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Giyu volvía de ver a su maestro, el cómo todos estaba demasiado preocupado por Hanako, pero cuando llegó a la sede de los pilares pudo verla en la finca de su líder, pudo suponer que ella hablaba con el. No lo mostraba pero sonrió cuando noto su silueta, como siempre el llevaba una caja de dulces para ella.

——Entiendo, pero recuerda dar aviso a tus compañeros, no querrás asustarlos de nuevo, pronto tu misión está por comenzar, pero no irás sola, Kyojuro o Giyu serán tus compañeros, por cierto, cuando veas a Naoko, salúdamelo de mi parte.——Hanako asintió, dando una reverencia a su líder, aunque se sorprendió por escuchar que el conocía a su maestro, ella solo asintió, cuando el le dio el permiso de irse se cruzó cara a cara con Giyu, el se veía molesto.

—-.Hanako.—-La voz de Giyu se escucho molesta, bastante fría, Hanako dio pasos torpes y nerviosos para acercarse a él, tenía miedo.——Ven aquí ahora, te prometo que no te haré daño.——Giyu tenía la voz más seria, cuando Hanako se le acercó lo suficiente, el no tardo en tomarla entre sus brazos, apretándola con más fuerza.

——Oyakata-Sama me dijo que fuiste a visitar a tu maestro, no me importa si ese viejo tiene malas intenciones contigo, iré a golpearlo, eres muy joven para el, ademas siento que apestas a alcohol.——Hanako comenzó a sudar frío, ¿Acaso Giyu estaba celoso? Una risita se le escapo de su garganta, correspondiéndole su abrazo.

——Giyu, mi maestro. Bueno el es como mi padre, no hay malas intenciones con el, solo busca protegerme, sobre el alcohol, es culpa mia, le quite el sake y bebí un poco, desperté en mi finca, supongo que el me llevo hasta mi hogar, no recuerdo todo pero te seguro que el no me hizo daño.—— Tomioka la apretó más con fuerza, en su interior le decía que no la soltara, que se aferrara a ella como si fuese la ultima vez que ella estuviese ahí.

Hanako se quedó sería, quería hablarle sobre su maestro, quería mencionarle sobre el pero su maestro le pidió que guardara el secreto por un tiempo, no podía decirle que su maestro era un demonio.

——.Tenemos que irnos ya, ¿Donde está Rengoku?—- Giyu inmediatamente cambio de tema, separándose para darle inmediatamente su caja de dulces, como siempre ella los acepto gustosa, sabía que Giyu no era de dulces pero la chica al tomar el dulce lo puso sobre los labios ajenos.

——.No tengo hambre.—-Tomioka se sonrojo cuando sintió aquel dulce sobre sus labios, sobre todo porque aquel dulce fue el que ella mordió segundos antes, al final abrió la boca y acepto comer el Daifuku que ella le dió, no podía decirle que no.

——Kyojuro fue a visitar a su padre y a su hermano antes del viaje, pero la pregunta es, ¿Quien será mi compañero?. Oyakata-sama me dijo que iría con alguno de los dos, ¿Tan peligrosa es la misión?—— La chica guardó sus dulces en su bolsillo, esto hizo sonreír a Giyu, ella era adicta a esos dulces solo la abrazo nuevamente.

——Iremos los dos, últimamente te has vuelto imprudente, además, bueno tengo que cuidar de que no hagas nada estupido cómo dejar ir un maldito demonio, embriagarte o golpear bravucones.—— Hanako dio una carcajada, ya les había contado lo qué pasó, del demonio que logró drogarla aunque no les contó de Naoko, ahora debía ir acompañada.

——Bien, a la próxima dejare que unos bravucones intenten llevarme por la fuerza...

Hanako se separó del abrazo, Giyu sabía de lo testaruda que ella era, sabía que aún así ella los golpearía y no haría caso a sus órdenes.

——No me gusta la idea de que esos ebrios te miren como un maldito objeto sexual, cuando me contaste que uno te coqueteo, me hubiese gustado estar ahí para darle una patada en el culo.—- Hanako le miro con una ceja alzada, no podía creer en las palabras que el mayor soltaba.

——¿Besas a tu madre con esa boca? además, dime Giyu.... ¿Acaso estás celoso?

Hanako se puso coqueta, la joven ahora se dedicaba a acariciarle la mejilla izquierda, aquella mejilla que siempre estaba marcada por un beso de ella y las caricias en cada despedida cuando tenían que despedirse debido a misiones separadas o cuando el la acompañaba a su finca.

——.No.—— Habló con su clásico tono frío, quería mantener su postura de hombre serio, pero la manera en cómo Hanako le estaba coqueteando era como ponerlo débil, con ella no podía ser así.

——.Bueno, voy a fingir que te creo, aunque, si tu fueses el que me pediría pasar una noche en un lugar, no me negaría.—- Giyu se quedó perplejo ante el comportamiento de Hanako, agradecían que estaban a solas, bajo un poco la mirada para conectarla con la de Hanako, sus ojos brillaban, trasmitiendo deseo.

——¿Solo.. solo una noche?—— Tartamuedo, incluso no podía creer en sus palabras, hasta el mismo le estaba coqueteando.

——Mmmmm.... No, siendo contigo podría tener sexo todas las noches, todo el tiempo que ambos lo deseemos.—-Hanako puso ambas manos en su pecho para trasmitirle frío, aquella temperatura provocó en Tomioka un escalofrío de su vientre a su columna.

——Te estás comportando muy insolente, Hanako. Si me sigues provocando, yo no podré contenerme.——Hanako sonrió, sabía que ambos se empezaban a desear, no era culpa suya, desde el día del festival. Ella lo deseaba.

Y el no iba a negarlo, quería tomarla y hacerla suya, pero no era el lugar ni el momento, era educado, la respetaba demasiado pero esos coqueteos solo lo estaban incitando. Harto de sus coqueteos, la tomó de la cintura con fuerza, logrando acorralarla contra la pared más cercana, Hanako pegó un fuerte grito que pronto fue callado por la mano de Tomioka, este pronto se acercó lentamente a su oído.

—-De ahora en adelante cuídate, tal ves aparente ser un hombre arisco, pero... no tienes la menor idea de cómo me haces sentir, en algún momento tendré el valor de hacerte mía.——Giyu susurro sobre su oído, bajando lentamente una mano sobre la cintura de la joven quien ahora tenía el rostro rojo.

No pudo evitar que las hormonas le controlaran, ahora le besaba el cuello, lo mordía, lo lamía, se dejaba llevar por lo que él deseaba, sus instintos humanos indicaban que el debía liberarse, se sentía necesitado y desesperado, a decir verdad, ella estaba igual.

——Giyu.... ¡HEY GIYU!—- Hanako lo despertó de sus pensamientos, ella aún lo tenía abrazado, haciendo que por un momento la mente de Giyu comenzara a imaginar cosas, cosas de las que no se avergonzaba, pero no se lo diría.

El no deseaba sexo, deseaba hacer el amor con ella.

𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒 (𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐒𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora