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Hanako volvió a su hogar, solo rogaba que ningún cuervo estuviera presente en el lugar, mucho menos que algún otro cazador estuviese ahí, por suerte su cuervo podía comprenderla y aunque estaban rompiendo las reglas, decidió no decir nada de lo que su dueña vivió la noche anterior.

Los recuerdos de su pequeño enfrentamiento con la primera luna creciente, hacían que ella se sintiera vulnerable, su mejilla tenía una ligera cicatriz debido a la herida que el le provocó, asqueada por lo que le hizo, intentó limpiar la lamida que le dio, pero ya era tarde, de cierto modo el la había marcado.

El único que sabía sobre la respiración lunar era su pareja, ¿Que le diría ahora? ¿Podría mirar a Tanjiro y verlo como un amigo de nuevo? Ese demonio estaba logrando manipularla y Hanako estaba cayendo, se sentía culpable, molesta, todo junto a la vez.

—-¿Por qué a mí? Abuelo Yoriichi, ¿Acaso tu verdadera descendencia nunca te importó?

Hanako habló sola mientras se quitaba los aretes que Naoko le había dejado aquella noche, eran idénticos a los de Tanjiro, razón suficiente para sentirse molesta, incomoda, de mal humor.

——¡Hermanita! ¡Haz vuelto! ¡No dejes que me lleven!.—- Zenitsu la saco de sus pensamientos, estaba tan perdida en su odio que no se percató que Zenitsu estaba siendo obligado a ir una misión, esta vez no estaba de ánimos para soportar actitudes infantiles.

——Eres un cazador Zenitsu, compórtate como tal, si el maestro Jigoro estuviera aquí ahora te rompería la cabeza con su bastón, cumple con tu deber.—- La chica habló seria, con un tono de voz al que nadie estaba acostumbrado, incluso los kakushi estaban sorprendidos por ello.

——Pero, hermanita. ¿Estás bien?..

Hanako pudo ver que el chico empezaba a llorar, sintiendo una pizca de fastidio, se acercó a él para simplemente darle un ligero golpe usando su pulgar.

——Me encuentro bien, por favor Zenitsu, deja ya de lloriquear, yo no puedo estarte cuidando, tampoco Kamado y el Jabalí estarán contigo, eres grandioso pero demasiado infantil, es hora de que cumplas con tu deber y ser el orgullo de tu abuelo, no dejes que Kaigaku tenga razón en sus palabras.—- El rubio asintió sin poder creer la repentina actitud de su maestra, sin despedirse la chica se dirigió a la finca de las mariposas, pero lo que más intriga causó en Zenitsu, fue escuchar como ella habló de Tanjiro por su apellido y no por su nombre, incluso demostró una faceta mal humorada cuando ella lo mencionó, estaba de mal humor y eso se le podía ver a simple vista, Zenitsu se sintió pequeño por la manera en cómo le hablo, un suspiro pesado salió de sus labios cuando caminó directamente a la finca de las mariposas por un poco de atención médica.

——Veo que el carácter rudo no te queda muy bien, Hanako.——Shinobu apareció a su lado, la pelirroja dirigió su mirar en ella, ella solo cerró sus ojos en resignación.

——Fue un día duro para mí, ¿Podrías ayudarme darme un poco de medicamento, por favor?

La pelimorada asintió, tomándola de la mano para llevarla a la enfermería, Hanako se sentó en una camilla que estaba al lado de Tanjiro, al mirarlo dormido a causa de su condición después de la situación en el distrito rojo, ella hizo una mueca de disgusto tenerlo frente a ella, miró de pies a cabeza los aretes de hanafuda, el cabello Borgoña, no podía evitar su obviedad al tenerlo cerca.

——¿Estás bien?.——Shinobu le Saco de sus pensamientos, los cuales no eran muy gratos cuando fijó su mirada en el joven cazador, Hanako asintió, apartando la mirada inmediatamente de él.

——Solo quiero descansar un poco, realmente no me siento nada bien.—- Mientras atendía sus heridas, la pilar pudo deducir lo que pasaba, una vez dejando las cosas atrás, la chica abrazó a su amiga.

Hanako no protestó, tampoco se apartó, solo quedó atónica ante tal movimiento, poco a poco fue correspondiendo a su abrazo, siendo inevitable llorar, se le veía frustrada, harta de ser una cazadora débil. Shinobu simplemente no dijo  nada, apretó el abrazo para darle consuelo, ambas no se dieron cuenta de la presencia de Tomioka, quien asombrado vio como su novia y su compañera parecían llevarse bastante bien a pesar de no ser tan cercanas, al separarse del abrazo, Hanako miró a su pareja, sin pensarlo dos veces se levantó de la camilla para correr hacia el y lanzarse en sus brazos.

𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒 (𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐒𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora