Al llegar a su destino paga su cuota y baja del taxi, le agradece con una sonrisa al chofer y gira sobre sus talones dirigiéndose a la bonita casa detrás de él.
El hogar de su mejor amigo, el cual considera también su hogar, al parecer al perezoso de su amigo por fin le han dado ganas de quitar los vestigios de adornos navideños de hace dos años, sonríe de solo recordar lo flojo que Beomgyu puede llegar a ser. Toca la puerta tres veces, una señal que ambos tienen para que Beom sepa que es él quien esta del otro lado de la puerta.
—¡Ya voy!— se escucha desde adentro. Jeongin demostrando la confianza que le tiene a su amigo deja presionado el timbre y ríe a causa de su diversión, escucha a Beomgyu de manera inmediata decir — ¡Que ya voy, maldición, que acaso no escuchaste, ya voy!—
Al abrir la puerta Beomgyu se encuentra a Jeongin aun con su dedo presionando el timbre.
Un muy sonriente omega lo saluda —Hola querido amigo—
Beomgyu le gruñe en respuesta, como es típico en los alfas, Jeongin solo le sonríe al no detectar peligro alguno, luego se le queda viendo y nota lo despeinado de su cabello y sus ojos aún muy hinchados. Beomgyu se hace a un lado y le sede el paso.
—Eres un maldito, me levantas de la peor manera— Beom le dice con su voz ronca y bostezando.
Jeongin solo se ríe y lo ve caminar hacia la cocina, después escucha el refrigerador abrirse, las cosas moviéndose y quien sabe cuántas cosas más.
—Un buen día también para ti querido— le responde con tono de burla y se acomoda en el sillón, carraspea antes de hablar —Al parecer tuviste una gran noche, no es así—
—No me lo recuerdes— grita desde la cocina —Ayer conocí a un omega que... uh... hum... sabes que olvídalo— Jeongin se ríe ante la vergüenza de su amigo.
Los dos han sido amigos desde que tenían ocho años y todo gracias a aquella reunión en el club social a la que fue obligado a ir, hubiera sido ignorado como siempre y se habría muerto de aburrimiento de no ser por un balonazo que llego a la cara de su hermano, dejándole una marca roja en su frente y parte de su ojo izquierdo, esto gracias a un pequeño Beomgyu con una patada muy fuerte.
Ese día paso a ser su favorito, no solo porque conoció a Beomgyu, también porque desde ese día Jaehyun ven en él una amenaza, esto gracias a su parte alfa y tomando en cuenta que Beom también es alfa. Nunca imagino que después de ese suceso se convertirían tan rápido en grandes amigos y confidentes.
—¿Enserio aun te da vergüenza hablar sobre omegas conmigo? — dice Jeongin mientras acomoda su maleta en sus piernas.
Dos segundos después aparece Beomgyu con dos tazas de café en mano y le pasa una al omega, quien la recibe y susurra una bajo gracias a la vez que sopla sobre la taza.
—Déjame decirte amigo mío, que al entrar tenías cara de pocos amigos— el alfa cambia el tema para evadir la pregunta de su amigo —¿Sucedió algo en tu casa?, ¿Viste a tu familia?—
Jeongin suspira con frustración y pone los ojos en blanco, le da un sorbo pequeño a su taza y trata de evitar recordar lo vivido esa mañana en su casa. Aunque intenta ocultar la furia que siente sus feromonas lo delatan cuando se empiezan a apoderar de la habitación.
Contrario a lo que la mayoría de la gente piensa, la amistad entre alfa y omega si es posible y ellos son un claro ejemplo, siempre saben controlarse cuando están juntos ya que sus lobos saben que entre ellos solo existe una amistad.
Muchas veces sus padres le han dicho que ese "amigo alfa suyo" solo quiere aprovecharse de él porque es un omega de mentalidad débil y el alfa se puede sobrepasar e intentar algo con él para acceder a su dinero. Claro que él considera esa afirmación la cosa más estúpida que ha escuchado en su vida, pero quien es él para decirlo.

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GET LIT
FanfictionOmegaverse Cuando tu familia se ha encargado de menospreciarte y humillarte, el odio parece ser el único sentimiento que conoces, ese mismo odio que será tu motor para planear como destruir a tu perfecta familia. O Cuando odias a tu familia y qui...