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Su vida como casada no era tan difícil como ella creía, ambos compartían las labores del hogar en sus días libres, incluso a veces intercambian labores como lavar la ropa o cocinar, todo se sentía tan mutuo, tan recíproco. Incluso ella había olvidado sus días de amargura y la preocupación de lo que estaban por enfrentar, quería vivir día a día así con el, sin el miedo de que algún día, un demonio les arrebatara la vida y nunca más se volvieran a ver.

——Dime cariño, ¿Te gustaría tener un bebé en el futuro?.—- Su esposa soltó una pregunta inesperada, haciendo que el la mirara sorprendido. Las mejillas de su esposo no tardaron en enrojecerse.

—-De hecho, el Señor Urokodaki no deja de preguntarme cuando será el momento en que formemos una familia, pero no quiero que nuestro bebé nazca en estas circunstancias, ¿Qué pasaría si un demonio te ataca mientras yo no esté? Una mujer embarazada no puede ejercer fuerza debido a que es peligroso tanto para ella como para el bebé, tendrías que quedarte en casa todo el tiempo y quisiera cuidar de ti durante toda la gestación. Tendremos hijos una vez hayamos derrotado a Muzan, porque si, si quiero tener un bebé contigo mi amor.—-Giyu le dio un beso en su mejilla, en esos días el se había mostrado más amoroso de lo normal, ella se sentía tan afortunada de tenerlo, no podía ser más feliz.

—-También quiero eso, pero últimamente andamos muy activos, ¿Y si quedo embarazada en cualquier momento?.—- Giyu paró sus besos para abrazarla, buscando de una manera calmarla.

—-Entonces te llevaré a un lugar seguro, habrá muchas flores de glicina a prueba de demonios o le diré a tu maestro Naoko que venga a cuidarte mientras yo hago las misiones, incluso quedaría prohibido para ti ir contra Muzan.—- Este dio otro par de besos, la idea de tener hijos le iba gustando, ya eran adultos y en su mayoría, los jóvenes de su edad ya eran padres de familia.

—-Ese no es el único problema, mi madre murió a complicaciones del parto cuando yo nací, además, recuerda que yo soy...

—-Nuestro hijo no será un demonio, buscaremos inmediatamente la cura, ¿Esa mujer Tamayo es una demonio que busca curarte no? Ella puede darnos algo para que estés saludable y cuando el nazca, ambos estarán bien, tranquila.—Giyu acarició su vientre, de solo imaginar ese futuro hacia llenarlo de ilusiones demasiado positivas, incluso quería convencerla de que renunciara a ser cazadora, pero conocía a su esposa y sabía que ella era tan testaruda que haría caso omiso a sus peticiones.

Su esposa asintió, recostó su cabeza sobre el hombro de su pareja para mejor comodidad mientras se tomaban de la mano, admirar juntos la luz de la luna, hacía sentirla en paz, nunca se había sentido tan feliz.

—-Tengo algo que decirte, algo muy importante, espero logres comprenderme.——Giyu la miró de reojo, apretó su mano con la de ella para darle apoyo emocional.

—-¿Tiene que ver con Tanjiro, cierto? El me ha dicho que actuabas algo fría con el, incluso presiente que lo odias. ¿Pasa algo?

Hanako negó con la cabeza, se sentía culpable una vez más, el chico a pesar de todo se preocupaba por ella, en cambio ella actuaba de manera agresiva con el, incluso un poco insolvente.

—-Veras, mi padre me enseñó la tradición de la danza del dios de fuego, cada fin de año el hacía un ritual por nuestros ancestros, mi maestro me habló de ello y me comentó que la respiración solar era la primera de todas, de la cual surgieron las demás, entre ellas la del fuego, Shinjuro Rengoku una vez me acusó de haberla usado, pero dicha respiración nunca pude forjarla...

Se mordió el labio buscando las palabras correctas, cada vez era más difícil para ella aclarar todo.

—-En fin, me enteré que la familia de Tanjiro de igual manera hacía la misma tradición, solo que el si logró usar la respiración solar sin entrenarla o saber de ella, incluso está usando un par de aretes, esos aretes de hanafuda le pertenecían a mi abuelo, además de que el está usando su katana, la cual llevé meses buscándola. Duele saber que alguien que no comparte mi sangre haya heredado algo que yo con el tiempo desee tener, no se si sea por la maldición que tengo o porque no soy tan fuerte como creí, pero detesto ver que el tenga más de un Tsugikuni que yo, ¡NO PUEDO!.—-La chica rompió en llanto, su esposo comprendió cada palabra, dándole palabras de aliento decidió abrazarla, esperando que dejara de llorar.

—-He escuchado de ello, tu maestro me dijo que te pareces tanto a él que incluso puedes parecer su hija, también te dio unos aretes y el haori que solía usar, ¿No es suficiente?.—- Hanako negó, no podía dejar de sentir tanta impotencia hacia ello.

—-Desearía ser la única, yo soy la única descendiente de Yoriichi, no Tanjiro... ¡¿Por qué el y no yo? ¿Por qué no simplemente puedo al menos usar una postura?! Pude con la maldita respiración lunar, pero no es suficientemente para mi, no quiero que alguien más tenga el mismo linaje que yo.—— Su marido comprendió la envidia que la chica sentía por el joven Kamado, dando un largo suspiro sin saber que decir, era difícil para él buscar las palabras correctas.

—-No seas egoísta, si tu abuelo heredó su respiración a otros debió tener una razón, no quiero que por envidia termines en malas manos, por favor Hanako. Naoko me ha dicho que no es la primera vez que sientes odio hacia Tanjiro, ¿Y si deciden entrenar juntos? Estoy seguro que si el te enseña un poco logres aprenderlo, te pido que no menosprecies a Tanjiro, el ha sido muy...

—-¡No, quizá compartamos algo en común pero no merece nada de mi.—-Se sentía mal, se odiaba a sí misma, se levantó del lugar para tomarse un tiempo a solas, necesitaba pensar y calmar su odio.

Giyu le siguió, realmente le preocupaba la situación, verla en ese estado tan negativo lo molesto sin duda, pero no quería dejarla sola. Realmente la amaba.

𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒 (𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐒𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora