Capítulo 16

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Unos días después.

Beomgyu pasea sus curiosos ojos por las páginas del periódico, sus labios apretados en una mueca que parece ser decepción. Jeongin, con una pierna cruzada sobre la otra y sus dedos tamborileando sobre la mesa, espera con tranquilidad a que finalice lo que hace.

Después Beomgyu suspira con pesadez, cierra el periódico para luego dejarlo de lado, haciéndose hacia adelante para poder recargar sus codos sobre la mesa, sus manos unidas como si estuviera rezando mientras lo mira detrás de esos lentes.

Jeongin chasquea la lengua de inmediato.

—No te atrevas a deci... —

—Te lo dije— suelta el alfa.

Mira hacia donde está el periódico, leyendo por milésima vez las grandes letras que dicen "ESPECTÁCULOS: ¡Una relación prohibida!" con una fotografía de Hyunjin y él para variar. Maravilloso. Ya han pasado tres días, pero todo el mundo continúa hablando de ello, hasta el punto en que en más de una ocasión le han pedido una entrevista directa para hablar sobre el tema. Las palabras de Hyunjin siempre volviendo a su mente.

Reunión familiar.

Já. Reunión familiar sus... Suspira con frustración.

—¿Cómo podría saberlo? ¡A ellos tampoco les convenía del todo!— de pronto recordando el contrato que le firmó a la familia Hwang, bufa de coraje —Y a ti no debería de estar contándote esto. —

Beomgyu frunce el ceño, curioso, ignorando por completo la televisión encendida de la sala. Ni siquiera se atrevió a pisar su propia casa, sino que se encerró por completo en su departamento. Ahora los dos están ahí, sentados en el comedor luego de que Beomgyu pasara por el terrible proceso de la entrega de trabajos en la universidad, él teniendo que vivir de tomar sus clases en línea para evitar un escándalo, claro.

¿Qué le sucede que ahora anda más disperso? Ya cometió el error de insinuar que no puede decirle nada. Y Beomgyu no es idiota, al menos no al nivel en el que él se siente ahora, al menos no para pasar por alto el tono de queja en el que dijo lo último. Se muerde los labios, sabiendo de sobra lo que vendrá a continuación.

—¿Cómo que no deberías de contarme esto?— Beomgyu pregunta casi asustado, enojado o una combinación de los dos —¿Qué hiciste? ¿Qué hiciste, Jeongin? — pregunta dos veces al verlo tan callado.

Jeongin se bebe todo el té de un solo trago.

—No hice nada, ¿de acuerdo?— replica; luego, al ver la expresión de Beomgyu , de no-te-creo-nada-maldito-imbécil, deja escapar un suspiro y hace un ademán con su mano para tratar de darle menos seriedad al asunto —Bueno, quizá se me ocurrió la brillante idea de firmar un contrato en ...—

—¿Un contrato? — hablo el alfa en un susurro más para el mismo.

—... en donde decía que no le diría nada a nadie para que se mantenga en secreto el acuerdo. Creo que ver la deliciosa figura de Hyunjin en ese traje me afectó porque... —

—No deseo escuchar eso, de verdad— dice de nuevo por encima el alfa.

—... me atonté y ahora estoy en esta situación. Estoy jodido—

Beomgyu suelta un gruñido, luego se burla de forma tan sarcástica que a Jeongin le fascinaría darle un buen puñetazo en el rostro, en el estómago, donde sea, con tal de que no se burle más. En otra acción idiota se lleva la taza de té a la boca sólo para darse cuenta de que ya se encontraba vacía. Maravilloso.

Espera en silencio a que Beomgyu se tranquilice, agradeciendo que no haya visto la ridiculez de la taza.

—¿Jodido? Muy gracioso— Beomgyu contesta, sus ojos brillando de incredulidad —Estás frito, muerto, acabado, perdido en el peor de los infiernos, tu cuerpo en el fondo del océano sin posibilidad de rescate, gracias al simple hecho de que te metiste con los Hwang, todo porque —

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