Capítulo 43

295 49 26
                                    

Ni yo pude aguantarme a subir este capítulo... 

═══════════════════════════.🦊~🥟.

Hyunjin abre la puerta, en silencio, las feromonas de alfa reaccionando sin pensarlo a las del omega sin lazo, el omega en la cama. El omega tocándose para su propia satisfacción, dándole un espectáculo a Hyunjin que siempre recordará.

Saca los dedos de su interior, ahora mojados por su humedad. Sonríe travieso, observando maravillado como, aún con ese exterior de hombre indiferente, Hyunjin tiembla de pies a cabeza.

La mayor debilidad de un alfa es cuando el omega que le atrae desprende feromonas que indican celo.

—Hyunjin— susurra con voz entrecortada —gracias por, ah, venir. ¿Te gusta mi regalo? Sólo para ti, hmm. —

Hyunjin gruñe, cerrando la puerta tras de sí para después dar unos pasos hacia adelante, más cerca de la cama. Pero Jeongin alza las manos para detenerlo, aun masturbándose y mordiéndose los labios, una que otra risa traviesa escapándose de sus labios.

Para su sorpresa, Hyunjin le obedece. De hecho, se queda ahí de pie a unos cuantos metros de la cama, la erección en su entrepierna empezándose a notar. Jeongin se mueve como puede hacia la orilla de la cama, sus piernas aun temblando y echando la cabeza hacia atrás cuando masajea con cuidado la cabeza de su polla. El que un omega frente a él se esté causando placer sin duda le excita a Hyunjin.

—¿Me dejarás solo? — pregunta en un susurro, echando ahora su cuerpo hacia atrás —¿O harás algo al respecto Jinnie? —

Deja su pene y, apoyándose un poco sobre sus pies, alza su cuerpo para mostrarle a Hyunjin de forma más descarada su culo. Se hace un lado, lo suficiente como para acariciar su propio trasero y tentar con sus dedos largos la entrada, más húmeda que nunca, las feromonas de Hyunjin enloqueciéndolo.

—Aaaah, Jinnie— ronronea —no te dejaré tocarme si no, hmmm, haces lo que te digo. —

Hyunjin se burla, aunque de sus labios se escapa algo restringida, como si estuviese conteniéndose con todas sus fuerzas para no caer ante la tentación. A Jeongin le fascina verlo así. Y, por la oscuridad en sus ojos, con las pupilas tan dilatas que es como si estuviera poseido, en cualquier momento lo tendrá entre sus brazos de todas las formas posibles.

Empieza a darse embestidas con sus propios dedos. En silencio, ve a Hyunjin desabrochándose la corbata sin parpadear, en sus labios una mueca de tensión.

El calor en su cuerpo aumenta de forma descomunal cuando ahora se quita el saco, lanzándolo hacia un lado de la habitación, cayendo al suelo en silencio. Hyunjin da pasos inseguros hacia donde está él, pero no porque desconozca qué hacer. Su andar es inquieto porque lo huele, lo siente, las feromonas que Jeongin suelta son tantas que, si no hace algo al respecto, enloquecerá.

Toma a Jeongin del talón y lo arrastra aún más hacia la orilla de la cama, ahora su culo quedando al aire. Jeongin gime, pero se deja hacer, emocionado por saber qué es lo que sigue.

Hyunjin lo observa desde arriba, aún de pie, y cuando se muerde los labios y gruñe como lo hace ahora, Jeongin sabe con toda seguridad qué es lo que sucede.

En sus labios, labios rojos de tanto morderlos, labios rojos listos para ser usado, se marca una sonrisa de triunfo.

Hyunjin se deja caer de rodillas frente a él y entre las piernas abiertas de Jeongin.

Ocurre con tanta lentitud, pero lo mira maravillado, temblando con el aliento caliente de Hyunjin que choca con su pene sensible. Después, una mordida en su muslo le saca un gemido, echando su cabeza hacia atrás del placer.

GET LITDonde viven las historias. Descúbrelo ahora