Capítulo 14

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Jeongin se siente temblar de la excitación. Se pregunta si Hyunjin hace solo lo que Minho y Jisung le dicen o todo se trata de algún juego que se trae entre manos; de todos modos no tiene forma de quejarse, no cuando sin duda alguna hay algo en la mente de ese hombre, algo oscuro y que se retuerce cada que lo ve.

Más que decidido a empezar el plan que tiene enfocado en nadie más que en Hyunjin, se acerca un poco más a él para que escuche sus palabras con claridad.

—¿Después de esto iremos a alguna parte? — inquiere —Creo que sería excelente que nos conociéramos de alguna u otra manera. ¿No lo crees? —

Para su mala suerte Hyunjin ni se digna a parpadear, pero por lo menos le responde.

—No puedo. Tengo una reunión familiar. —

—Creo que tus padres pueden esperar— se lame los labios con delicadeza —¿Dejarás a tu omega solo, luego de la terrible presión que sufrirá en unos momentos? — dice mientras hace un pequeño puchero.

Escucha su risilla por lo bajo.

—Oh, no, precioso— el tono de voz del alfa parece abrazar esa palabra con delicadeza, con amor, pero burla a la vez. Jeongin se deleita de sólo escucharlo y pasa saliva con dificultad. En esta ocasión Hyunjin sí se voltea hacia él, sonriente —tú vendrás conmigo. No tienes que preocuparte por eso. —

De nuevo surge el silencio, Hyunjin regresando sus ojos al frente para que no ocurra ningún accidente mientras que él trata de parpadear y así observarlo con cuidado. Jeongin es más bajo que él por unos cuantos centímetros, pero aun así siente ese poder dominante que Hyunjin suelta, la típica sensación de un alfa que podría ser superior a los demás. Pero la suya es distinta, más parecida a la de Minho que a cualquier otro que sólo lo hace para presumir.

Hyunjin lo usa para su propio beneficio no sólo a la hora de coquetear, sino también en los negocios. No lo usa para verse mejor que nadie o para tener un sumiso, sino para demostrar ante los demás que sí, puedes ser excelente en algo, pero él siempre encontrará una solución para todo. Es un dominante de mente más que del cuerpo.

Se muerde los labios.

—¿Tienes una historia para este romance? — escucha que le pregunta.

Jeongin se encoge de hombros sin prestarle demasiada atención a lo que dice, y al parecer para Hyunjin es más que suficiente ya que sólo sonríe de lado, sin mirarlo a los ojos mientras da vuelta hacia la izquierda, donde se encuentra el estacionamiento subterráneo de la empresa Yang.

—Mi familia estará tan escandalizada como para pensar con claridad en caso de que cometa algún error, por lo que no lo pensé demasiado— responde con simpleza mordiendo sus labios, mientras el automóvil se adentra al estacionamiento y encuentra el lugar más cercano al elevador.

Hyunjin asiente en silencio para después apagar el motor, quitar la llave y salir, después rodea el automóvil y abre su puerta, a lo cual Jeongin le sonríe mientras se acerca a él un poco.

—Gracias— le dice.

—De nada— Hyunjin le contesta, cerrando la puerta, pero sin apartar los ojos de los suyos.

Para cuando caminan hacia el elevador, Jeongin recuerda que deberían de mezclar sus esencias para que todo se vea más creíble, pero en verdad duda que inclusive su padre le preste atención a pequeñeces como esas tan pronto como vea a Hyunjin a su lado. Sabe que Jooheon es inteligente. No por nada logró consolidarse como uno de los mejores empresarios del país en un período corto de tiempo, muy similar al de Jisung y Minho, y llevar el apellido a lo alto.

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