𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒 (𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐒𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫)

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Era la hora de ir a casa, durante el camino Giyu se mantenía callado, ella le miro su expresión, adoraba molestarlo un poco provocando que debajo de ellos cayeran copos de nieve hasta lograr que sus cabellos estuvieran escarchados de nieve.

——No hagas eso.—— Se quejó, con una de sus manos limpio la nieve que caía de su cabello y uniforme, tirándolo al piso. Ella solo le miro, parando de pronto la escarcha que caía entre los dos.

——Solo busco animarte, Rengoku me dijo que golpeaste a Shinazugawa, me contó que peleaste a golpes con el, que Tengen y Obanai tuvieron que meterse a separarlos, te agradezco demasiado que me defendieras, pero no quiero que arriesgues tu salud y sobre todo tu puesto por un idiota como el, es un tipo demasiado complicado para hacerle entender mi situación.—- Hanako se puso frente a el, al estar más alto que ella pudo notar los moretones a causa de la golpiza, también el labio partido que aún tenía la herida abierta.

Hanako saco de su bolsillo un pañuelo para mojarlo con un poco de medicina que siempre llevaba con ella, al ponerla sobre su rostro, el chico se sobre salto, pero no hizo nada al respecto, solo la miro atentamente mientras ella desinfectaba las heridas.

——Por... por favor, conviértete en mi sucesora.—— Tomioka tomó las manos de la chica para que esta no se separara, ella sonrió, estaba feliz de darse cuenta que alguien la quería de futura pilar.

——Hare lo posible para llegar a tu rango, cuando eso pase podré tomar tu lugar, te prometo que seré mejor Hashira que tu.

Hanako siempre tan bromista, aunque en el fondo Giyu le pareció divertido, por fuera seguia siendo el mismo serio de siempre.

——Creo en ti, así que cumple esa promesa.

De pronto Giyu la jalo contra ella para abrazarla, algo que ella nunca imagino que pasará, incluso podía escucharle llorar. ¿Acaso había pasado algo mientras ella estaba en la selección final?

——No dormí en estos días, tenía miedo de que algo malo te pasara, eres demasiado importante para mi, es por eso que golpee a ese idiota, puede joderme la vida a mi, pero no puedo permitir que se meta contigo, créeme, cuando dije que te protegería me referiría a todo, te protegeré de los demonios, de ese tipo que te asecha, de idiotas como Sanemi que te juzgan sin conocerte.

Hanako lo calmó con un abrazo, no imaginaba que tan dura fue la vida de su amigo, pero estaba segura que ella podría darle el cariño suficiente para que el dejara un poco atrás el dolor, su más grande deseo era verle sonreír.

——Mi padre y tu fueron mi motivación para pelear, puedo controlar mi poder, pero no mis emociones, eso debo aprender, luche por ambos, estoy aquí y pronto seré tu sucesora, ni seas llorón.—— Una risita se escapo de los labios de Giyu, una mezcla entre un llanto y una risa, ella era realmente encantadora y perfecta ante los ojos de quien sabía quererla sin importar su pasado.

——Todo parece indicar que pronto recibirás tu katana, cuando eso pase, me gustaría ir a misiones contigo, me encantaría ver que tanto aprendiste de nuestro maestro, tengo demasiada fe en ti.—- Tomioka la cargo entre sus brazos para darle un par de vueltas, Hanako reia dulcemente, contagiándole la sonrisa a su amigo, el chico camino con ella en brazos hasta llegar a la puerta de la finca, donde nuevamente le dio vueltas, la joven reia por esas acciones, era adorable para el, verla sonreír, su sonrisa y ella, eran hermosas para el.

Giyu la bajo de pronto, ambos de miraron a los ojos, Giyu se puso serio, acariciaba las mejillas de su compañera, ella solo cerró sus ojos permitiéndole sentir sus mejillas heladas, el aprovecho el momento, solo acercó su rostro cada vez más al de ella.

——-Vaya. ¿Me estoy perdiendo de algo?

El padre de Hanako estaba frente a ellos, las puertas se abrieron a la par de que escucho a su hija reír, ambos se sobresaltaron por lo repentino que fue su padre, haciéndolos separar de inmediato.

—-Hola, padre.—- Takashiro siempre fue un hombre sensible pese a tener una apariencia bastante varonil y ruda, el no tardo ni un segundo en llorar ya que ella abrazo a su padre, el adulto correspondió aquel afecto sin pensarlo.

——Cariño, Urokodaki me contó todo, me alegra verte a salvo, ¡Estoy muy orgulloso de ti!—-El estaba alegre, más que eso estaba aliviado, su única hija estaba con el, el chico estaba por irse pero pronto el mayor lo detuvo para que se dieran un abrazo de tres, él más que nada estaba agradecido con el pilar, gracias a Tomioka Hanako podía disfrutar de una vida feliz aún si ella estuviera condenada a un peligroso futuro.