𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒 (𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐒𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫)

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—-Estoy enamorado de ti y esta vez no te dejaré ir, quiero estar contigo siempre.—Giyu se había declarado tanto como ella, después de ese beso las manos del pilar soltaron la toalla para abrazarla a ella, aferrándose a la chica como si tuviese miedo a perderla.

——¿Por qué nunca hicimos esto antes? Estuve enamorada de ti desde que accedías a entrenarme cuando Urokodaki no podía.

Giyu no pudo evitar sonreír, siendo la primera vez que ella veía esa sonrisa, era realmente hermosa, haciéndola sonrojar, sobre todo porque sintió de nuevo sus caricias.

——Por que fui un idiota depresivo que no se dio la oportunidad de ser amado y amar, te hice perder mucho tiempo, además de que alguien más te amaba, era difícil para mí, fui un tonto inseguro, pero esta vez soy totalmente honesto y y te diré que te amo demasiado, Hanako, realmente quiero pasar el resto de mi vida contigo.—- Se tomaron de las manos, ella no podía dejar de sonreír, se le veía demasiado alegre, al fin todas esas angustias se habían esfumado, ahora era una persona feliz, tal como ella lo merecía.

—-Te amo Giyu, con todo mi tonto y pequeño corazón.—. Sin darle una respuesta debido a que ella ya se había confesado, la chica se lanzó contra el, dándole otro beso en los labios, un beso lleno de emociones sinceras, al fin eran pareja.

Giyu estaba feliz, dándole besos otras otro a su mujer, a la única que tenía en su corazón, jamás había imaginado que ese momento llegaría, ahora tenía novia, ambos debían ser la prioridad del otro, donde serían al fin felices.

—-Ve a darte tu ducha, yo prepararé la cena para ambos.—La chica suspiro después de ese beso, estar rodeada en los brazos de Tomioka simplemente hacían que suspirara de nuevo, sonriendo para el.

—-No tardaré, además me quedaré a dormir, pero solo dormiremos, aún no es tiempo de llegar a la intimidad, aún no.

Giyu besó su mejilla, separándose de ella para ir directo a la bañera, al ver como se alejaba, Hanako se dio unos golpes suaves en su mejilla, no podía borrar esa sonrisa, se relamía los labios una y otra vez, incluso el intentar hacer la cena le resultó difícil, no podía dejar de pensar en ese beso, en ese cariño que tuvo con el, su ahora pareja, había valido la pena la espera.

Estaba tan centrada en preparar la cena que no se había dado cuenta que Tomioka había vuelto, se había quitado las ansias en la bañera, ahora se veía un chico relajado, no hacía falta ser un experto y saber que fue lo que hizo en la ducha, ya que el había accedido a bañarse con agua demasiado fría, Giyu se había tomado ese tiempo para liberar esos deseos, imaginando escenas donde Hanako era la protagonista, escenarios poco inocentes donde deseaba hacerlos realidad.

——Huele exquisito.—Giyu la abrazó por la espalda, sintiendo como la rodeaba por la cintura con fuerza, Hanako suspiro, dejando al lado lo que había preparado para el.

—-Se que te gusta el rábano con salmón, por lo que esta mañana compré un poco, la congele para evitar que se estropee, ya casi está listo.—-La chica sirvió el platillo, por otro lado Giyu no pudo evitar sentirse cautivado, ella era grandiosa.

—-Eres una mujer encantadora.—- El varón le dio un beso en la mejilla para tomar el plato y comer, nunca había probado la comida de su pareja, ahora que podía, debía admitir que ella era bastante buena, tenía un sazón exquisito, uno que solo el podía degustar.

—-Y tu eres un hombre tan único.— Era su primera relación como pareja, al ser inexpertos ella no sabía cómo llevar la relación, el tampoco pero eso era lo de menos, poco a poco aprenderían a sobrellevarlo, harían una linda relación donde se adaptarían sin ningún problema.

Al terminar de cenar, Giyu se ofreció a limpiar los platos mientras ella terminaba de limpiar el resto de la cocina, donde al terminar fue a la habitación para preparar un futón extra, uno donde su novio dormiría sin ningún problema, Giyu fue directamente a donde estaba ella, deteniéndola.

—-El que tengamos que esperar para dar el siguiente paso, no significa que no podamos dormir juntos, quiero abrazarte esta noche, dormir a tu lado, en el mismo futón.

Ella asintió, tomando los futones para pegarlos juntos, extendió las sábanas donde invitó a su pareja entrar, Tomioka sin pensarlo se metió a ellas, jalándola del brazo para hacerla caer sobre el, Hanako simplemente se acurrucó en su pecho como si fuera una almohada, ambos necesitaban del calor del otro.