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Capítulo 8

Tan pronto como Minho y Jisung abren la puerta del despacho, sus tres hijos posan sus ojos en ellos. Puede ver el cansancio en el rostro de Niki, la curiosidad latente en los brillantes ojos de Yeji y la tranquilidad en los de Hyunjin. No dice nada hasta que cruza la habitación, Minho siguiéndolo en completo silencio como es costumbre entre los dos, cerrando la puerta con tranquilidad y con el mismo porte de conocedor oculto.

Esta vez es Minho quien toma asiento en la silla de cuero, Jisung quedándose de pie a su lado en caso de que tenga que caminar hacia alguno de sus hijos. Si bien ellos son por completo ajenos a la problemática eterna que hay entre los Yang y ellos, en el sentido de que no los mencionan a menos que los otros lo hagan primero, eso no quiere decir que sean incapaces de actuar por algo de... malicia en su interior.

Toma una bocanada de aire antes de empezar.

—Me alegra que hayan hecho caso a su padre sobre esperarnos a que llegáramos— les dice mirándolos a los tres a los ojos —De lo contrario me hubiese visto en la no tan penosa necesidad de levantarlos a la fuerza. —

Yeji es la primera en hablar, como siempre.

—¿Tan importante es todo esto? — dice ella.

Cada uno de sus hijos cuenta con una personalidad por completo distinta, en ocasiones inclusive complementándose una con la otra. Yeji, la menor, quien le causó el menor de los problemas en los nueve meses que la llevó dentro de él, tiende a ser en ocasiones, demasiado impulsiva o curiosa.

En más de una ocasión esa misma curiosidad la ha metido en problemas, pero es muy buena al momento de salir de ellos también. Se podría decir que de los tres es la que más socializa, la que siempre consigue la información adecuada cuando se necesita, la que descubre qué es verdad y qué es mentira. La que no se queda callada. Es lo opuesto a Hyunjin, quien es más observador que participante o inclusive que Niki, quien no tiende a decir más cosas de las que son necesarias.

Hyunjin y Niki, en cambio, son un asunto por completo distinto, aunque si bien son los que se parecen más en realidad también se diferencian entre ellos. Niki podría tener algo de malicia de vez en cuando, pero su corazón es demasiado bondadoso como para siquiera vengarse o guardarle un mayor rencor a alguien. Hyunjin es quien se parece más a ellos. En todos los sentidos, inclusive en los más... singulares.

—Sí, Yeji, es importante— le contesta. Carraspea antes de continuar, acostumbrado a no mantener secretos por demasiado tiempo entre ellos —el otro día nos visitó Yang Jeongin para hablar sobre algo interesante. —

Esta vez es Niki el que reacciona.

—¿Qué? ¿Qué era lo que quería? —cuestiona.

Antes de que él pudiera hacer algo Minho se adelanta, su tono de voz tratando de tranquilizar la posible conmoción que se causara. Jisung le echa un vistazo a Hyunjin, dándose cuenta de que continúa en completo silencio, observándolos con cierto interés.

Frunce el ceño.

—Nos hizo la interesante oferta de ayudarnos a acabar con su familia— Minho dice seguro de sí —Es una oportunidad como pocas, como han de saber. Su papá y yo queremos hablarlo con ustedes primero. —

Ahora los tres pares de ojos se posan sobre Jisung, quien se encoge de hombros.

—Debíamos de hacerlo porque el niño puso ciertas... condiciones para hacerlo— se espera a que Minho les entregue el sobre que Changbin les había llevado a la oficina, dándoselo primero a Niki para que lo revise —Le comenté que la respuesta se la daríamos dentro de dos semanas pero eso ocurrió— dijo señalando el sobre —Se publicará el día de mañana sin nada que se pueda hacer al respecto. —