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Hanako camino de vuelta a su finca, se tocó la mejilla donde había sido bofetada, tenía la enorme mano del ex pilar  marcada en su mejilla, pero no dolía tanto como ver su preciada horquilla rota. Cada que recordaba las palabras que le escupió volvían a doler, sentía lastima por Senjuro y ahora entendía porque Kyojuro se negó a que se conocieran ese día, sobre todo estaba sorprendida al saber que se rebeló contra su padre, Kyojuro planeaba una propuesta de matrimonio y por fin entendió porque actuaba tan nervioso en los últimos días, de lo que más se lamentaba es que nunca aclaro sus sentimientos por el, de lo que si estaba segura es que si lo volviera a ver ella aceptaría ser su esposa, después de todo ella ya tenía la edad suficiente para el matrimonio, además de que el era un buen partido, le hubiera dado una oportunidad.

—Oye, ¿Donde estabas?.—Después de tanto tiempo, Giyu estaba frente a ella, la tensión se puso un poco tensa, ninguno hablaba, pero pudo notar que ella había llorado, las ojeras del no dormir, al igual que sus ojos rojos delataban lo mal que lo había pasado, agregando que el golpe seguía marcado en su mejilla.

—Fui a dar mis condolencias a los Rengoku, perdón por no avisar, tenía un poco de prisa.

Giyu se acercó rápidamente a la pelirroja, acción que puso nerviosa a la joven, no quería que la viera en ese estado tan deprimente, sobre todo no quería que viera que la habían lastimado.

—-¿Quien te golpeo?.—-La voz de Giyu sonó molesta, ella levantó su mirada para verle a los ojos, luego bajo la mirada.

—-¡RESPONDE, MALDITA SEA!.—Hanako se sobre salto, Giyu se dio cuenta de lo imprudente que era, abrazándola inmediatamente para pedir perdón, sobre todo ahora ella necesitaba de un abrazo, ese abrazo fue lo mejor que pudo recibir en una semana. Liberando el dolor que sentía, apenas recibió el abrazo y comenzó a llorar, Hanako ya no podía más, por años aguantó y ahora ya no podía, estaba rota.

—.Lo lamentó tanto, se lo que se siente.—Su amigo la apretó contra su pecho, no sabía cómo consolar, más sin embargo entendía su dolor, cuando el se enteró de la muerte de Kyojuro fue terrible, ver a Hanako llorar por el era aún más, jamás la había visto tan mal.

—-Es horrible, maldición ese hombre es una persona terrible, y luego Kyojuro, el quería..

No quiso tocar el tema, la chica mostró más dolor que antes, llorando con más desesperación que antes.

—.Eres un ser humano con sentimientos, no debes sentir culpa por esto, mucho menos tienes la culpa de lo de Rengoku, el lucho en batalla y créeme, el peleo lo suficiente, la muerte es inevitable y todos pasaremos por eso, no eres un monstruo Hanako, no permitas que vean que lograron herirte.—- Giyu la había logrado consolar, acariciaba su espalda con lentitud para después besar su cabeza, su otra mano viajó hasta su mejilla para masajear aquel golpe, poco a poco ella iba calmándose.

—Lamentó haberme alejado de ti cuando más me necesitabas, no debí irme nunca, te prometo que esta vez estaré a tu lado, nunca mas estarás sola y mientras yo respire no volverás a llorar, ¿Puedes darle a este idiota la oportunidad de ser amigos nuevamente?—

Las caricias en su mejilla fueron un alivio, el dolor poco a poco iban desapareciendo al igual que las lágrimas frías de su compañera.

—-Nunca podré comprender porque te alejaste de mi, pero no quiero que te vayas de nuevo, si tu te vas también, mi vida ya no tendría sentido, quiero que te quedes a mi lado hasta que uno de los dos deje de respirar.— Giyu asintió para después volverla a abrazar, sabía que ella necesitaba a sus amigos más que nunca, sobre todo el, quien siempre fue totalmente especial para ella.

—.Lamento haberte abandonado así, pero te prometo que nunca voy a a alejarme, y si vamos a morir juntos así será, en esta vida y la otra.—- Giyu la siguió consolando, provocando que la joven pilar cerrara sus ojos por las caricias en las mejillas, dándole a su compañera un viaje al pasado.

—-Y yo, yo me quedaré contigo, no me importan los riesgos, quiero que empecemos de 0, que nuestra amistad empiece de nuevo y podamos luchar juntos hasta el último aliento, incluso si yo muero, no quiero que sufras por mi y sigas adelante, te lo pido por favor.

La idea perderla sonaba terrible, pero tenía la razón, pronto empezarían a una batalla sin fin, debían entrenar para mejorar en batalla y si querían vencer una luna demoniaca tenían que dar lo mejor de ellos.

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Una noche antes.

—-El señor Rengoku me pidió que te entregara a esto.—- Tanjiro le entrego al pilar del agua aquella cajita roja aterciopelada, el pelinegro miro atentamente el objeto hasta lograr entender que era aquel presente.

—-¿Significa algo?—- Su compañero miro el rostro confundido y ruborizado del azabache, quien le asintió mientras guardaba aquella caja en su bolsillo.

—Es un secreto que pronto sabras, por ahora quiero que mantengas la carta de Kyojuro oculta, no sería buena idea que Hanako la lea en estas situaciones, ella entenderá. Tampoco le diremos que el planeaba pedirle matrimonio, será devastador, hasta que ella no esté tranquila no mencionaremos a Kyojuro, es lo mejor.

Tanjiro asintió, era triste ver a su maestra dormir de esa manera, tener que sucumbir a darle un golpe para calmarla, eso no lo hacía sentir bien, aunque le era peor verla llorar y sufrir por su amigo. Tanjiro no lograba entender porque Kyojuro le pidió a Giyu que tomara su lugar, pero luego recordó que su compañero seguía enamorado de ella y que en cualquier momento le pediría matrimonio. Solo deseaba que Giyu recuperara aquel amor e hiciera feliz a Hanako, sobre todo que fueran felices juntos.

𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒 (𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐒𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora