༻14༺

73 12 0
                                    

——Cuídate.——Con esas cortas palabras siempre se despedía de ella, podía ser frío pero así era el, solo una despedida corta y un fugaz beso en la mejilla fueron entregadas a Hanako para después irse. Ella se sintió extraña.

Giyu la acompañó a casa, al encerrarse en su finca, solo camino hasta su habitación para tirarse sobre su futón, no podía dejar de sonreír, tampoco podía dejar de tocarse los labios con sus dedos, un largo suspiro salió de su boca cuando recordó aquel momento en que casi se besaba con Tomioka, no podía dejar de pensar en el.

La noche fue bastante difícil para ella, no podía dormir, en su mente esta Giyu, la cita que tuvo con el, aunque quería a sus compañeros, ella estaba algo de mal humor, quería estar a solas con el, aquel casi beso la dejó cautivada, completamente, logrando sentir ese calor que nunca había experimentado. Había recordado el regalo de Kyojuro, al abrirlo sonrió, eran un collar con un una media luna de adorno, no pudo evitar sonreír mientras se la ponía al rededor de su cuello.

—-Abre.—— La voz de Giyu la hizo reaccionar, en cuanto escucho que tocaba la puerta y escuchaba su voz inmediatamente se levantó para abrirla, ahí estaba el, tambaleándose, podía verle caer sangre de su pecho al parecer estaba herido.

——¡GIYU!—-Inmediatamente lo tomó entre sus brazos para que este se sostuviera de su hombro, a pesar de ser más pequeña era algo fuerte, pudo llevarlo a su futón para caer con el, por suerte se detuvo para que no cayera encima y lastimarlo.

——-Est... estoy bien.—— Hanako le miro, pudo verle que se quejaba del dolor, al quitarle la mano pudo notar que tenía un enorme rasguño, el miedo le invadió y no tardo en encender la fogata de la chimenea y hervir agua, corria de un lado a otro buscando medicamentos contra el dolor, ajugas e hiló especiales para suturar todo.

——Vas a estar bien, calma.—- La chica se dispuso a desinfectar su herida con alcohol, aunque el era fuerte, no pudo soportar el dolor, aquella herida era demasiado grande para que el sobreviviera, estaba vivo de milagro.

—-¡Mierda!.—— Pudo escucharle quejarse, eso no impidió que se detuviera, al contrario dejó que el alcohol se secara para ir por los paños de agua caliente, ver el torso desnudo de Giyu le sonrojo, jamás había visto a un hombre tan bien desarrollado, su abdomen estaba bien marcado, se sentía fuerte, ella tragó en seco mientras le limpiaba, incluso podía sentirle la piel hervir debido a la temperatura.

——-Controla tu temperatura, tu puedes.

La mujer seguía curando sus heridas, ya una ves limpias se dispuso a suturarlas, eso provocó que Giyu se quejara con poco, apretando la pierna de la chica con fuerza, eso hizo que ella se sobresaltara, prácticamente estaba encima de él.

——-Deja de mirarme como si fuese un alimento para ti, deja de pervertirme. Si me provocas, estoy seguro que no podrás soportarlo.—— Hanako entendió a lo que se refería, ella inevitable rio a carcajadas, dándole unos ligeros golpes en su mejilla.

—-Tu eres el pervertido, yo solo estoy suturando tus heridas.—— Hanako podía ver aquellas heridas del pasado, aquellas marcas que con el tiempo se convirtieron en cicatrices, debía reconocer que eso lo hacía ver sensual, al menos para ella.

——Si yo soy el pervertido, ¿Entonces porque me miras tanto? ¿Te gusta lo que ves?—-

Ella estaba confundida, ¿En que momento tuvo tanta iniciativa a coquetearle? No lo entendía, pero era verdad, aquel momento la estaba excitando, tocar su musculatura, sentir su piel era una sensación única, si le gustaba.

—-Hace unas horas estuviste a punto de besarme, ahora andas coqueteándome, ¿Acaso Kanjori te dio un hechizo de amor?

——Más bien tú provocas que sea así.——

Giyu rio por lo bajo, quejándose de nuevo cuando sintió que Hanako había terminado, ahora ella solo le entregaba una pijama nueva, era hora de tirar aquel uniforme y pedir uno nuevo.

——¿Yo?. Pero si solo soy una dulce joven inocente, no soy una mujer pervertida, soy pura y dulce, tu eres el pervertido que desea pecar conmigo, aunque lo dudo, no quisiste besarme en el festival.——Hanako ahora le coqueteaba, no era normal que ellos guardaran lo que sentían, eran jóvenes, eran humanos, tarde o temprano sus mentes y cuerpos tendrían ese deseo impuro, el deseo impuro y sexual.

——¿Querías que te besará?.... ¿Si es así porque no me besas tu primero?, las damas primero. ¿No lo crees?—- Giyu la tomó hábilmente de la nuca, aquel agarre impedía su escape, ahora sus respiraciones chocaban.

——Vamos Hanako... bésame ahora, necesito probar tus labios, sentir el calor de tu cuerpo, sentirte conmigo y ser uno.—- Ambos se besaron, fue ahí donde ambos se estaban entregando uno al otro, torpes inexpertos en el romance y amor juvenil, simplemente se dejaban llevar por el deseo que sus corazones deseaban.

El beso pasó de lento a uno lujurioso, Hanako se acomodo encima de él para poner una pierna en cada lado de su cuerpo, logrando sentarse sobre su regazo, esto despertó la ansiedad del pilar quien en su desesperación se acomodó, moviéndose inconscientemente, provocando que sus cuerpos se frotarán en si, sin imaginar que ella soltaría un fuerte suspiro de placer.

——Giyu, estás herido, no podemos hacer esto, no creo que sea correcto.—- Hanako hablaba entre besos, aquellos besos pronto terminaron cuando el joven bajó hasta su cuello, dispuesto a morderlo, lamerlo, ignorando las quejas de la contraria.

——Estoy bien, gracias a estás suturas puedo tomar la fuerza suficiente para hacerte mía esta noche.—-Jamás lo había escuchado tan dominante, incluso cambiaron de posición para que el la acostara sobre el futón, quedando ahora encima de ella.

—-Pero, ¿Estás seguro de esto?.—-Giyu la calló con otro beso en los labios, aquel beso simplemente fue el detonante de que ambos se necesitaban, sus manos comenzaron a despojarse de las ropas que traían, aquella mecha que apenas tenía un pequeño fuego, ahora provocó un incendio que no se apagaría hasta consumir su deseo.

——Te amo.—— Dijo al fin, Giyu jadeaba con desesperación, verla tan frágil y hermosa fue lo suficiente para admitir sus sentimientos, algo que cautivó por completo a la joven, quien había caido sumisa a sus encantos.

——Yo también te amo....

Se dejaron guiar por lo que deseaban, por el amor que sentían uno por el otro, se estaban comiendo, disfrutando, Hanako gemía entrecortada mente cuando sentía los besos de su Giyu recorrer su cuello, le gustaba esa sensación de ser amada.

—-Despierta.... Oye.... Tienes que despertar, deja de hablar dormida.

No podía respirar, haciendo que despertara de aquel sueño de golpe, una mano familiar pronto le tapó la nariz impidiendo que ella siguiera dormida, todo parecía ser una de sus fantasías, era la primera vez que soñaba algo así, se sentía avergonzada, sobre todo por que Tokito se mantenía de brazos cruzados, sentado sobre sus rodillas sin dejar de mirarla, era un adolescente complicado y demasiado extraño.

——¿Qué haces aquí?—- Hanako estaba molesta, no por el hecho de que la despertara, si no la manera en cómo lo hizo, desde que el llegó a la sede solía ser un joven algo distante, distraído y raro, el simplemente seguía en la misma pose de siempre.

——Te escuche jadear y quejarte, creí que tenías una pesadilla, entre para despertarte, decías el nombre de Tomioka entre sueños, ¿Estás bien?.——Hanako chasqueo la lengua, vaya mocoso mas insolente, ahora entro a la finca sin al menos tocar la puerta, eso la molesto aún más.

.——Veo que Tomioka parece torturarte en tu sueño, te estabas quejando a cada rato.—Hablo con tal inocencia, Hanako se sonrojo por ello, maldecía al joven por ser tan imprudente, quería golpearlo, pero a la ves estaba feliz de que su única familia de sangre estuviera a su lado, aunque lamentablemente el no lo recordaría o sabría.

𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒 (𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐒𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora