Capítulo 5

317 58 3
                                    

Tal como lo pensó, sucedió. La expresión de Jisung cambió de forma radical tan pronto como esas palabras abandonaron su boca. Como si frente a él se hubiese cometido el peor de los actos o lo hubieran ofendido de forma directa, en su cara.

De todos modos, es normal su reacción. Varios estudios psicológicos, así como millones de personas han comprobado de alguna u otra forma que los omegas protegen a sus crías y se preocupan por ellas más que sus parejas; se diferencian de los betas, que si bien de igual forma poseen ese instinto de protección tienen un porcentaje mucho menor que los omegas.

Los omegas son posesivos con los miembros de su familia, comportándose como todos unos monstruos cuando alguien siquiera insinúa tener malas intenciones con cualquiera de sus hijos. Jisung y Minho son un matrimonio con tres hijos, dos alfas, ambos hombres, junto con una omega. Sólo los conoce de vista, pero eso fue más que suficiente para desear con todas sus fuerzas al mayor.

Hwang Hyunjin, un hombre que sin duda es la combinación perfecta de sus dos padres.

Jeongin se ahorra su sonrisa de victoria para no empeorar las cosas, en especial porque nunca se sabe la forma en que un omega reacciona a ese tipo de situaciones.

—¿Disculpa? — Jisung dice con la voz muy tensa —¿Escuché bien? —

—Yo escuché de maravilla cariño— se adelanta Minho a responder.

Jisung aprieta los labios y le lanza una mirada amenazadora.

—Cierra la boca—

Observa ese pequeño intercambio en silencio, aspirando por primera vez la esencia de Jisung, la cual resulta ser cautivadora como pocos omegas, los cuales en su mayoría huelen a vainilla o chocolate, inclusive alguna combinación de los dos, en cambio la esencia de Jisung resulta un poco distinta, en especial porque es una combinación extraña entre lo que parece ser whisky junto con otro olor que no logra distinguir, pero no por ello huele mal. No es la típica esencia insoportable que tiene que fruncir su nariz para demostrar que no le agrada, como el olor asqueroso, para él, de la novia de Jaehyun, que jamás abandona su sentido del olfato hasta después de días y eso es, de alguna forma, una brisa de aire fresco.

Minho, en cambio, huele más a un bosque oscuro de noche, rodeado de niebla. Hay cierto olor ácido detrás de todo, pero de igual forma es algo nuevo, diferente.

—El primer paso de mi plan es casarme con su hijo— dice Jeongin.

—Maravilloso plan— replica Jisung con ironía. Luego, prestándole atención inmediata a sus palabras, se hace hacia adelante —Y dime niño, ya sabes con quién planeas hacerlo—

Se permite sonreír de oreja a oreja, sintiendo una emoción recorrer su cuerpo debido a la anticipación —Hyunjin—responde con simpleza.

Los omegas adoran a sus hijos sin excepción alguna. A todos ellos, no importa si son sólo dos o si llegan a ser diez, algo extremo y poco visto en esos días, por cierto, el amor que sienten hacia ellos es equitativo. No le sorprende en lo absoluto que Jisung se empiece a reír con incredulidad, con algo de burla y furia muy bien contenida, siendo de nuevo quien acarrea con el mayor peso emocional entre los dos. O Minho confía por completo en su pareja o en el fondo se siente desinteresado al respecto.

O bien, en silencio, ya tiene el plan perfecto para destruirlo si llega a cometer algún error.

—Hyunjin— Jisung menciona el nombre de su hijo con cuidado —¿Por qué él? —

Jeongin se encoge de hombros para restarle importancia al asunto. Si bien se sentía seguro de sí, sería estúpido de su parte el admitir frente a esos dos que siente una atracción hacia su hijo mayor, que desde que lo vio por primera vez sintió esa parte omega suya despertarse como nunca.

Lo había leído libros y era un tema recurrente en las novelas para adolescentes. El omega inocente o aquél que no cree en el amor de pronto se encuentra con un alfa que de inmediato y sin ni siquiera olerlo, lo haga sentir distintas emociones en cuestión de segundos. Jeongin cayó en esa categoría del chico burlón que no cree en esas cosas hasta que de pronto algo así le sucede.

Claro que hay más razones detrás de todo, pero mentiría si no dijera que esa es la principal, no por nada lo escogió a él por encima de Niki, su hermano y el segundo en nacer.

Se lame los labios antes de continuar.

—Por el simple hecho de que es el mayor— miente —además de que es el que tiene mayor experiencia en el ámbito empresarial, ¿no? Los investigué un poco—

Jisung le observa en silencio.

—Lo tienes todo planeado, entonces—

Sonríe con seguridad.

—No crean que esto lo hago por algo más allá de mi plan en mente— explica para que la mente de Jisung no empiece a trabajar y descubra más de lo que desea —Mi familia puede parecer muy "actual" pero en realidad es todo lo contrario. Mi estúpido hermano es quien controla mis cuentas por el simple hecho de que soy omega y la única forma de deshacerme de ese control es casándome con un alfa. Haciendo eso será más fácil empezar—

—Y Hyunjin es la única salida— suelta Jisung.

Alza una ceja, burlón.

—Es porque casarme me libera en cierto modo de ellos, pero casarme con un Hwang los ata a ellos al caos—

—Suenas muy seguro de ello—continúa Jisung.

—Lo estoy— finaliza sin ningún tipo de temblor en su voz, mirando a Jisung directo a los ojos volviendo a la posición de reto omega-omega.

Pero contrario a las ocasiones anteriores, la reacción de Jisung es por completo opuesta a lo que se imaginó. No se enoja por su seguridad o arrogancia, no se enfurece por la simple idea de ver a su hijo mayor a su lado, sino que se ríe a carcajadas hasta el punto en que su rostro parece querer explotar. Minho parece más que divertido al ver a dos omegas peleándose frente a sus ojos, nunca atacando de forma directa.

Aprieta los labios sintiéndose algo tonto, sonrojándose un poco del enojo cuando Jisung se deja de reír, sus ojos brillando de la emoción, sus labios surcándose en una sonrisa ladeada.

—Creo que debemos de dejar una cosa bien en claro aquí, Jeongin— le dice con voz seria, aunque de vez en cuando se le escapa una leve risilla —Estás viendo muy... por encima del verdadero panorama ante ti. Aquí, quienes tienen el poder suficiente para acabar con tu familia, somos nosotros—

Siente de inmediato la vergüenza correr por sus venas, Jisung deleitándose de despertar esa sensación en él. Lo ve en sus ojos.

—Qué inteligente de tu parte, he de admitir, el que vengas con nosotros para deshacerte de tu familia. Bravo, muchacho— aplaude con ironía —Qué astucia. Eres un omega de la familia Yang, no olvides que lo único que tienes, además de esas ganas de verlos arder, es nada. No tienes poder, menos tendrás los medios suficientes para por lo menos desaparecer a Jaehyun del mapa.

Antes de que Jeongin pueda contestar o siquiera soltar algún comentario ácido, Jisung continúa sin más.

—Aquí, el que va a ayudar a destruir a tu familia eres tú, no al revés. Tú nos ayudarás a nosotros a deshacernos de los Yang, tan simple como eso— Jeongin aprieta los labios del enojo —Si es que aceptamos el trato, claro está— Jisung finaliza.

Se queda callado sabiendo en el fondo que, aunque no quiera admitirlo, Jisung tiene la razón. Al ser Jaehyun quien tiene todo el control sobre su cuenta le es imposible el pedirle dinero sin que de alguna forma se entere para qué lo utilizó, no importa cuán bueno sea mintiendo o actuando, es incapaz de falsificar algún recibo o cosas por el estilo.

Pero eso no significa que se dará por vencido, no cuando hay demasiado en juego y pensó por años cómo llegar hasta el final. No cuando las palabras de Hwang Jisung sólo sirven para ayudarlo más, para empujarlo fuera de sus casillas y hacerlo perder el control. Mucho menos cuando Jaehyun sigue utilizando su dinero para satisfacer las tonterías de su novia, no cuando Jihyo sólo se preocupa por su increíble hijo alfa y su futura esposa, no cuando Jooheon le amenazó con eliminar su nombre de la empresa de forma definitiva si no abandonaba la "carrera" de Fotografía.

Haría lo que sea con tal de conseguirlo todo. 

GET LITDonde viven las historias. Descúbrelo ahora