para bajar hacia el comedor y almorzar junto a su familia.
Agosto había empezado cinco días atrás, por lo que el ambiente era caluroso y obligaba a la pareja a que saliera hacia el jardín trasero para gozar del aire fresco y pasar tiempo bajo una de las sombrillas que el señor Park había colocado para su hijo, junto a unos asientos plegables que usaban para pasar el rato.
Jungkook había recuperado la movilidad de sus piernas por completo, consiguiendo regresar a su rutina de trabajo y cotidianidad. Por supuesto, Jihyo fue una ayuda demasiado indispensable para el castaño, pues ella se había encargado, junto a Yugyeom, de sus negocios en su ausencia. Felizmente, sus inversiones se hallaban prosperando paulatinamente y el proyecto que mantuvo con la empresa Park había obtenido una buena inauguración.
Jimin, por su parte, tuvo que dejar su trabajo por el embarazo, pero habitualmente ayudaba con algunos diseños y correcciones de los planos que le mostraba su hermano. Estando a solo semanas de cumplir nueve meses, su vientre estaba demasiado grande como para que pudiera dar caminatas largas, dejándolo agotado en minutos y con hinchazón en los pies, algo que odiaba enormemente. Aun así, había preparado todo para la llegada de sus bebés. Debido a su estadía en casa de los Park, la mayoría de los objetos personales de sus hijos se mantenían en la mansión, pero el resto se hallaba en la habitación que Jungkook y Namjoon había remodelado semanas atrás, integrando las dos cunas que Jimin había escogido para sus pequeños, la ropita que habían comprado, los suéteres que el rubio había tejido para ellos y juguetes que los mayores habían comprado para los bebés.
Todo estaba listo para que ambos regresaran a casa con sus bebés y vivieran como siempre soñaron.
—¿Deberíamos bajar? —preguntó Jungkook cuando el rubio dejó de besarle el rostro.
—Tengo hambre —mencionó mientras acariciaba su vientre— y estos bebés han estado pateando toda la mañana, así que deben estar ansiosos por el almuerzo.
—Entonces, vamos.
Jungkook se puso de pie antes de tenderle la mano a su pareja para ayudarlo a salir de la cama. Jimin llevaba una camisa holgada, lo suficientemente grande para que no hiciera presión en su vientre. Jeon colocó una mano en la cintura de su pareja y lo ayudó a bajar los escalones, entre sonrisas y pequeñas charlas triviales sobre los nombres que habían elegido para los bebés.
La familia Park los esperaba en el salón entre lecturas y conversaciones de trabajo. La primera en darse cuenta de su presencia fue Sun Hee, quien se puso de pie y fue a saludarlos con una pequeña sonrisa.
—Vaya, hasta que decidieron bajar —comentó cuando estuvo frente a la pareja―. Taehyung y yo pensamos que iban a hibernar allí adentro.